Fractal de Uno
Manejando las Transiciones
Sabía en general que había mucho en la Palabra de Dios acerca de la transición. Pero cuando comencé a profundizar en la Palabra, encontré tesoros que nunca imaginé.
La realidad es que casi todas las escrituras son sobre transiciones, si miras el libro de Reyes ocasionalmente hay un rey donde no pasó nada. Solament hay tres versiculos que hablan cuando nació, creció y murió. Luego están otros reyes con tres capítulos sobre sus vidas, y se trata de transiciones.
Así que tenemos un tesoro increíble en las Escrituras sobre cómo hacer transiciones y sin embargo, nunca escuché un sermón sobre la teología de las transiciones. Cuando comencé a profundizar en la palabra, fue emocionante ver los principios que surgieron.
Antes de comenzar con la enseñanza, me gustaría que cada uno de ustedes haga una lista en su mente de tres transiciones.
En primer lugar, me gustaría que identificara:
Primero, la transición más dolorosa por las que haya pasado
Segundo, la mejor transición que haya experimentado
Tercero, la transición más transformadora que experimentó.
PensarÍa que ingresar a la universidad, sería un momento increíblemente significativo en mi vida. Mi carrera universitaria no fue transformadora en lo absoluto, sin embargo, hay otras cosas que no eran socialmente comunes sin embargo fueron transformadoras.
Hubo un período de tiempo en el que Dios me guió a hacer un ayuno de palabra el primer día de cada mes. Entonces, comenzando la noche anterior, estaba en silencio, no hablaba, no escuchaba, no leía nada, no escribía nada, completamente desapegado de palabras y solo esperaba en Dios. Enorme transformacion!
Así que tener en la mente estas tres transformaciones. La dolorosa, la placentera y la que fue enormemente transformadora. Y vamos a tomar estos principios y compararlos con sus historias durante todo el dÍa.
Al final del día nuestro objetivo es conocer mejor a Dios. Superficialmente, esto parece un estudio muy horizontal. La mayoría de tus transiciones tienen lugar en relación con las personas y la sociedad, pero en realidad se trata de cómo ves a Dios.
Permítanme ilustrarlo con el parto.
Esa es la primera gran transición y todos ustedes lo vivieron. Pensemos antes de nacer qué pasa. En el vientre materno tienes paz y consuelo. Tienes el cordón umbilical de alimentación conectada las 24 horas del día, tienes una conexión emocional con tu madre. Entonces, sucede lo que llamamos "nacimiento", esa es una transición violenta. Y al final de la transición, alguien extraño corta tu línea total de suministro de vida. En cierto sentido, la violencia del nacimiento no es tan significativa, ni tampoco el corte de la fuente de vida, lo que importa es la relación emocional con tu madre.
El parto fue algo para lo cual no pudiste votar. Y el corte del cordón tampoco tuviste control. Lo único sobre lo que tuviste control fue tu actitud hacia tu madre, Y si rechazaste a tu madre por el dolor durante el nacimiento, no vas a querer amamantar. Ahora, la transición se hizo y trabajo. Comienzas con la nutrición del cordón umbilical y terminas siendo nutrido por medio del seno de tu madre. La transición trabajo. Si tienes una relación emocional rota con su madre, no vas a completar la transición, y estarás cada vez más hambriento, cada vez más en crisis, estarás desesperado para que el cordón umbilical se vuelva a conectar. Pero por mucho que grites el cordon no volverá a conectarse. Eso no va a suceder. Y tienes a tu disposición amor, nutrición y seguridad. Pero si eliges, puedes rechazar todo eso. Y es tu culpa por rechazar a tu madre por el dolor de la transición.
Entonces, la mayor parte del tiempo, cuando estamos en transición, estamos viendo algo equivocado. El dolor es real, el parto es una interrupción violenta de lo que estabas familiarizado, pero las transiciones de Dios fueron hechas para ir de lo bueno a lo excelente, sin embargo requiere que te asocies con Dios, no pelearse con El.
Así que ese es nuestro enfoque hoy.
¿Dónde está Dios en nuestras transiciones destructivas y muy dolorosas?
Sabía en general que había mucho en la Palabra de Dios acerca de la transición. Pero cuando comencé a profundizar en la Palabra, encontré tesoros que nunca imaginé.
La realidad es que casi todas las escrituras son sobre transiciones, si miras el libro de Reyes ocasionalmente hay un rey donde no pasó nada. Solament hay tres versiculos que hablan cuando nació, creció y murió. Luego están otros reyes con tres capítulos sobre sus vidas, y se trata de transiciones.
Así que tenemos un tesoro increíble en las Escrituras sobre cómo hacer transiciones y sin embargo, nunca escuché un sermón sobre la teología de las transiciones. Cuando comencé a profundizar en la palabra, fue emocionante ver los principios que surgieron.
Antes de comenzar con la enseñanza, me gustaría que cada uno de ustedes haga una lista en su mente de tres transiciones.
En primer lugar, me gustaría que identificara:
Primero, la transición más dolorosa por las que haya pasado
Segundo, la mejor transición que haya experimentado
Tercero, la transición más transformadora que experimentó.
PensarÍa que ingresar a la universidad, sería un momento increíblemente significativo en mi vida. Mi carrera universitaria no fue transformadora en lo absoluto, sin embargo, hay otras cosas que no eran socialmente comunes sin embargo fueron transformadoras.
Hubo un período de tiempo en el que Dios me guió a hacer un ayuno de palabra el primer día de cada mes. Entonces, comenzando la noche anterior, estaba en silencio, no hablaba, no escuchaba, no leía nada, no escribía nada, completamente desapegado de palabras y solo esperaba en Dios. Enorme transformacion!
Así que tener en la mente estas tres transformaciones. La dolorosa, la placentera y la que fue enormemente transformadora. Y vamos a tomar estos principios y compararlos con sus historias durante todo el dÍa.
Al final del día nuestro objetivo es conocer mejor a Dios. Superficialmente, esto parece un estudio muy horizontal. La mayoría de tus transiciones tienen lugar en relación con las personas y la sociedad, pero en realidad se trata de cómo ves a Dios.
Permítanme ilustrarlo con el parto.
Esa es la primera gran transición y todos ustedes lo vivieron. Pensemos antes de nacer qué pasa. En el vientre materno tienes paz y consuelo. Tienes el cordón umbilical de alimentación conectada las 24 horas del día, tienes una conexión emocional con tu madre. Entonces, sucede lo que llamamos "nacimiento", esa es una transición violenta. Y al final de la transición, alguien extraño corta tu línea total de suministro de vida. En cierto sentido, la violencia del nacimiento no es tan significativa, ni tampoco el corte de la fuente de vida, lo que importa es la relación emocional con tu madre.
El parto fue algo para lo cual no pudiste votar. Y el corte del cordón tampoco tuviste control. Lo único sobre lo que tuviste control fue tu actitud hacia tu madre, Y si rechazaste a tu madre por el dolor durante el nacimiento, no vas a querer amamantar. Ahora, la transición se hizo y trabajo. Comienzas con la nutrición del cordón umbilical y terminas siendo nutrido por medio del seno de tu madre. La transición trabajo. Si tienes una relación emocional rota con su madre, no vas a completar la transición, y estarás cada vez más hambriento, cada vez más en crisis, estarás desesperado para que el cordón umbilical se vuelva a conectar. Pero por mucho que grites el cordon no volverá a conectarse. Eso no va a suceder. Y tienes a tu disposición amor, nutrición y seguridad. Pero si eliges, puedes rechazar todo eso. Y es tu culpa por rechazar a tu madre por el dolor de la transición.
Entonces, la mayor parte del tiempo, cuando estamos en transición, estamos viendo algo equivocado. El dolor es real, el parto es una interrupción violenta de lo que estabas familiarizado, pero las transiciones de Dios fueron hechas para ir de lo bueno a lo excelente, sin embargo requiere que te asocies con Dios, no pelearse con El.
Así que ese es nuestro enfoque hoy.
¿Dónde está Dios en nuestras transiciones destructivas y muy dolorosas?