EL PODER DEL CONOCIMIENTO SECRETO
LOS DRUIDAS
LOS DRUIDAS
Un virus demoníaco
En los últimos dos años he sido llamado a ministrar a diferentes personas que tenían el siguiente conjunto de problemas:
La causa de los problemas que esas personas compartían parece ser una transferencia demoníaca que recibieron de un profeta que les impuso manos a la vez que les daba palabra profética.
La iniquidad raíz parece ser que el profeta usó conocimiento secreto como una fuente de poder personal.
Cuando miré el patrón evidente en las personas a quienes les impusieron manos los profetas contaminados, fue obvio que sólo un pequeño porcentaje recibió una transferencia demoníaca. Esto sugiere que además de la acción del profeta que contamina, hubo también una puerta abierta en las líneas generacionales de quienes fueron afectados. Es decir, hubo una predisposición en el receptor antes que la transferencia tuviera lugar.
En los casos que traté, en la línea familiar había prácticas druídicas. Sin embargo, ningún grupo de ocultismo tiene el monopolio de alguna rama del mal. Sospecho que algunos descendientes de africanos y asiáticos pueden tener esta puerta abierta en sus líneas a través de otros grupos ocultistas, diferentes de los druidas, pero comprometidos con la misma iniquidad.
Hasta ahora, sin embargo, solamente he visto esta contaminación en descendientes de ingleses, celtas, alemanes o escandinavos.
Deseo afirmar categóricamente que los profetas que transfieren este virus no son necesariamente falsos profetas. Cuando ellos operan bajo el control del Espíritu Santo, son dadores de vida y no contaminan a la gente. Sin embargo, en otros momentos, esos mismos profetas están claramente contaminando a las personas que los rodean. Por lo general no saben que están contaminados ni que están dañando a personas o a ministerios enteros. Además, parte del problema yace en que el receptor tiene puertas generacionales abiertas que hacen posible la transferencia del virus demoníaco.
Cuando el patrón anterior ha sido identificado, la persona puede examinar su propia vida para confesar su pecado en cada área donde ha usado conocimiento para ganar poder.
Entonces pueden tratar con las contaminaciones druídicas en sus generaciones y finalmente pueden renunciar a la transferencia demoníaca que vino a través del profeta. Si es necesario debe renunciar a la palabra profética dada cuando la transferencia se produjo.
La iniquidad druídica
Más allá del culto a la naturaleza, que es común a todos los grupos especializados en los equinoccios y solsticios, los antiguos druidas estaban especialmente capacitados para extraer cosas de los campos de conocimiento espiritual estrictamente prohibidos a la humanidad.
Ellos habían acumulado gran cantidad de poder espiritual maligno a través de transgresiones intencionales en el mundo de la oscuridad. En parte lo hicieron a través de encantamientos y en parte a través del uso de plantas alucinógenas.
La clave es que sus habilidades ocultistas (que vienen en parte de la astrología pero no se limitan a ella), les dieron la información que pudieron usar para controlar las estructuras políticas y sociales de su tiempo. Actuaron bajo un manto de legitimidad por lo que en sus días fueron altamente respetados como hombres de ciencia y como quienes determinaban lo correcto y lo erróneo en la comunidad. Los políticos, que eran los líderes visibles y que tenían el título o derecho para serlo, eran controlados en privado por el conocimiento de los sacerdotes druidas.
La raíz en Babel
Los druidas no inventaron esta iniquidad. Esta estructura mental, y el respectivo virus demoníaco con el que estamos tratando, es simplemente una revalidación reciente de una antigua rebelión.
Los problemas que estamos viendo son resultado del juicio divino contra la gente en la torre de Babel y contra las subsiguientes generaciones que practiquen esta iniquidad.
En Babel, el deseo era tener poder sobre su destino. Al igual que con los druidas ese poder se nutría del conocimiento. Génesis 11.6 dice: “He aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible! “ (Biblia de Las Américas). Creo que la historia del universo está escrita en las estrellas. Creo que si el hombre pudiera decodificar esa historia, nada de lo que se propusiera hacer le sería imposible.
No pienso que el tema aquí sea la unidad como la clave del éxito. La información que el hombre desea está en las estrellas y civilización tras civilización ha sido tentada a buscar esa información debido al poder que ella le daría.
Aparentemente el hombre podría, a través del uso de ese conocimiento, contravenir la voluntad de Dios en asuntos significativos relacionados con la historia.
Ha sido informado que los restos de la torre de Babel aún existen y que cada uno de los niveles enteros es del color universalmente aceptado para cada planeta y que aparecen en el orden correcto. Simplemente la Torre de Babel fue un observatorio astronómico con propósitos astrológicos, probablemente con la ayuda de revelación demoníaca.
El problema es que aunque el conocimiento esté en las estrellas y planetas, Dios ha establecido limitaciones claras para nosotros, prohibiéndonos estrictamente buscar ese conocimiento para nuestro uso (Deuteronomio 18.9-13).
Debemos permanecer dependiendo de Él.
Debemos especializarnos en conocerlo a Él, no en conocer las cosas secretas que Él ha puesto fuera de nuestros límites (Deuteronomio 29.29).
Cuando en Babel el hombre persistió en tratar de ser independiente de Dios, o aún trató de engañar a Dios a través del conocimiento obtenido de los movimientos planetarios, el juicio fue cuádruple.
1. Daño a la identidad
Después del juicio a Babel, la masa de la humanidad no tuvo más la familiaridad que una vez gozó. El lenguaje es un gran medio de identificación y unificación. Cuando el Señor hizo nacer nuevos lenguajes, ellos, tuvieron que aferrarse a su nueva identidad que estaba limitada al lenguaje de su grupo local, el que era sólo un fragmento de lo que había sido. No sólo era un grupo más pequeño de gente, sino que también su historia colectiva era casi inexistente. La memoria de un grupo es un componente poderoso de su identidad.
El nuevo grupo tenía que enfrentar el futuro sin poder recurrir al pasado para definir quiénes eran ellos.
La mayoría de las personas que han adquirido el virus son líderes experimentados que conocen el llamado de Dios en sus vidas. Antes de ser contaminados con el virus del profeta tenían una visión mundial significativa, madurez y audacia para caminar en el llamado de Dios en sus vidas, a pesar de la oposición. Después de la transferencia demoníaca, hubo una pérdida de confianza en sí mismos y consecuentemente una pérdida de confianza en su llamado al ministerio. Líderes que han estado en el ministerio desde hace mucho tiempo y que saben quienes son en Cristo, repentinamente se vuelven cautos, dudosos, indecisos y se paralizan frente a las decisiones normales del ministerio. Ellos no son capaces de actuar de la forma en que acostumbraban porque ahora tienen incertidumbre acerca de quienes son.
2. Pérdida de propósito.
En Babel, Dios no dio ningún propósito nuevo. El viejo objetivo de construir la torre fue frustrado, pero no hubo ningún propósito para reemplazarlo. La supervivencia vino a ser el objetivo. Parecieron relativamente incapaces de volver atrás y reconectarse con el mandato original, dado por Dios, bendecido y dador de vida que es el mandato de dominio.
Cuando una persona tiene el virus, su ministerio va a la deriva. Inicialmente se vuelven reactivos, caminando a través de cualquier puerta abierta que aparece en su camino, en lugar de planificar el rumbo. Al tiempo, el ministerio entra en crisis (generalmente relacionada con lo personal o con dinero) y es necesario hacer decisiones difíciles basadas en el llamado al ministerio dado por Dios. En este punto, el líder está tan paralizado que no puede articular claramente su llamado ni puede ver cómo salir del problema; mucho menos cómo alcanzar el llamado original.
La pérdida del propósito está directamente relacionada con la pérdida de identidad.
3. Fragmentación de relaciones.
En Babel, las dificultades de comunicación apartaron a las personas. De acuerdo con la investigación de George Otis Jr., la gente se dispersó sobre la faz de la tierra para sobrevivir. Debido a la animosidad, buscaron poner distancia entre ellos mismos y la gente con la cual ya no podían comunicarse. No había ni mecanismos ni deseos de solucionar los problemas de comunicación. Cada grupo sintió confianza en lo apropiado de su propio dialecto y rechazó las ideas de otras personas siempre que se expresaron en un lenguaje que les resultó incomprensible.
Con el virus hay una ruptura en la comunicación que se centra en el tema de los motivos. Es típico que un aliado de mucho tiempo y de confianza de pronto siente que sabe cuáles son los motivos de la otra persona y que esos motivos no son honorables. He escuchado a ambas partes contar su historia después que los socios de un ministerio han sido divididos por el virus.
Generalmente hay cierto grado de consenso en los hechos. Sin embargo, cada lado tiene una gran cantidad de información sobre los motivos impropios de la otra persona. Cuando se los presiona para que defiendan esas conclusiones resulta obvio que toda la información es extrapolada con la ayuda de algunos demonios.Cuando el virus ha provocado que los aliados de confianza comiencen a desconfiar de los motivos del otro, no sólo no hay lenguaje para solucionar la brecha sino que tampoco hay deseo de hacerlo. Cuando el virus está operando, el deseo conductor es tener razón en la posición propia sin importar las consecuencias para las relaciones y para la organización.
Las explicaciones no sólo no ayudan, sino que hacen la brecha cada vez más profunda. Lo retorcido de las percepciones y la subsiguiente alienación de las relaciones es simplemente asombroso.
El repentino descuido en mantener lo que hasta ahora eran relaciones valiosas es uno de los indicadores más fuertes del virus, como lo es también la insistencia intransigente en su propia versión de lo que está bien así como en sus derechos individuales. Ningún compromiso parece funcionar y la única solución parece ser una drástica división de caminos.
Muchas personas que han sido atacadas por el virus encuentran que además de la obvia y dolorosa ruptura de relaciones, simultáneamente pierden el apoyo de una parte significativa de su base financiera y de su red ministerial (trabajo, etc.…). Silenciosamente, las personas dejan de asociarse con ellos. No se da ninguna razón, simplemente ya no están más ahí.
4. Opresión en lo financiero
En Babel, las barreras del lenguaje crearon un mercado pequeño para el comercio y los productos. La animosidad también desvió los recursos de capital hacia gastos no productivos tales como la fabricación de armas y la mudanza a un nuevo lugar. El momento en que algunos traslados se realizaron probablemente significó dejar atrás cosechas en los campos y seguramente hubo otro tipo de pérdidas económicas desatadas por los cambios abruptos.
Sin duda, una porción significativa de la ciudad fue abandonada con la pérdida de capital que la gente había invertido en sus casas y negocios.
Inicialmente, cuando el virus está presente, hay una simple erosión de las entradas de dinero a la vez que varias fuentes de ingresos se secan lentamente. Justo cuando la chequera está vacía, las relaciones rotas dañan una de las fuentes principales de ingresos para el ministerio. Al mismo tiempo parece haber una inexplicable erosión de la confianza pública en la persona o en la organización. La cantidad de gente que quiere asociarse con la persona y que con gusto compraría algún producto o proveería apoyo, decrece drásticamente.
Como no hay un patrón visible las personas del ministerio no pueden intervenir y repararlo. Casi invariablemente, esto va combinado con algún inesperado incremento de gastos, generalmente gastos de capital, que tiene la apariencia de ser absolutamente legítimo.
Cuando el virus está operando con toda su fuerza, la identidad del líder es dañada y enfrenta grandes problemas personales y financieros, todo en un tiempo en el que él no comprende el presente o el futuro. Esto genera una parálisis en la toma de decisiones y cada uno de los problemas se exagera causando un daño a largo plazo.
Etapas hacia una recuperación completa.Recuerde primero la raíz de esto: Se usó conocimiento secreto para obtener poder social.
Entonces, el primer paso es examinar su propia vida y confesar cada acción y actitud relacionada con la búsqueda de poder o prestigio.
Esto es especialmente crítico si la persona que está contaminada por el virus es un profeta.
Debe haber arrepentimiento y confesión si un conocimiento de cualquier tipo, no sólo revelación profética, ha sido negado, editado, distorsionado, exagerado, entregado fuera de tiempo, en una forma no apropiada o a la persona equivocada con la intención de ganar poder.
Después busque la limpieza de sus líneas generacionales. Empiece por rechazar el druísmo en cada rama de las líneas familiares.
Habiendo tratado con cada cosa individualmente, aplique todas esas renuncias y limpiezas a su familia entera y al ministerio.
Después avance con lo mencionado anteriormente:
Haga guerra espiritual contra ello y
Luego declare bendiciones en todas las áreas en que ha estado contaminado.
Precaución acerca de los profetas
Permítame agregar lo siguiente como una crítica deliberada y medida. Hoy en día, el movimiento profético está empañado por hombres y mujeres inseguros por causa de sus heridas y que buscan usar el conocimiento interno generado por sus dones para ganar poder en los círculos en los que se mueven.
Satanás tiene una generosa reserva de información y está más que dispuesto a dar información extremadamente precisa en el nombre de Dios si él puede contaminar a una comunidad de fe a través de Hoy existe la fantasía una información exacta que viene de una fuente incorrecta popular de que un profeta es definitivamente un profeta de Dios si es preciso en lo que dice, especialmente si esa exactitud ha sido probada y validada.
Yo combato ese criterio y recomiendo que un profeta sea juzgado durante un período de tiempo por el fruto de su ministerio.
Específicamente, llame a las iglesias donde ese profeta ha ministrado entre seis y doce meses antes y determine en general como ha sido desde entonces la condición espiritual de esa iglesia.
El virus Babel / Druídico es destructivo por que la relación entre causa y efecto no es obvia.
La espléndidamente exacta palabra profética declarada en enero no se conecta fácilmente con la disolución de la junta de ancianos en marzo. Sin embargo, si hay un patrón visible de división y pobreza en las iglesias donde un profeta ha ministrado en él ultimo año, sería apropiado tomar alguna precaución.
- Pérdida de confianza en quiénes son ellos mismos;
- Una subsiguiente pérdida de dirección en el ministerio o etc.……..
- La pérdida de relaciones de largo plazo; y
- Opresión en lo financiero
La causa de los problemas que esas personas compartían parece ser una transferencia demoníaca que recibieron de un profeta que les impuso manos a la vez que les daba palabra profética.
La iniquidad raíz parece ser que el profeta usó conocimiento secreto como una fuente de poder personal.
Cuando miré el patrón evidente en las personas a quienes les impusieron manos los profetas contaminados, fue obvio que sólo un pequeño porcentaje recibió una transferencia demoníaca. Esto sugiere que además de la acción del profeta que contamina, hubo también una puerta abierta en las líneas generacionales de quienes fueron afectados. Es decir, hubo una predisposición en el receptor antes que la transferencia tuviera lugar.
En los casos que traté, en la línea familiar había prácticas druídicas. Sin embargo, ningún grupo de ocultismo tiene el monopolio de alguna rama del mal. Sospecho que algunos descendientes de africanos y asiáticos pueden tener esta puerta abierta en sus líneas a través de otros grupos ocultistas, diferentes de los druidas, pero comprometidos con la misma iniquidad.
Hasta ahora, sin embargo, solamente he visto esta contaminación en descendientes de ingleses, celtas, alemanes o escandinavos.
Deseo afirmar categóricamente que los profetas que transfieren este virus no son necesariamente falsos profetas. Cuando ellos operan bajo el control del Espíritu Santo, son dadores de vida y no contaminan a la gente. Sin embargo, en otros momentos, esos mismos profetas están claramente contaminando a las personas que los rodean. Por lo general no saben que están contaminados ni que están dañando a personas o a ministerios enteros. Además, parte del problema yace en que el receptor tiene puertas generacionales abiertas que hacen posible la transferencia del virus demoníaco.
Cuando el patrón anterior ha sido identificado, la persona puede examinar su propia vida para confesar su pecado en cada área donde ha usado conocimiento para ganar poder.
Entonces pueden tratar con las contaminaciones druídicas en sus generaciones y finalmente pueden renunciar a la transferencia demoníaca que vino a través del profeta. Si es necesario debe renunciar a la palabra profética dada cuando la transferencia se produjo.
La iniquidad druídica
Más allá del culto a la naturaleza, que es común a todos los grupos especializados en los equinoccios y solsticios, los antiguos druidas estaban especialmente capacitados para extraer cosas de los campos de conocimiento espiritual estrictamente prohibidos a la humanidad.
Ellos habían acumulado gran cantidad de poder espiritual maligno a través de transgresiones intencionales en el mundo de la oscuridad. En parte lo hicieron a través de encantamientos y en parte a través del uso de plantas alucinógenas.
La clave es que sus habilidades ocultistas (que vienen en parte de la astrología pero no se limitan a ella), les dieron la información que pudieron usar para controlar las estructuras políticas y sociales de su tiempo. Actuaron bajo un manto de legitimidad por lo que en sus días fueron altamente respetados como hombres de ciencia y como quienes determinaban lo correcto y lo erróneo en la comunidad. Los políticos, que eran los líderes visibles y que tenían el título o derecho para serlo, eran controlados en privado por el conocimiento de los sacerdotes druidas.
La raíz en Babel
Los druidas no inventaron esta iniquidad. Esta estructura mental, y el respectivo virus demoníaco con el que estamos tratando, es simplemente una revalidación reciente de una antigua rebelión.
Los problemas que estamos viendo son resultado del juicio divino contra la gente en la torre de Babel y contra las subsiguientes generaciones que practiquen esta iniquidad.
En Babel, el deseo era tener poder sobre su destino. Al igual que con los druidas ese poder se nutría del conocimiento. Génesis 11.6 dice: “He aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible! “ (Biblia de Las Américas). Creo que la historia del universo está escrita en las estrellas. Creo que si el hombre pudiera decodificar esa historia, nada de lo que se propusiera hacer le sería imposible.
No pienso que el tema aquí sea la unidad como la clave del éxito. La información que el hombre desea está en las estrellas y civilización tras civilización ha sido tentada a buscar esa información debido al poder que ella le daría.
Aparentemente el hombre podría, a través del uso de ese conocimiento, contravenir la voluntad de Dios en asuntos significativos relacionados con la historia.
Ha sido informado que los restos de la torre de Babel aún existen y que cada uno de los niveles enteros es del color universalmente aceptado para cada planeta y que aparecen en el orden correcto. Simplemente la Torre de Babel fue un observatorio astronómico con propósitos astrológicos, probablemente con la ayuda de revelación demoníaca.
El problema es que aunque el conocimiento esté en las estrellas y planetas, Dios ha establecido limitaciones claras para nosotros, prohibiéndonos estrictamente buscar ese conocimiento para nuestro uso (Deuteronomio 18.9-13).
Debemos permanecer dependiendo de Él.
Debemos especializarnos en conocerlo a Él, no en conocer las cosas secretas que Él ha puesto fuera de nuestros límites (Deuteronomio 29.29).
Cuando en Babel el hombre persistió en tratar de ser independiente de Dios, o aún trató de engañar a Dios a través del conocimiento obtenido de los movimientos planetarios, el juicio fue cuádruple.
1. Daño a la identidad
Después del juicio a Babel, la masa de la humanidad no tuvo más la familiaridad que una vez gozó. El lenguaje es un gran medio de identificación y unificación. Cuando el Señor hizo nacer nuevos lenguajes, ellos, tuvieron que aferrarse a su nueva identidad que estaba limitada al lenguaje de su grupo local, el que era sólo un fragmento de lo que había sido. No sólo era un grupo más pequeño de gente, sino que también su historia colectiva era casi inexistente. La memoria de un grupo es un componente poderoso de su identidad.
El nuevo grupo tenía que enfrentar el futuro sin poder recurrir al pasado para definir quiénes eran ellos.
La mayoría de las personas que han adquirido el virus son líderes experimentados que conocen el llamado de Dios en sus vidas. Antes de ser contaminados con el virus del profeta tenían una visión mundial significativa, madurez y audacia para caminar en el llamado de Dios en sus vidas, a pesar de la oposición. Después de la transferencia demoníaca, hubo una pérdida de confianza en sí mismos y consecuentemente una pérdida de confianza en su llamado al ministerio. Líderes que han estado en el ministerio desde hace mucho tiempo y que saben quienes son en Cristo, repentinamente se vuelven cautos, dudosos, indecisos y se paralizan frente a las decisiones normales del ministerio. Ellos no son capaces de actuar de la forma en que acostumbraban porque ahora tienen incertidumbre acerca de quienes son.
2. Pérdida de propósito.
En Babel, Dios no dio ningún propósito nuevo. El viejo objetivo de construir la torre fue frustrado, pero no hubo ningún propósito para reemplazarlo. La supervivencia vino a ser el objetivo. Parecieron relativamente incapaces de volver atrás y reconectarse con el mandato original, dado por Dios, bendecido y dador de vida que es el mandato de dominio.
Cuando una persona tiene el virus, su ministerio va a la deriva. Inicialmente se vuelven reactivos, caminando a través de cualquier puerta abierta que aparece en su camino, en lugar de planificar el rumbo. Al tiempo, el ministerio entra en crisis (generalmente relacionada con lo personal o con dinero) y es necesario hacer decisiones difíciles basadas en el llamado al ministerio dado por Dios. En este punto, el líder está tan paralizado que no puede articular claramente su llamado ni puede ver cómo salir del problema; mucho menos cómo alcanzar el llamado original.
La pérdida del propósito está directamente relacionada con la pérdida de identidad.
3. Fragmentación de relaciones.
En Babel, las dificultades de comunicación apartaron a las personas. De acuerdo con la investigación de George Otis Jr., la gente se dispersó sobre la faz de la tierra para sobrevivir. Debido a la animosidad, buscaron poner distancia entre ellos mismos y la gente con la cual ya no podían comunicarse. No había ni mecanismos ni deseos de solucionar los problemas de comunicación. Cada grupo sintió confianza en lo apropiado de su propio dialecto y rechazó las ideas de otras personas siempre que se expresaron en un lenguaje que les resultó incomprensible.
Con el virus hay una ruptura en la comunicación que se centra en el tema de los motivos. Es típico que un aliado de mucho tiempo y de confianza de pronto siente que sabe cuáles son los motivos de la otra persona y que esos motivos no son honorables. He escuchado a ambas partes contar su historia después que los socios de un ministerio han sido divididos por el virus.
Generalmente hay cierto grado de consenso en los hechos. Sin embargo, cada lado tiene una gran cantidad de información sobre los motivos impropios de la otra persona. Cuando se los presiona para que defiendan esas conclusiones resulta obvio que toda la información es extrapolada con la ayuda de algunos demonios.Cuando el virus ha provocado que los aliados de confianza comiencen a desconfiar de los motivos del otro, no sólo no hay lenguaje para solucionar la brecha sino que tampoco hay deseo de hacerlo. Cuando el virus está operando, el deseo conductor es tener razón en la posición propia sin importar las consecuencias para las relaciones y para la organización.
Las explicaciones no sólo no ayudan, sino que hacen la brecha cada vez más profunda. Lo retorcido de las percepciones y la subsiguiente alienación de las relaciones es simplemente asombroso.
El repentino descuido en mantener lo que hasta ahora eran relaciones valiosas es uno de los indicadores más fuertes del virus, como lo es también la insistencia intransigente en su propia versión de lo que está bien así como en sus derechos individuales. Ningún compromiso parece funcionar y la única solución parece ser una drástica división de caminos.
Muchas personas que han sido atacadas por el virus encuentran que además de la obvia y dolorosa ruptura de relaciones, simultáneamente pierden el apoyo de una parte significativa de su base financiera y de su red ministerial (trabajo, etc.…). Silenciosamente, las personas dejan de asociarse con ellos. No se da ninguna razón, simplemente ya no están más ahí.
4. Opresión en lo financiero
En Babel, las barreras del lenguaje crearon un mercado pequeño para el comercio y los productos. La animosidad también desvió los recursos de capital hacia gastos no productivos tales como la fabricación de armas y la mudanza a un nuevo lugar. El momento en que algunos traslados se realizaron probablemente significó dejar atrás cosechas en los campos y seguramente hubo otro tipo de pérdidas económicas desatadas por los cambios abruptos.
Sin duda, una porción significativa de la ciudad fue abandonada con la pérdida de capital que la gente había invertido en sus casas y negocios.
Inicialmente, cuando el virus está presente, hay una simple erosión de las entradas de dinero a la vez que varias fuentes de ingresos se secan lentamente. Justo cuando la chequera está vacía, las relaciones rotas dañan una de las fuentes principales de ingresos para el ministerio. Al mismo tiempo parece haber una inexplicable erosión de la confianza pública en la persona o en la organización. La cantidad de gente que quiere asociarse con la persona y que con gusto compraría algún producto o proveería apoyo, decrece drásticamente.
Como no hay un patrón visible las personas del ministerio no pueden intervenir y repararlo. Casi invariablemente, esto va combinado con algún inesperado incremento de gastos, generalmente gastos de capital, que tiene la apariencia de ser absolutamente legítimo.
Cuando el virus está operando con toda su fuerza, la identidad del líder es dañada y enfrenta grandes problemas personales y financieros, todo en un tiempo en el que él no comprende el presente o el futuro. Esto genera una parálisis en la toma de decisiones y cada uno de los problemas se exagera causando un daño a largo plazo.
Etapas hacia una recuperación completa.Recuerde primero la raíz de esto: Se usó conocimiento secreto para obtener poder social.
Entonces, el primer paso es examinar su propia vida y confesar cada acción y actitud relacionada con la búsqueda de poder o prestigio.
Esto es especialmente crítico si la persona que está contaminada por el virus es un profeta.
Debe haber arrepentimiento y confesión si un conocimiento de cualquier tipo, no sólo revelación profética, ha sido negado, editado, distorsionado, exagerado, entregado fuera de tiempo, en una forma no apropiada o a la persona equivocada con la intención de ganar poder.
Después busque la limpieza de sus líneas generacionales. Empiece por rechazar el druísmo en cada rama de las líneas familiares.
- Específicamente arrepiéntase por haber abierto las puertas psíquicas; por haber cruzado las barreras que Dios ha puesto alrededor del hombre para que no viese más allá.
- Rechace cualquier pacto de sangre.
- Corte toda dedicación a la tierra y a los árboles.
- Rechace toda práctica sexual en conjunción con idolatría y adoración a los demonios.
- Cancele todas las dedicaciones de futuras generaciones hechas por sus ancestros.
- Repudie los votos de sacerdotes druidas.
- Corte las alianzas impías entre los druidas y el poder político en sus comunidades.
Habiendo tratado con cada cosa individualmente, aplique todas esas renuncias y limpiezas a su familia entera y al ministerio.
Después avance con lo mencionado anteriormente:
Haga guerra espiritual contra ello y
Luego declare bendiciones en todas las áreas en que ha estado contaminado.
Precaución acerca de los profetas
Permítame agregar lo siguiente como una crítica deliberada y medida. Hoy en día, el movimiento profético está empañado por hombres y mujeres inseguros por causa de sus heridas y que buscan usar el conocimiento interno generado por sus dones para ganar poder en los círculos en los que se mueven.
Satanás tiene una generosa reserva de información y está más que dispuesto a dar información extremadamente precisa en el nombre de Dios si él puede contaminar a una comunidad de fe a través de Hoy existe la fantasía una información exacta que viene de una fuente incorrecta popular de que un profeta es definitivamente un profeta de Dios si es preciso en lo que dice, especialmente si esa exactitud ha sido probada y validada.
Yo combato ese criterio y recomiendo que un profeta sea juzgado durante un período de tiempo por el fruto de su ministerio.
Específicamente, llame a las iglesias donde ese profeta ha ministrado entre seis y doce meses antes y determine en general como ha sido desde entonces la condición espiritual de esa iglesia.
El virus Babel / Druídico es destructivo por que la relación entre causa y efecto no es obvia.
La espléndidamente exacta palabra profética declarada en enero no se conecta fácilmente con la disolución de la junta de ancianos en marzo. Sin embargo, si hay un patrón visible de división y pobreza en las iglesias donde un profeta ha ministrado en él ultimo año, sería apropiado tomar alguna precaución.
Arthur Burk