DESARROLLANDO TU ESPIRITU
Las Siete Cartas a las Iglesias en Apocalipsis
Carta a la Iglesia de Laodicea - Misericordia
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PARTE 1
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PARTE 2
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Parte 1
Amado/a, yo llamo tu espíritu a que ponga atención y llamo a la porción de Misericordia al frente. Escucha lo que Cristo hablo a la iglesia de Laodicea en Apocalipsis 3: 14‐20
"Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el soberano de la creación de Dios: Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca. Dices: 'Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada'; pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú. Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.”
En la superficie esta iglesia ha dejado pasar la marca muy mal. Esta congregación es regañada, pero podemos ver entre las líneas y ver cuál es el diseño de ella, que es lo que les trae gran placer. Ellos dicen “Yo soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada.” Y Dios dice: que eres infeliz, miserable, pobre, ciego y estás desnudo”.
Luego Él se dirige al ADN y dice: “Te aconsejo que compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico, ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te pongas en los ojos y recobres la vista.”
Creo que el oro refinado en el fuego se refiere al carácter. Sabemos al leer Apocalipsis 19 que la ropa blanca representa las buenas obras de los santos. El ungüento para los ojos es para ver en el ámbito espiritual las cosas que son más importantes que en el ámbito natural.
El misericordioso equivocadamente sigue la comodidad de las asociaciones humanas, y como no son ni fríos ni calientes, acomodándose a las personas, Sin embargo Dios dice tú has sido hecho para la excelencia.
Excelencia en el carácter, el oro que es refinado en el fuego, y eso no es desarrollada en tiempos fáciles sino en tiempos de muchísimas privaciones, carácter que es el producto de la resistencia, del trabajo arduo, la diligencia, sistemáticamente edificando el carácter de Cristo en ti.
Tú tienes un llamado para la excelencia, Dios te ha llamado no solamente para acomodar, ni para ser amado y encantador. Tú estás llamado a tener un carácter exquisito, un carácter extraordinario que ha sido probado en el fuego y comprobado que es digno. Como camines en ese tipo de carácter, traerás placer a Dios porque para eso tú has sido creado para que seas.
Las vestiduras blancas son las obras justas de los santos. Otra vez habla de la excelencia. Apocalipsis 19 nos dice de la novia vestida en lino blanco, un vestido de novia extraordinario antes de las Bodas del Cordero. El Padre desea que te vean Hermoso, el Padre desea tus buenas obras, tu envolvimiento en la comunidad, el ser Dador de vida que fluye de tu naturaleza interna extraordinaria, que las personas te vean como alguien quien es sabio y Dador de vida extraordinario como lo fue Cristo, no ante todo como alguien que es amable, tratable y de confianza.
Nos movemos del tema del interior del carácter, a la manifestación exterior de las buenas obras, al foco vertical de tener los ojos ungidos con el colirio para poder ver las cosas, las cosas como verdaderamente son y ver en el ámbito espiritual especialmente.
Misericordia, así es como Dios te ha conectado interiormente para ser. Es una falacia y una debilidad perseguir una pose que te traiga paz en medio de la comunidad humana.
Dios no te diseño para que busques la paz, aunque muchos con este don caen allí. Dios te diseño para buscar la excelencia, Dios te diseño a tener un carácter increíble, Dios te diseñó a ser una persona rica en buenas obras, y ver los tesoros en el ámbito espiritual que Dios desea mostrarte. Como hagas estas cosas Dios estará complacido.
Juntemos esto con el verso 21. Cristo le hablo a una iglesia con la cual él estaba furioso. Él estaba desilusionado de ellos. No hay una frase más dura que la que él estaba a punto de vomitarte de su boca. Aun así, al final del pasaje él dice: “Aunque deseo vomitarte, yo estoy en la puerta parado golpeando, preguntando si me abres la puerta para que entre”
Escuche esto, Don de Misericordia, la causa y el efecto son muy importantes, no es que necesites desarrollar buen carácter y buenas obras y un buen discernimiento espiritual, para que así Jesús desee estar alrededor de ti, Más BIEN, Jesús te invita a que vengas donde El como una persona odiosa, repugnante en Su presencia, a que tengas intimidad con Él, tu carácter será refinado, las buenas obras fluirán naturalmente y tu discernimiento incrementara.
Eso es lo que le traerá más alegría al Padre, cuando te muevas hacia Jesús, en tu estado imperfecto y le permitas en la intimidad con El que se produzca el fruto del carácter, las obras buenas y el discernimiento. Eso es lo que complace al Padre!. Él no necesita que tú mismo te empujes por medio de tu autosuficiencia para complacerlo a Él.
Él se deleita al tener intimidad contigo que produce transformación.
Existen aquellos que se corrompen más como resultado de la intimidad. Ellos necesitan ser disciplinados, ellos necesitan ser retados, ellos necesitan que su pecado sea confrontado. Pero Dios entiende como conecto el don de Misericordia.
Tú eres muy diferente del Profeta y de todos los otros dones antes que el tuyo. El Padre dice que cuanto tú eres tan repugnante que Él desea vomitarte de Su boca, allí es cuando Él viene y golpea a tu puerta y por tu diseño y por la forma como Jesús te hizo, cuando tienes intimidad con Cristo, eso es infinitamente transformador en cada parte de tu ser y de tu vida.
Así que Misericordia te suelto para que busques la intimidad desde una pose de imperfección. EN VEZ de sanarte a ti mismo para presentarse a Cristo,
Te suelto para que invites a Cristo a tu mundo lamentable porque es cuando Cristo viene a tu mundo que tu mundo será transformado, y eso es lo que trae mucho placer a tu Padre Celestial.
Hay algunos que necesitan disciplina para ser transformados. Algunos necesitan enseñanza para ser transformados, otros necesitan un severo reproche para ser transformados, pero tu Misericordia, Dios te invita a experimentar la transformación en el contexto de la intimidad.
No es solamente tu primogenitura, es como tú has sido hecho y creado. El Padre conoce tus obras, y Él encuentra gran placer mirando como la intimidad con Él, te limpia, te hace crecer, te transforma y te llena de poder.
Te bendigo Misericordia, siendo quien Dios te creo que fueras, el recipiente de una intimidad extravagante con el Señor Jesús, exactamente cuando estás sucio, desordenado, y confuso.
Te bendigo con una intimidad prospera, y te bendigo para que recibas en todos los niveles que van incrementando en intimidad con tu Amado.
Te bendigo con un desbordamiento para el resto de la comunidad del espíritu con carácter, buenas obras, y discernimiento que has alcanzado por ese tiempo estratégico e indispensable que inviertes en intimidad con Jesucristo.
¡Yo te bendigo en el nombre de Jesucristo el amante máximo de toda la humanidad!
"Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el soberano de la creación de Dios: Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca. Dices: 'Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada'; pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú. Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.”
En la superficie esta iglesia ha dejado pasar la marca muy mal. Esta congregación es regañada, pero podemos ver entre las líneas y ver cuál es el diseño de ella, que es lo que les trae gran placer. Ellos dicen “Yo soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada.” Y Dios dice: que eres infeliz, miserable, pobre, ciego y estás desnudo”.
Luego Él se dirige al ADN y dice: “Te aconsejo que compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico, ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te pongas en los ojos y recobres la vista.”
Creo que el oro refinado en el fuego se refiere al carácter. Sabemos al leer Apocalipsis 19 que la ropa blanca representa las buenas obras de los santos. El ungüento para los ojos es para ver en el ámbito espiritual las cosas que son más importantes que en el ámbito natural.
El misericordioso equivocadamente sigue la comodidad de las asociaciones humanas, y como no son ni fríos ni calientes, acomodándose a las personas, Sin embargo Dios dice tú has sido hecho para la excelencia.
Excelencia en el carácter, el oro que es refinado en el fuego, y eso no es desarrollada en tiempos fáciles sino en tiempos de muchísimas privaciones, carácter que es el producto de la resistencia, del trabajo arduo, la diligencia, sistemáticamente edificando el carácter de Cristo en ti.
Tú tienes un llamado para la excelencia, Dios te ha llamado no solamente para acomodar, ni para ser amado y encantador. Tú estás llamado a tener un carácter exquisito, un carácter extraordinario que ha sido probado en el fuego y comprobado que es digno. Como camines en ese tipo de carácter, traerás placer a Dios porque para eso tú has sido creado para que seas.
Las vestiduras blancas son las obras justas de los santos. Otra vez habla de la excelencia. Apocalipsis 19 nos dice de la novia vestida en lino blanco, un vestido de novia extraordinario antes de las Bodas del Cordero. El Padre desea que te vean Hermoso, el Padre desea tus buenas obras, tu envolvimiento en la comunidad, el ser Dador de vida que fluye de tu naturaleza interna extraordinaria, que las personas te vean como alguien quien es sabio y Dador de vida extraordinario como lo fue Cristo, no ante todo como alguien que es amable, tratable y de confianza.
Nos movemos del tema del interior del carácter, a la manifestación exterior de las buenas obras, al foco vertical de tener los ojos ungidos con el colirio para poder ver las cosas, las cosas como verdaderamente son y ver en el ámbito espiritual especialmente.
Misericordia, así es como Dios te ha conectado interiormente para ser. Es una falacia y una debilidad perseguir una pose que te traiga paz en medio de la comunidad humana.
Dios no te diseño para que busques la paz, aunque muchos con este don caen allí. Dios te diseño para buscar la excelencia, Dios te diseño a tener un carácter increíble, Dios te diseñó a ser una persona rica en buenas obras, y ver los tesoros en el ámbito espiritual que Dios desea mostrarte. Como hagas estas cosas Dios estará complacido.
Juntemos esto con el verso 21. Cristo le hablo a una iglesia con la cual él estaba furioso. Él estaba desilusionado de ellos. No hay una frase más dura que la que él estaba a punto de vomitarte de su boca. Aun así, al final del pasaje él dice: “Aunque deseo vomitarte, yo estoy en la puerta parado golpeando, preguntando si me abres la puerta para que entre”
Escuche esto, Don de Misericordia, la causa y el efecto son muy importantes, no es que necesites desarrollar buen carácter y buenas obras y un buen discernimiento espiritual, para que así Jesús desee estar alrededor de ti, Más BIEN, Jesús te invita a que vengas donde El como una persona odiosa, repugnante en Su presencia, a que tengas intimidad con Él, tu carácter será refinado, las buenas obras fluirán naturalmente y tu discernimiento incrementara.
Eso es lo que le traerá más alegría al Padre, cuando te muevas hacia Jesús, en tu estado imperfecto y le permitas en la intimidad con El que se produzca el fruto del carácter, las obras buenas y el discernimiento. Eso es lo que complace al Padre!. Él no necesita que tú mismo te empujes por medio de tu autosuficiencia para complacerlo a Él.
Él se deleita al tener intimidad contigo que produce transformación.
Existen aquellos que se corrompen más como resultado de la intimidad. Ellos necesitan ser disciplinados, ellos necesitan ser retados, ellos necesitan que su pecado sea confrontado. Pero Dios entiende como conecto el don de Misericordia.
Tú eres muy diferente del Profeta y de todos los otros dones antes que el tuyo. El Padre dice que cuanto tú eres tan repugnante que Él desea vomitarte de Su boca, allí es cuando Él viene y golpea a tu puerta y por tu diseño y por la forma como Jesús te hizo, cuando tienes intimidad con Cristo, eso es infinitamente transformador en cada parte de tu ser y de tu vida.
Así que Misericordia te suelto para que busques la intimidad desde una pose de imperfección. EN VEZ de sanarte a ti mismo para presentarse a Cristo,
Te suelto para que invites a Cristo a tu mundo lamentable porque es cuando Cristo viene a tu mundo que tu mundo será transformado, y eso es lo que trae mucho placer a tu Padre Celestial.
Hay algunos que necesitan disciplina para ser transformados. Algunos necesitan enseñanza para ser transformados, otros necesitan un severo reproche para ser transformados, pero tu Misericordia, Dios te invita a experimentar la transformación en el contexto de la intimidad.
No es solamente tu primogenitura, es como tú has sido hecho y creado. El Padre conoce tus obras, y Él encuentra gran placer mirando como la intimidad con Él, te limpia, te hace crecer, te transforma y te llena de poder.
Te bendigo Misericordia, siendo quien Dios te creo que fueras, el recipiente de una intimidad extravagante con el Señor Jesús, exactamente cuando estás sucio, desordenado, y confuso.
Te bendigo con una intimidad prospera, y te bendigo para que recibas en todos los niveles que van incrementando en intimidad con tu Amado.
Te bendigo con un desbordamiento para el resto de la comunidad del espíritu con carácter, buenas obras, y discernimiento que has alcanzado por ese tiempo estratégico e indispensable que inviertes en intimidad con Jesucristo.
¡Yo te bendigo en el nombre de Jesucristo el amante máximo de toda la humanidad!
Parte 2
Amado/a, llamo a la porción de tu espíritu de Misericordia a que ponga atención a la Palabra de Dios y a las promesas que Jesús dio a la iglesia de Laodicea en Apocalipsis 3:21‐22. “Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono, El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
Sentado en el Trono representa muchas cosas diferentes. Quizás el concepto central es la majestuosidad, la realeza, la belleza y la elegancia que separa al monarca de la gente común. Y esto es parte intrínseco en tu espíritu, ese es tu ADN, espíritu de Misericordia.
Tú tienes un deseo por la excelencia, un deseo por la presentación excelente, como también el deseo de una inclusión absoluta y una conexión intima con Dios.
Estas dos cosas dentro de ti son las fuerzas que te impulsan. Tú persigues la intimidad con diferentes personas en diferentes maneras. Tú has construido relaciones fuertes con una o dos personas a través de tu vida. Tú tienes la capacidad de desarrollar niveles de intimidad física, emocional y de espíritu a espíritu.
Sin embargo lo más sublime es que tú has sido diseñado tener intimidad con Dios, a experimentar Su Presencia y a tener tu espíritu conectado con Su Espíritu sin necesidad de palabras. Tú has sido diseñado para entender y experimentar todo eso de la intimidad, y aun así, vas a desear mucho más.
Porque tu espíritu sabes que hay un nivel mucho más alto de intimidad.
El Padre lo expresa de alguna manera a través del Trono, porque la intimidad verdadera solo puede venir cuando las personas están en el mismo nivel, personas que en alguna forma son iguales.
Si yo soy el mejor jugador de ajedrez del mundo y tú eres la mejor violinista del mundo, nosotros podremos ser brillantes en nuestro campo, pero no podemos tener una intimidad total porque yo no entiendo el violín y tú no entiendes el juego de ajedrez.
Nosotros podremos tener intimidad en ciertos aspectos pero no la mejor intimidad al menos que los dos experimentemos y podamos compartir la misma pasión.
Así que cualquier nivel de intimidad que tú tengas con el Padre ahora ya sea dulce, buena y Dadora de vida siempre va a ser escasa porque tú estas en el planeta tierra. Aunque tú eres parte de este capítulo de la historia de la humanidad. Tú, aún no estás sentado en el trono. Tú no has experimentado ese nivel de dominio, el ser uno con Cristo en la totalidad sentado a la derecha del Padre. Es allí donde experimentarás esa intimidad con Jesús que solo puede vivirse hasta que hayas llegado allá.
Ahora, también esta toda el área del medio ambiente. El don de Misericordia está profundamente interesado en la belleza alrededor del trono como también la intimidad con Él. El espíritu de Misericordia anhela ver la forma, la configuración, el sonido, el color, la textura y la fragancia en un alineamiento perfecto con absoluta elegancia. Esto es el anhelo del Don de Misericordia: la excelencia en su espíritu que viene de Dios mismo!.
Puede que hayas crecido en un ambiente muy pobre y muy sucio. Puedes haber pasado por tiendas y ni siquiera mirar las vitrinas costosas porque no querías atormentar tu alma. Sin embargo, no interesa que tan poca exposición hayas tenido con la belleza y la excelencia, dentro de tu espíritu hay algo innato y es el anhelo por más y más belleza, más y más elegancia, más y más majestuosidad.
Tú fuiste diseñado por Dios para capturar, saborear y deleitarse en la magnificencia y majestuosidad de un cuadro real más que cualquier otra parte del espíritu.
Tú, Porción de Misericordia celebra la elegancia del trono, la coronación, la pompa y todas las circunstancias que rodean la historia, la suntuosidad y la tradición del trono de un poderoso imperio.
Tú no has estado allí físicamente, pero tu espíritu sabe que ese es el lugar donde tú perteneces.
Así que, porción del espíritu de Misericordia, Te invito a que te adueñes de eso hoy, y que anheles abiertamente la intimidad que viene al estar reinando con Jesucristo.
Anhela la plenitud en tu espíritu que viene de estar rodeado de la belleza máxima, al haber estado en la Corte Celestial que fue hecha de piedras preciosas, con esa Luz del Dios mismo brillando a través de las piedras preciosas, con una amplia difusión de luz y sonido de una manera que aún no podemos comprender.
Tú aún tienes algún recuerdo de eso en tu espíritu porque tú has visto y has estado en el cielo.
Te animo para que acampes allí y anheles más profundamente esa expresión de una belleza majestuosa, de cosas hechas en la proporción de un monarca sobre el imperio entero.
¡Ese es el regalo de Dios para ti! Cualquier cosa que tú hagas aquí en la tierra. No interesa que tan quebrado o fuera de contexto tú te encuentres, o en que grado tan pequeño u horripilante tengas que vivir o trabajar.
Recuerda que esto solo es un capítulo de tu vida. Así que como camines buscando las cosas que Dios te ha ofrecido en Sus términos, esto te preparara para vencer, y para ser uno de aquellos que experimenta la maravilla de estar sentado en el Trono con el Señor Jesucristo a la mano derecha de la Máxima Majestad.
Ese es tu derecho de nacimiento, esa es la promesa de Dios para ti, la compensación que trasciende muy lejos cada pieza horrible que irrita tu alma aquí en la tierra.
Continúa con tus esfuerzos de lograr un microcosmo aquí. Tú nunca lograrás la belleza del Trono celestial ni de su cuarto, pero es tu llamado tratar de encontrar el alineamiento, es tu llamado traer la belleza, traer la expresión del trono aquí en la tierra, de todo lo que has experimentado en el cielo.
Mientras tú estás creando el mejor escenario aquí en la tierra, continúa anhelando lo que esta por venir, porque es tuyo. Ese deseo insaciable por las cosas que son de una proporción majestuosa y con un grado inmenso de riquezas y elegancia en un paquete perfectamente proporcionado. Eso estaba en el corazón de Jesucristo, y eso está en tu espíritu porque tú compartes Su naturaleza divina.
Bendigo tu porción de Misericordia trayendo alguna medida del cielo a la tierra mientras estés aquí, y te bendigo para que nunca pierdas la vista de la majestuosidad que te está esperando en el nuevo cielo y la nueva tierra cuando te sientes con Cristo mismo en el Trono Celestial. Gobierna, Reina, compartiendo la intimidad a un nivel que nunca antes, has experimentado y disfruta el banquete de la belleza alrededor de ti con tu espíritu i
¡Te bendigo en el Nombre que esta sobre todos los otros nombres, Jesucristo, el Rey!
Sentado en el Trono representa muchas cosas diferentes. Quizás el concepto central es la majestuosidad, la realeza, la belleza y la elegancia que separa al monarca de la gente común. Y esto es parte intrínseco en tu espíritu, ese es tu ADN, espíritu de Misericordia.
Tú tienes un deseo por la excelencia, un deseo por la presentación excelente, como también el deseo de una inclusión absoluta y una conexión intima con Dios.
Estas dos cosas dentro de ti son las fuerzas que te impulsan. Tú persigues la intimidad con diferentes personas en diferentes maneras. Tú has construido relaciones fuertes con una o dos personas a través de tu vida. Tú tienes la capacidad de desarrollar niveles de intimidad física, emocional y de espíritu a espíritu.
Sin embargo lo más sublime es que tú has sido diseñado tener intimidad con Dios, a experimentar Su Presencia y a tener tu espíritu conectado con Su Espíritu sin necesidad de palabras. Tú has sido diseñado para entender y experimentar todo eso de la intimidad, y aun así, vas a desear mucho más.
Porque tu espíritu sabes que hay un nivel mucho más alto de intimidad.
El Padre lo expresa de alguna manera a través del Trono, porque la intimidad verdadera solo puede venir cuando las personas están en el mismo nivel, personas que en alguna forma son iguales.
Si yo soy el mejor jugador de ajedrez del mundo y tú eres la mejor violinista del mundo, nosotros podremos ser brillantes en nuestro campo, pero no podemos tener una intimidad total porque yo no entiendo el violín y tú no entiendes el juego de ajedrez.
Nosotros podremos tener intimidad en ciertos aspectos pero no la mejor intimidad al menos que los dos experimentemos y podamos compartir la misma pasión.
Así que cualquier nivel de intimidad que tú tengas con el Padre ahora ya sea dulce, buena y Dadora de vida siempre va a ser escasa porque tú estas en el planeta tierra. Aunque tú eres parte de este capítulo de la historia de la humanidad. Tú, aún no estás sentado en el trono. Tú no has experimentado ese nivel de dominio, el ser uno con Cristo en la totalidad sentado a la derecha del Padre. Es allí donde experimentarás esa intimidad con Jesús que solo puede vivirse hasta que hayas llegado allá.
Ahora, también esta toda el área del medio ambiente. El don de Misericordia está profundamente interesado en la belleza alrededor del trono como también la intimidad con Él. El espíritu de Misericordia anhela ver la forma, la configuración, el sonido, el color, la textura y la fragancia en un alineamiento perfecto con absoluta elegancia. Esto es el anhelo del Don de Misericordia: la excelencia en su espíritu que viene de Dios mismo!.
Puede que hayas crecido en un ambiente muy pobre y muy sucio. Puedes haber pasado por tiendas y ni siquiera mirar las vitrinas costosas porque no querías atormentar tu alma. Sin embargo, no interesa que tan poca exposición hayas tenido con la belleza y la excelencia, dentro de tu espíritu hay algo innato y es el anhelo por más y más belleza, más y más elegancia, más y más majestuosidad.
Tú fuiste diseñado por Dios para capturar, saborear y deleitarse en la magnificencia y majestuosidad de un cuadro real más que cualquier otra parte del espíritu.
Tú, Porción de Misericordia celebra la elegancia del trono, la coronación, la pompa y todas las circunstancias que rodean la historia, la suntuosidad y la tradición del trono de un poderoso imperio.
Tú no has estado allí físicamente, pero tu espíritu sabe que ese es el lugar donde tú perteneces.
Así que, porción del espíritu de Misericordia, Te invito a que te adueñes de eso hoy, y que anheles abiertamente la intimidad que viene al estar reinando con Jesucristo.
Anhela la plenitud en tu espíritu que viene de estar rodeado de la belleza máxima, al haber estado en la Corte Celestial que fue hecha de piedras preciosas, con esa Luz del Dios mismo brillando a través de las piedras preciosas, con una amplia difusión de luz y sonido de una manera que aún no podemos comprender.
Tú aún tienes algún recuerdo de eso en tu espíritu porque tú has visto y has estado en el cielo.
Te animo para que acampes allí y anheles más profundamente esa expresión de una belleza majestuosa, de cosas hechas en la proporción de un monarca sobre el imperio entero.
¡Ese es el regalo de Dios para ti! Cualquier cosa que tú hagas aquí en la tierra. No interesa que tan quebrado o fuera de contexto tú te encuentres, o en que grado tan pequeño u horripilante tengas que vivir o trabajar.
Recuerda que esto solo es un capítulo de tu vida. Así que como camines buscando las cosas que Dios te ha ofrecido en Sus términos, esto te preparara para vencer, y para ser uno de aquellos que experimenta la maravilla de estar sentado en el Trono con el Señor Jesucristo a la mano derecha de la Máxima Majestad.
Ese es tu derecho de nacimiento, esa es la promesa de Dios para ti, la compensación que trasciende muy lejos cada pieza horrible que irrita tu alma aquí en la tierra.
Continúa con tus esfuerzos de lograr un microcosmo aquí. Tú nunca lograrás la belleza del Trono celestial ni de su cuarto, pero es tu llamado tratar de encontrar el alineamiento, es tu llamado traer la belleza, traer la expresión del trono aquí en la tierra, de todo lo que has experimentado en el cielo.
Mientras tú estás creando el mejor escenario aquí en la tierra, continúa anhelando lo que esta por venir, porque es tuyo. Ese deseo insaciable por las cosas que son de una proporción majestuosa y con un grado inmenso de riquezas y elegancia en un paquete perfectamente proporcionado. Eso estaba en el corazón de Jesucristo, y eso está en tu espíritu porque tú compartes Su naturaleza divina.
Bendigo tu porción de Misericordia trayendo alguna medida del cielo a la tierra mientras estés aquí, y te bendigo para que nunca pierdas la vista de la majestuosidad que te está esperando en el nuevo cielo y la nueva tierra cuando te sientes con Cristo mismo en el Trono Celestial. Gobierna, Reina, compartiendo la intimidad a un nivel que nunca antes, has experimentado y disfruta el banquete de la belleza alrededor de ti con tu espíritu i
¡Te bendigo en el Nombre que esta sobre todos los otros nombres, Jesucristo, el Rey!