4.º DON DE REDENCIÓN
De Individuos
De Individuos
Exhortador
Este es el cuarto de los dones, y parece ser el primero creado por Dios con la intención de traer cambios en el mundo. Muchas cosas estratégicas que han ocurrido en la historia secular y espiritual del hombre; han sucedido de la mano de un exhortador.
Características del Comportamiento Exterior
Es el más fácil de identificar, alguien dijo una vez que el exhortador es una fiesta buscando un lugar donde quedarse. Hay un enfoque horizontal, hacia las relaciones con los demás. Saben sentarse junto a un extraño y encontrar la llave de su corazón en poco tiempo.
Tienden a ser gobernados por relaciones y persuasión, más que por principios. En un contexto administrativo, tienden a buscar varias opiniones antes de tomar una decisión; espera a escuchar a lo que los demás piensan antes de actuar. No está equivocado, pero es una señal de carnalidad, tiende a achicarse ante lo que Dios quiere que haga, por la tendencia de llegar con la aprobación de las personas a su alrededor. El profeta es totalmente opuesto, si esto es de
Dios, y Dios me lo dijo; lo hago, y lo hago ahora; no importa si me siguen o no. El exhortador está más a tono en cuanto a la cantidad de tiempo que se toma una persona antes de actuar frente a una nueva idea. Muchas veces encontramos a un profeta trayendo una nueva palabra en una comunidad; causando un cierto tipo de reacción; la cual, si luego es tomada por un exhortador, quien también es visionario; va a tener un mayor impacto al presentarla y explicarla en forma comprensible; y por tener la habilidad de llegar a sus corazones.
Ejemplos Bíblicos
Vemos a por lo menos tres personas con este don. Moisés, Jeremías y Pablo. Todos cambiaron al mundo, en diferentes formas, y tiempos, todos tenían relaciones intensas, todos lograron mucho más que sus pares. Tipifican no solo lo que Dios hace a través de ellos (los exhortadores), sino que también vemos lo que Dios hace EN ellos; lo que Dios tiene que hacer para equipar, y preparar al exhortador, para traer los cambios que Dios quiere que traiga.
El Cuarto Día de la Creación
Leamos Génesis 1:14- 19. Al mirar la creación me maravillo al ver la diversidad de lo que Dios creó. No hay mayor diversidad en la creación, que las estrellas.
Las hemos estudiado por generaciones; y cuanto más grande es el telescopio, o el vehículo espacial enviado a estudiarlas; más nos maravillamos y vemos lo infinito de ellas, galaxia tras galaxia. Aún con toda la tecnología que tenemos, nos es imposible estudiarlas por ser infinitas.
Esto es parte de la imagen del exhortador, lo vasto de su llamado, la diversidad de aquellos que son incluidos en él; y la diversidad y cantidad de personas con las cuales tiene que relacionarse a lo largo de su ministerio.
El segundo componente del cuarto día, es la creación del Sol. Por un tiempo estudié el uso de la palabra gobernar. Porque el Sol debe gobernar el día, y la Luna la noche. Mirando el hebreo vemos que la palabra gobernar es muy fuerte y enfática Y al mirar a los exhortadores que conozco, y conozco a muchos; veo que el estar en una posición de gobierno o de liderazgo no es una de las cosas más importantes o primarias en sus vidas, son muy amados y les agradan más las relaciones que el dominar.
Con el tiempo entendí que la forma de gobernar del exhortador es pasiva, en relación de grupo. El Sol sale y brilla sobre todos, si alguien decide estar a la sombra el Sol no fuerza sus rayos hacia esa persona, es un gobierno pasivo. Imaginemos un árbol, sano, recibe buena hidratación por sus raíces, es fuerte, etc. Todo está allí para que se reproduzca y funcione; pero necesita de la luz del Sol para poder realizar la fotosíntesis; para recibir el dióxido de carbono y producir oxígeno. No importa cuan grande sea el árbol, depende de los rayos del sol para subsistir. Y el sol, incide en el crecimiento del árbol, dependiendo este, de la cantidad de rayos solares que recibe. En los lugares tropicales, donde los rayos del sol son verticales, la vegetación es más abundante que en un polo donde los rayos dan perpendicularmente.
La Luna provee luz en la noche, señorea. No provee luz para realizar la fotosíntesis; sino que la gran contribución de la Luna es el campo gravitacional que controla los océanos; es por esta fuerza, que ejerce sobre la Tierra que tenemos las mareas altas y bajas. El hombre no puede dar un número aproximado de la cantidad de agua en movimiento. La mayoría de las condiciones del tiempo de la Tierra son controladas por la Luna, las mareas y la interacción del Sol y la Luna.
La Primogenitura del Exhortador
Habiendo establecido esta analogía; vemos al exhortador gobernando por medio de la provisión. Aún la geografía tiene que ver en esta analogía; porque los dones que hemos visto hasta ahora, tienen lugar en la atmósfera, en la Tierra.
Pero de repente dejamos la Tierra, el Mar, la Vegetación y la atmósfera y nos vamos al espacio exterior.
Y esta es la clave para entender al exhortador. Por naturaleza, superficialmente él se relaciona, interactúa, halla el camino para llegar al corazón de los demás; inspira, moviliza y exhorta. Pero yendo más allá; ¿qué es lo que el exhortador tiene que dar a la gente?,
Miremos a Moisés; el haber guiado a Israel fuera de Egipto, fue algo grande; esto es lo superficial; Dios se reveló a Israel y al mundo entero a través de Israel. Lo primero que Moisés le preguntó a Dios en la zarza fue “¿quién eres?”. A lo cual Dios respondió, “Yo soy el que soy”. Aún las señales que experimentó allí; fueron una enseñanza acerca de la persona de Dios. Pensemos que todo lo que el pueblo tenía, era la memoria del Dios de 400 años atrás, del Dios de Abraham, Isaac y de Jacob. Moisés trajo nueva revelación, nueva manifestación, nuevas verdades, etc.
Miremos Éxodo 1:8-10; “Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José: y dijo a su pueblo: He aquí que el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra”.
El pueblo no recordaba la promesa del pacto, la ignorancia causó la esclavitud. Y Moisés vino a traer esto. Este es el rol del exhortador, traer la verdad, el conocimiento de Dios. Recuerdo el versículo en Daniel 11:32 que habla de los duros tiempos por venir; nos cuenta que lo tremendo delante de Dios, es cuando su pueblo no le conoce; y más que ningún otro don; es el exhortador quien puede traer revelación al pueblo, acerca de quién y cómo es Dios; y a cómo actúa en cada situación. Dios ha llamado al exhortador a inspirar al pueblo para que conozca a su Dios.
Mucho de lo que sucede en la iglesia hoy en día no es muy diferente al mundo de los negocios; en lo secular, los individuos pueden ser inspirados, movilizados; pero Dios no está buscando organizaciones, no necesita de la intervención humana para mostrar Su poder; Él está buscando a exhortadores que conocen a su Dios, que pueden mostrarlo al pueblo y llevarlo a conocerlo.
Otra característica del exhortador es que él puede ver a Dios a través de la Escritura. No le es difícil abrir la Palabra y encontrar los tesoros escondidos. Fue un exhortador quien me mostró la diferencia entre los dones de manifestación y los de redención.
El Campo de batalla del Exhortador
Si regresamos a Génesis 1; vemos como desde el principio hubo mañana y tarde en cada día. Pero recién en el cuarto, aparecen las lumbreras utilizadas por el hombre para contar los años, estaciones, etc. El tiempo es el campo de batalla del exhortador. Cuando está viviendo en el tiempo de Dios, todo está bien no hay atajos para él. No hay forma por la cual él pueda acercarse y saltear tiempos en la presencia de Dios. No puede recibir una clase, o una impartición especial a través de la cual puede conocer a su Dios en forma inmediata. La primogenitura y la unción no van a venir hasta que el exhortador pase suficiente tiempo en la presencia de Dios, descubriéndole en Su Palabra; y conociendo que es lo que Dios quiere revelar a través de su vida; para las generaciones futuras.
Comparación del Profeta y el Exhortador
Lo haremos comparando al extremadamente carnal en ambos casos. El profeta carnal confronta, no le interesan las relaciones, piensa que las verdades deben ser tomadas con seriedad, y que el conocimiento de ellas es inexcusable para toda persona. No le importa cuan herida terminé la persona, si hay que enfrentarla con la verdad; lo hace.
El exhortador tiene la clave para llegar al corazón de todos, puede relacionarse con todos, puede acercarse a cualquiera y decirles cualquier cosa; pero por no querer herirlos, o por no tener nada de Dios para llenar sus corazones; su charla queda ahí, en cosas banales. La clave es tener un tiempo a solas con Dios, llenarse de Él, para poder cambiar vidas
Los 7 Nombres Compuestos de Jehová
El cuarto nombre compuesto le fue revelado a Gedeón, Jehová-Shalom, en el contexto del problema con los Madianitas. Israel había pecado, los Madianitas los estaban oprimiendo, Israel clamó a Dios, Dios se le rebeló a Gedeón de forma inesperada, y le dijo: “Yo estoy contigo poderoso guerrero”; y si hacemos una traducción a nuestros días; Gedeón replicó:
“Si, seguro, ¿no?”. Él había escuchado acerca de Dios, había leído sobre los milagros del pasado; pero para ser honestos, en estos últimos tiempos Le he visto
(a Dios); alrededor mío. Lo único que he visto es a los Madianitas por doquier. Por lo que le tomó a Dios un tiempo revelarse a Gedeón, y a través de diversas pruebas, y milagros, sacrificios, etc. Gedeón dijo: “Jehová-Shalom”, (Jehová es paz).
La historia es significativa, porque la única cosa que cambió después de todas las pruebas, fue la percepción de Gedeón hacia Dios. Seguía en el mismo territorio, los Madianitas todavía estaban allí, no había ejército, ni plan de batalla, el único cambio fue que antes Gedeón veía a Dios como a uno que no se interesaba por su pueblo; como a uno que se había olvidado, distante, lejos. Y que ahora este mismo Dios estaba cerca, hablaba; como a un Dios que quiere a Su pueblo, que se interesa, que está ahí cuando lo necesita.
Esta es la clásica situación del exhortador. El tema no es la situación en la cual te encuentras, sino en cómo ves a tu Dios. Gedeón trajo el mensaje a Israel en cuanto a que Dios estaba presente, a que Él era Su Dios; y les iba a dar la victoria.
Pero había más; porque Dios siguió revelándose a Él, y le pidió que tomara el altar a Baal que tenía su padre, y que corte el altar a Asera; que construyera un altar a Jehová en la cumbre del peñasco y que tome dos toros, (de los mejores que tenía su padre); y que los sacrifique en holocausto con la madera del altar a Asera. Pero temiendo hacerlo de día, lo hizo de noche. A la mañana siguiente, una multitud estaba esperándole en la puerta de su casa. Pensemos por un momento, ¿por qué estaba este altar en la casa de Gedeón? Porque el padre de Gedeón era un idólatra, y seguramente Gedeón se preguntaba en ese momento, “¿por qué hice ese voto?, ahora voy a morir”. La gente pedía que lo sacaran afuera para matarle. Y su padre dijo: “Si Baal es dios que contienda por sí mismo con el que derribó el altar” Y el pueblo dijo, es una buena idea; Y Gedeón debe de haber dicho; no entiendo nada, mi padre ayer era un idólatra, hoy es otra persona.
Lo que Dios le había enseñado el día anterior, era que Él era un Dios que se preocupaba por Su pueblo, al día siguiente, Gedeón entendió que este mismo Dios; se preocupaba por él. Por lo que en la siguiente escena, cuando Gedeón pide señal con el vellón; lo hace cuestionando el carácter de Dios, no para saber si era voluntad de Dios que fuera a la guerra; Dios ya le había hablado muchísimas veces sobre lo que debía hacer. Si no, ¿puedo confiar en Dios?, si me responde en lo natural, me responderá también en mi causa. Y fue a través de esas experiencias que Gedeón aprendió a conocer a su Dios en forma personal; y de estas experiencias con Dios, Gedeón se convirtió en alguien con autoridad.
Pensemos en esto un momento, en II de Corintios 1:4 dice que Dios nos consuela, para que nosotros consolemos a los que están en tribulación. Dios no necesita a ninguna persona para revelarse a otros, se le reveló a Saulo en el camino a Damasco, a Gedeón, a Jonás; es decir, es perfectamente capaz de revelarse uno por uno. Pero a Dios le agrada revelarse a una persona, para que esta a su vez, comparta su experiencia vivida con otros, y así llegar a muchos. Porque, ¿quién puede retarnos o desafiarnos a que lo que decimos no es verdad; cuando nosotros lo hemos vivido en carne propia?, cuando Dios se nos ha revelado en experiencias de nuestras vidas cotidiana, cuando la autoridad se refleja en nuestras palabras por la vida que se transmite a través de nuestros relatos Y esto es lo que Dios hace con el exhortador; lo pone en medio de situaciones difíciles para revelarse a él, porque la verdad vivida en carne propia, es transmitida efectivamente, y construye autoridad en la vida del exhortador. Y puede pararse delante de 300 hombres y decirles: “vamos a la guerra”, y escuchar la respuesta; “vamos”.
Por lo que la revelación de Dios como Jehová-Shalom es para el exhortador, Yo soy tu Dios, yo me revelaré a ti a través de las experiencias, y compartirás el mensaje de tus experiencias con los que te rodean. Pero si no conoce a su Dios, y no vive las experiencias, si las verdades extraídas de la Palabra no le son reveladas y vividas en carne propia; no va a tener la autoridad para cambiar las vidas de los que están a su alrededor. Debes tener tu tiempo a solas con Dios, dejar las relaciones horizontales por momentos; para desarrollar tu relación vertical con Dios, para ser efectivo en el cumplimiento de tu llamado.
Características del Comportamiento Exterior
Es el más fácil de identificar, alguien dijo una vez que el exhortador es una fiesta buscando un lugar donde quedarse. Hay un enfoque horizontal, hacia las relaciones con los demás. Saben sentarse junto a un extraño y encontrar la llave de su corazón en poco tiempo.
- Tiene la capacidad de cruzar todo tipo de barrera; social, racial, económica, y religiosa. Nunca olvidaré un episodio de mi vida, tenía 9 años, estaba entre un grupo de personas en Disneyland. Una de las personas del grupo era una exhortadora. Un poquito gordita, llegó a la entrada y se sentó en un banquillo; a los cinco minutos se había hecho amiga de una persona que estaba allí. A los ocho minutos, le estaba testificando; y la persona estaba encantada. Fue una experiencia modelo para mí. El resto del día fuimos de un juego a otro, y ella se pasó de un banquito al otro, testificando a unos y a otros, sin ningún tipo de dificultad para relacionarse con todo tipo de personas. La capacidad de relacionarse, de agradar a las personas, de llegar a ellas; y de abordar temas profundos con perfectos desconocidos, es innato en el exhortador. Nadie evangeliza como el exhortador. Hay una unción incomparable, para encontrarse en la situación más difícil, y aun así poder compartir el evangelio. Mientras el siervo tiene unción para los casos más difíciles, que le pueden llevar años; Dios usa al exhortador para alcanzar a todo tipo de persona.
- Puede tener la más larga discusión, o desacuerdo; sin llegar a pelearse. Es tremendo como el exhortador puede expresar sus ideas sin llegar a romper la relación con quien discute. Es sumamente habilidoso forjando y manteniendo relaciones. Lo increíble de esto es que no les gusta estar solos. Necesitan estar rodeados de gente. Aún en pequeñas actividades, prefieren compartirlas con otros.
- Tiende a ser el mejor comunicador de todos. El maestro es muy bueno enseñando, pero el exhortador es más elocuente, mientras el profeta es muy apasionado, el exhortador puede llevar el mensaje de Dios y llegar al corazón de todo el que lo escucha.
- Es muy flexible, y rápido para visualizar nuevas oportunidades; puede dejar cualquier plan que estaba en marcha si entiende que hay algo nuevo que Dios está haciendo; aprovecha lo que Dios está haciendo en el momento. No son intimidados por nuevas ideas o verdades; de hecho, es un visionario, ve aún más allá del profeta. El profeta puede ver profundamente, pero el exhortador ve a lo largo y a lo ancho; él ve a la gran cantidad de personas que pueden ser ministradas y ayudadas.
Tienden a ser gobernados por relaciones y persuasión, más que por principios. En un contexto administrativo, tienden a buscar varias opiniones antes de tomar una decisión; espera a escuchar a lo que los demás piensan antes de actuar. No está equivocado, pero es una señal de carnalidad, tiende a achicarse ante lo que Dios quiere que haga, por la tendencia de llegar con la aprobación de las personas a su alrededor. El profeta es totalmente opuesto, si esto es de
Dios, y Dios me lo dijo; lo hago, y lo hago ahora; no importa si me siguen o no. El exhortador está más a tono en cuanto a la cantidad de tiempo que se toma una persona antes de actuar frente a una nueva idea. Muchas veces encontramos a un profeta trayendo una nueva palabra en una comunidad; causando un cierto tipo de reacción; la cual, si luego es tomada por un exhortador, quien también es visionario; va a tener un mayor impacto al presentarla y explicarla en forma comprensible; y por tener la habilidad de llegar a sus corazones.
Ejemplos Bíblicos
Vemos a por lo menos tres personas con este don. Moisés, Jeremías y Pablo. Todos cambiaron al mundo, en diferentes formas, y tiempos, todos tenían relaciones intensas, todos lograron mucho más que sus pares. Tipifican no solo lo que Dios hace a través de ellos (los exhortadores), sino que también vemos lo que Dios hace EN ellos; lo que Dios tiene que hacer para equipar, y preparar al exhortador, para traer los cambios que Dios quiere que traiga.
El Cuarto Día de la Creación
Leamos Génesis 1:14- 19. Al mirar la creación me maravillo al ver la diversidad de lo que Dios creó. No hay mayor diversidad en la creación, que las estrellas.
Las hemos estudiado por generaciones; y cuanto más grande es el telescopio, o el vehículo espacial enviado a estudiarlas; más nos maravillamos y vemos lo infinito de ellas, galaxia tras galaxia. Aún con toda la tecnología que tenemos, nos es imposible estudiarlas por ser infinitas.
Esto es parte de la imagen del exhortador, lo vasto de su llamado, la diversidad de aquellos que son incluidos en él; y la diversidad y cantidad de personas con las cuales tiene que relacionarse a lo largo de su ministerio.
El segundo componente del cuarto día, es la creación del Sol. Por un tiempo estudié el uso de la palabra gobernar. Porque el Sol debe gobernar el día, y la Luna la noche. Mirando el hebreo vemos que la palabra gobernar es muy fuerte y enfática Y al mirar a los exhortadores que conozco, y conozco a muchos; veo que el estar en una posición de gobierno o de liderazgo no es una de las cosas más importantes o primarias en sus vidas, son muy amados y les agradan más las relaciones que el dominar.
Con el tiempo entendí que la forma de gobernar del exhortador es pasiva, en relación de grupo. El Sol sale y brilla sobre todos, si alguien decide estar a la sombra el Sol no fuerza sus rayos hacia esa persona, es un gobierno pasivo. Imaginemos un árbol, sano, recibe buena hidratación por sus raíces, es fuerte, etc. Todo está allí para que se reproduzca y funcione; pero necesita de la luz del Sol para poder realizar la fotosíntesis; para recibir el dióxido de carbono y producir oxígeno. No importa cuan grande sea el árbol, depende de los rayos del sol para subsistir. Y el sol, incide en el crecimiento del árbol, dependiendo este, de la cantidad de rayos solares que recibe. En los lugares tropicales, donde los rayos del sol son verticales, la vegetación es más abundante que en un polo donde los rayos dan perpendicularmente.
La Luna provee luz en la noche, señorea. No provee luz para realizar la fotosíntesis; sino que la gran contribución de la Luna es el campo gravitacional que controla los océanos; es por esta fuerza, que ejerce sobre la Tierra que tenemos las mareas altas y bajas. El hombre no puede dar un número aproximado de la cantidad de agua en movimiento. La mayoría de las condiciones del tiempo de la Tierra son controladas por la Luna, las mareas y la interacción del Sol y la Luna.
La Primogenitura del Exhortador
Habiendo establecido esta analogía; vemos al exhortador gobernando por medio de la provisión. Aún la geografía tiene que ver en esta analogía; porque los dones que hemos visto hasta ahora, tienen lugar en la atmósfera, en la Tierra.
Pero de repente dejamos la Tierra, el Mar, la Vegetación y la atmósfera y nos vamos al espacio exterior.
Y esta es la clave para entender al exhortador. Por naturaleza, superficialmente él se relaciona, interactúa, halla el camino para llegar al corazón de los demás; inspira, moviliza y exhorta. Pero yendo más allá; ¿qué es lo que el exhortador tiene que dar a la gente?,
- Cuál es ese fruto, ese entendimiento que la gente necesita?. Y la respuesta es simplemente; el conocimiento de Dios. El exhortador debe conocer a Dios, debe entender de la escritura y por sus propias experiencias quien es Dios. Y es esta revelación de Dios, la aplicación de su persona a cada caso en particular, en cada cultura; lo que el exhortador aporta. Esa es la llave perdida, que el exhortador trae a nosotros, para gobernar, controlar, moldear el mover de Dios en el cuerpo de Cristo.
Miremos a Moisés; el haber guiado a Israel fuera de Egipto, fue algo grande; esto es lo superficial; Dios se reveló a Israel y al mundo entero a través de Israel. Lo primero que Moisés le preguntó a Dios en la zarza fue “¿quién eres?”. A lo cual Dios respondió, “Yo soy el que soy”. Aún las señales que experimentó allí; fueron una enseñanza acerca de la persona de Dios. Pensemos que todo lo que el pueblo tenía, era la memoria del Dios de 400 años atrás, del Dios de Abraham, Isaac y de Jacob. Moisés trajo nueva revelación, nueva manifestación, nuevas verdades, etc.
Miremos Éxodo 1:8-10; “Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José: y dijo a su pueblo: He aquí que el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra”.
El pueblo no recordaba la promesa del pacto, la ignorancia causó la esclavitud. Y Moisés vino a traer esto. Este es el rol del exhortador, traer la verdad, el conocimiento de Dios. Recuerdo el versículo en Daniel 11:32 que habla de los duros tiempos por venir; nos cuenta que lo tremendo delante de Dios, es cuando su pueblo no le conoce; y más que ningún otro don; es el exhortador quien puede traer revelación al pueblo, acerca de quién y cómo es Dios; y a cómo actúa en cada situación. Dios ha llamado al exhortador a inspirar al pueblo para que conozca a su Dios.
Mucho de lo que sucede en la iglesia hoy en día no es muy diferente al mundo de los negocios; en lo secular, los individuos pueden ser inspirados, movilizados; pero Dios no está buscando organizaciones, no necesita de la intervención humana para mostrar Su poder; Él está buscando a exhortadores que conocen a su Dios, que pueden mostrarlo al pueblo y llevarlo a conocerlo.
Otra característica del exhortador es que él puede ver a Dios a través de la Escritura. No le es difícil abrir la Palabra y encontrar los tesoros escondidos. Fue un exhortador quien me mostró la diferencia entre los dones de manifestación y los de redención.
El Campo de batalla del Exhortador
Si regresamos a Génesis 1; vemos como desde el principio hubo mañana y tarde en cada día. Pero recién en el cuarto, aparecen las lumbreras utilizadas por el hombre para contar los años, estaciones, etc. El tiempo es el campo de batalla del exhortador. Cuando está viviendo en el tiempo de Dios, todo está bien no hay atajos para él. No hay forma por la cual él pueda acercarse y saltear tiempos en la presencia de Dios. No puede recibir una clase, o una impartición especial a través de la cual puede conocer a su Dios en forma inmediata. La primogenitura y la unción no van a venir hasta que el exhortador pase suficiente tiempo en la presencia de Dios, descubriéndole en Su Palabra; y conociendo que es lo que Dios quiere revelar a través de su vida; para las generaciones futuras.
Comparación del Profeta y el Exhortador
Lo haremos comparando al extremadamente carnal en ambos casos. El profeta carnal confronta, no le interesan las relaciones, piensa que las verdades deben ser tomadas con seriedad, y que el conocimiento de ellas es inexcusable para toda persona. No le importa cuan herida terminé la persona, si hay que enfrentarla con la verdad; lo hace.
El exhortador tiene la clave para llegar al corazón de todos, puede relacionarse con todos, puede acercarse a cualquiera y decirles cualquier cosa; pero por no querer herirlos, o por no tener nada de Dios para llenar sus corazones; su charla queda ahí, en cosas banales. La clave es tener un tiempo a solas con Dios, llenarse de Él, para poder cambiar vidas
Los 7 Nombres Compuestos de Jehová
El cuarto nombre compuesto le fue revelado a Gedeón, Jehová-Shalom, en el contexto del problema con los Madianitas. Israel había pecado, los Madianitas los estaban oprimiendo, Israel clamó a Dios, Dios se le rebeló a Gedeón de forma inesperada, y le dijo: “Yo estoy contigo poderoso guerrero”; y si hacemos una traducción a nuestros días; Gedeón replicó:
“Si, seguro, ¿no?”. Él había escuchado acerca de Dios, había leído sobre los milagros del pasado; pero para ser honestos, en estos últimos tiempos Le he visto
(a Dios); alrededor mío. Lo único que he visto es a los Madianitas por doquier. Por lo que le tomó a Dios un tiempo revelarse a Gedeón, y a través de diversas pruebas, y milagros, sacrificios, etc. Gedeón dijo: “Jehová-Shalom”, (Jehová es paz).
La historia es significativa, porque la única cosa que cambió después de todas las pruebas, fue la percepción de Gedeón hacia Dios. Seguía en el mismo territorio, los Madianitas todavía estaban allí, no había ejército, ni plan de batalla, el único cambio fue que antes Gedeón veía a Dios como a uno que no se interesaba por su pueblo; como a uno que se había olvidado, distante, lejos. Y que ahora este mismo Dios estaba cerca, hablaba; como a un Dios que quiere a Su pueblo, que se interesa, que está ahí cuando lo necesita.
Esta es la clásica situación del exhortador. El tema no es la situación en la cual te encuentras, sino en cómo ves a tu Dios. Gedeón trajo el mensaje a Israel en cuanto a que Dios estaba presente, a que Él era Su Dios; y les iba a dar la victoria.
Pero había más; porque Dios siguió revelándose a Él, y le pidió que tomara el altar a Baal que tenía su padre, y que corte el altar a Asera; que construyera un altar a Jehová en la cumbre del peñasco y que tome dos toros, (de los mejores que tenía su padre); y que los sacrifique en holocausto con la madera del altar a Asera. Pero temiendo hacerlo de día, lo hizo de noche. A la mañana siguiente, una multitud estaba esperándole en la puerta de su casa. Pensemos por un momento, ¿por qué estaba este altar en la casa de Gedeón? Porque el padre de Gedeón era un idólatra, y seguramente Gedeón se preguntaba en ese momento, “¿por qué hice ese voto?, ahora voy a morir”. La gente pedía que lo sacaran afuera para matarle. Y su padre dijo: “Si Baal es dios que contienda por sí mismo con el que derribó el altar” Y el pueblo dijo, es una buena idea; Y Gedeón debe de haber dicho; no entiendo nada, mi padre ayer era un idólatra, hoy es otra persona.
Lo que Dios le había enseñado el día anterior, era que Él era un Dios que se preocupaba por Su pueblo, al día siguiente, Gedeón entendió que este mismo Dios; se preocupaba por él. Por lo que en la siguiente escena, cuando Gedeón pide señal con el vellón; lo hace cuestionando el carácter de Dios, no para saber si era voluntad de Dios que fuera a la guerra; Dios ya le había hablado muchísimas veces sobre lo que debía hacer. Si no, ¿puedo confiar en Dios?, si me responde en lo natural, me responderá también en mi causa. Y fue a través de esas experiencias que Gedeón aprendió a conocer a su Dios en forma personal; y de estas experiencias con Dios, Gedeón se convirtió en alguien con autoridad.
Pensemos en esto un momento, en II de Corintios 1:4 dice que Dios nos consuela, para que nosotros consolemos a los que están en tribulación. Dios no necesita a ninguna persona para revelarse a otros, se le reveló a Saulo en el camino a Damasco, a Gedeón, a Jonás; es decir, es perfectamente capaz de revelarse uno por uno. Pero a Dios le agrada revelarse a una persona, para que esta a su vez, comparta su experiencia vivida con otros, y así llegar a muchos. Porque, ¿quién puede retarnos o desafiarnos a que lo que decimos no es verdad; cuando nosotros lo hemos vivido en carne propia?, cuando Dios se nos ha revelado en experiencias de nuestras vidas cotidiana, cuando la autoridad se refleja en nuestras palabras por la vida que se transmite a través de nuestros relatos Y esto es lo que Dios hace con el exhortador; lo pone en medio de situaciones difíciles para revelarse a él, porque la verdad vivida en carne propia, es transmitida efectivamente, y construye autoridad en la vida del exhortador. Y puede pararse delante de 300 hombres y decirles: “vamos a la guerra”, y escuchar la respuesta; “vamos”.
Por lo que la revelación de Dios como Jehová-Shalom es para el exhortador, Yo soy tu Dios, yo me revelaré a ti a través de las experiencias, y compartirás el mensaje de tus experiencias con los que te rodean. Pero si no conoce a su Dios, y no vive las experiencias, si las verdades extraídas de la Palabra no le son reveladas y vividas en carne propia; no va a tener la autoridad para cambiar las vidas de los que están a su alrededor. Debes tener tu tiempo a solas con Dios, dejar las relaciones horizontales por momentos; para desarrollar tu relación vertical con Dios, para ser efectivo en el cumplimiento de tu llamado.