2.º DON DE REDENCIÓN
De Individuos
De Individuos
Siervo
El segundo de los dones de redención es el don de siervo. Es evidente que vivimos en una cultura en la cual el servir no tiene mucha honra; una sociedad en la cual se enfatiza sobre la individualidad de las personas. Pero aunque sabemos que para el hombre es así, el siervo es de gran importancia delante de los ojos de Dios; es el segundo en la lista de los dones de redención, y vital como el resto de los mismos.
Características del Comportamiento exterior
• El siervo ve las necesidades, principalmente las externas; como alimento, vestido, etc. y siempre está pronto a cubrir esas necesidades. Tiende más que ningún otro don a tener un espíritu de víctima. No es una parte clave en el ADN del don, sino una falta de comprensión del don. La voluntad de querer cubrir las necesidades, muchas veces lleva al siervo a ser explotado por aquellos que están buscando solo ayuda, en vez de un compañero en el ministerio.
• Frecuentemente es imposible para el siervo decir no, ante la demanda de ayuda. Hay un deseo tan grande de cubrir necesidades, y de agradar a todos, que sus agendas por lo general están tapadas de citas y actividades; y por lo general la que más sufre las consecuencias es la familia, particularmente si está involucrado en el ministerio.
• Uno de los indicadores de una mujer con el don de siervo, se hace evidente cuando eres invitado a comer en su casa. Siempre va a hacer un comentario en cuanto a que las papas no se doraron del todo, la carne no está a punto, etc, etc. Hay una falta de habilidad en cuanto a aceptar elogios de otros, o de ella misma.
• Tiene muy pocos enemigos, si es que tiene alguno. Y parte de esto es porque están siempre prontos a honrar y a extender honra hacia otros. De hecho, llegan al punto de excusarse por los demás.
Mi abuela tenía este don; y nosotros no entendíamos porque ella siempre era propensa a ver lo mejor en cada uno de sus nietos. Uno de mis primos dejó el colegio varias veces y tenía alrededor de 20 años; sin dirección, sin carrera, trabajando en hamburguesería, sin hacer, ni ir a ninguna parte. Nosotros lo cargábamos todo el tiempo, ridiculizando su falta de progreso. Mi abuela siempre podía ver lo mejor en él, lo honraba y creía en él. Ese es uno de los puntos fuertes del siervo.
• Hay una ira guardada en el siervo, que se manifiesta solo algunas veces, e invariablemente tiene que ver con algún asunto de lealtad. No están enojados porque alguien les hizo algo a ellos, sino porque le han causado daño a algún amigo, especialmente si tiene que ver con algún miembro de su familia. La lealtad a la familia es muy premiada en el siervo.
• Tienden también a guardar de todo, no en forma muy ordenada, quizás ni siquiera pueden encontrar lo que buscan, pero les gusta guardar cosas.
• Trabajan muy duro, y un problema con el que se enfrentan a menudo es que al no saber servir, se encuentran en posiciones de “ayudadores”. En organizaciones donde vemos liderazgo carnal, e inmaduro, vamos a encontrar a líderes sin habilidades administrativas, rodeados de “siervos”, que están constantemente arreglando los líos en que se metieron, salvando las ineficiencias, y haciéndolos quedar bien; lo malo es que al final el liderazgo, no crece ni desarrolla carácter cristiano. Este es un escenario muy común que obviamente, no está bien delante de los ojos de Dios. Un buen siervo enseña y entrena, no solo ayuda.
• Otro indicador del siervo, es que parece que atrae deshonra. Especialmente en el hogar. Es normal hallar al siervo como el hazmerreír de la casa, constantemente recibe burla. Tiene un imán para esto, al punto de convertirse en una patología familiar, porque el siervo, nunca parece levantarse y decir basta a la deshonra.
• Por el contrario, es particular en él, el querer ganar en todos los juegos de mesa; a expensas de otro si es necesario. Sirve a todos a su alrededor, pero si lo ponemos en competición, sale un gen oculto que lo lleva a querer ganar y a competir con todas sus garras.
• Un indicador negativo de un siervo inmaduro, es la negación en cuanto a sus hijos. Tiende a malcriar a sus hijos, cubriendo toda necesidad, en todo tiempo; y al crecer sus hijos por lo general son muy inmaduros y maleducados, pero el siervo va a tapar todos los errores y a cubrirlos con excusas, con tal de no mostrar el hecho de que su hijo posee un mal carácter, por ser maleducado.
• La característica más llamativa que nos ayuda a descubrir al siervo es el hecho de que ellos son de los más honestos, sinceros y confiables. Es por eso que los líderes terminan siempre con ellos a su alrededor. Todos los demás pueden servir pero siempre van a esperar recibir algo del líder; el siervo no. Nunca invierte con su mirada en el día en que pueda cobrarse un favor. Hay una integridad, una simplicidad, una honestidad implacable en él.
Bíblicamente hallamos a varias personas con el don de siervo, la reina Ester, José en el N.T.; Bernabé, Simeón (hijo de Jacob), Timoteo y Ananías quien ministró a Saulo en Damasco.
Los 7 Días de la Creación
Leer Génesis 1:6-8. (“Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo”.
En el segundo día Dios creó la atmósfera, y el cuerpo de aguas al que colectivamente llamamos océano. La atmósfera es una imagen interesante en el siervo, porque el siervo prefiere no ser visto. Vemos las nubes, el cielo, pero no vemos el aire. Lo apreciamos y sabemos que está ahí, lo utilizamos, pero no lo vemos. Y es así, el siervo está involucrado en muchas cosas diferentes, pero no lo vemos debajo del reflector. De hecho, el siervo puede sentirse avergonzado, y fuera de lugar, cuando la atención se enfoca en él.
El siervo, así como la atmósfera son vitales para la vida. Podemos pasar días sin comida ni bebida, pero ni siquiera 4 minutos sin oxígeno. Es por esto que el siervo es tan importante y crucial para la vida del cuerpo de Cristo. Nuevamente entramos en el tema de Capacitar vs. Ayudar. El porcentaje de oxígeno en la atmósfera es crítico. Dios determinó esto; y si hay más oxígeno de lo que debe de haber, vamos a tener una explosión. Demasiado oxígeno crea una explosión, aún sin la necesidad de chispas. Por el otro lado, si no hay suficiente oxígeno en la atmósfera, no podemos respirar, morimos. De la misma manera, debe de haber una equilibrada cantidad de siervos en el cuerpo de Cristo, sirviendo.
En este pasaje no se ve muy claramente; pero en el resto de los tipos de 7, vemos muy claramente la idea del siervo involucrado en la idea de la limpieza del alma. El aire y el agua fueron creados en el segundo día, con la idea de limpieza. Piensen en la atmósfera, tenemos el dióxido de carbono que es exhalado por los pájaros y los mamíferos; va de la atmósfera a los árboles, quienes necesitan de él para realizar la fotosíntesis. De esta manera los árboles producen oxígeno, el cual es necesario para todas las criaturas vivientes. Sin el siervo, las impurezas matarían a las criaturas, es por esto que la limpieza, la purificación es parte central en el ADN del siervo.
El agua que cae de la atmósfera al océano con la lluvia, no es purificada en el océano, sino diluida. Hemos logrado contaminar solo pequeñas partes de los océanos, áreas contaminadas por petróleo, etc. Pero no hemos llegado a contaminar vastas áreas de los océanos, las grandes profundidades. Así vemos como el siervo puede caminar por áreas de vasta iniquidad sin verse desafiado en gran manera. Estos dos aspectos hacen del siervo el mejor paje de armas que pueda existir. La habilidad de limpiar el liderazgo, de mantenerse a su lado; de proteger es incomparable.
Otro de los aspectos de la atmósfera es aquel del límite. La atmósfera no tiene principio ni final. Hemos diferenciado a los océanos, pero no hay una diferenciación de límites en lo natural, son aguas interconectadas. El siervo trabaja bien interconectándose con otros, en cambio al profeta le gusta distinguir el límite en todo, le gusta controlar. Al siervo le gusta la interferencia con otros, se comprometen a cubrir la necesidad del momento, no necesitan poseer ni controlar.
Los 7 Nombres Compuestos de Jehová
Leer Éxodo 15:22. Allí vemos el segundo de los nombres compuestos de Jehová-“Jehová-Rafa”- “Yo soy Jehová tu sanador”. Nuevamente, si vemos claramente el contexto no tiene que ver con sanidad de enfermedad. Israel recién había salido de Egipto, allí dependían de Egipto. Por tres días caminaron por el desierto sin hallar aguas, cuando llegaron a Mara, no pudieron beber de esas aguas porque eran amargas. Entonces la gente comenzó a murmurar, y Dios le mostró a Moisés un árbol, el cual arrojó en las aguas y estas se volvieron dulces.
En ese lugar Dios los prestase hizo estatutos y ordenanzas para con ellos, diciéndoles: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”.
Noten que esto no es traer sanidad, sino mantener al cuerpo entero, a la gente. Es preventivo; volvamos al tema de la limpieza y de la purificación. Hay una autoridad sobre el siervo de caminar en santidad, y es una de las razones por la cuales los siervos se rodean de profetas. Los siervos trabajan y se relacionan con los profetas. El siervo es atraído por el pregón de santidad del profeta, y atrae a otros a la enseñanza de la santidad y de la limpieza del alma. Típicamente el siervo no es uno de los mejores eruditos. No es que no le guste estudiar, pero no es uno de sus puntos fuertes; hay una atracción de él hacia el profeta por la forma en que el profeta articula y provee los principios de santidad, con el motivo de enseñar a otros y utilizarlos en este ministerio de limpieza y purificación.
El deseo más profundo del siervo es el de limpiar las vidas de las personas para que caminen en santidad. Entonces, cuando apelamos al nombre de Jehová-Rafa lo hacemos en el contexto de obediencia, de esquivar algo con lo que nos podemos estrellar.
La característica innata del siervo
La obediencia- Si la fe es la característica por excelencia en el profeta, la obediencia es la característica por excelencia del siervo. Esa es una de las razones por la cual Dios escogió a José como esposo para María. Dios obró un milagro, un nacimiento virginal. Y usó la vida de José para proteger a Jesús. Fue la obediencia la que permitió que José fuera protector. “José- (dijo el ángel)- quiero que te cases con María, ella está embarazada pero es virgen; vas a ser criticado, tu reputación va a ser destruida; quédate en Nazaret, tu ciudad natal, y soporta todo lo que ha de venir”. José dijo- “Si Señor, así lo haré”. Luego Dios le dice: “José tu esposa está por dar a luz, ve hasta Belén”; y luego del nacimiento- “Tienes que tomar tus cosas al bebé y a María, y tienen que ir a Egipto lo más rápido posible porque va a haber una matanza”. Este es el tipo de obediencia tan significativa en la vida del siervo.
Los 7 muebles del Tabernáculo
El segundo ítem con el que nos encontramos al entrar al Tabernáculo es el lavado, la fuente de agua de bronce. Esta contenía agua que era utilizada para dos propósitos; el primero, para limpiar el pecado, y dos para limpiar a los sacerdotes. En el proceso de los sacrificios, tomaban agua del lavado, lavaban diferentes partes del sacrificio, luego los ponían sobre el altar; existían diferentes pasos para limpiar los sacrificios (simbolismos para diferentes oportunidades); esto era para el pecador.
Cada vez que el sacerdote salía del altar del holocausto y tenía que entrar al lugar santo; tenía que pasar y lavarse por el lavado. Este es uno de los roles del siervo; interceder por el liderazgo, para que puedan salir de las preocupaciones del trabajo administrativo de la iglesia, y lavarse para entrar al lugar santo, a la presencia de Dios.
Esto se hace aún más vívido cuando lo vemos como paje de armas, no solo para defender del ataque del enemigo; eso es solo una parte del rol. Más significativo es hacer posible que el líder sea liberado del trabajo administrativo y lavar el alma de la basura del trabajo administrativo de todos los días con oraciones, para no estar en el lugar santo físicamente, sino también emocional y espiritualmente limpios para recibir Dios.
Todo líder necesita de cierta cantidad de horas disponibles para estar a solas con Dios; y de un siervo que cuide la entrada de su oficina, y retenga toda llamada y toda perturbación para poder estar al 100% con Dios. Ese es el llamado especial del siervo, quitar la carga del altar del holocausto; las cenizas, el humo, la suciedad de la sangre; para poder entrar totalmente libre en relación con Dios.
Los 7 Milagros de Jesús en el Evangelio según San Juan
Leer el capítulo 4:43-54. Parece como si este oficial tuviera el don de siervo. Primero, había una profunda conexión con la familia, luego la sanidad dependió de simple obediencia. Jesús dijo: “Puedes irte”; y él simplemente tomó las palabras de Jesús y obedeció. Y por la simple actitud de creer; su hijo fue sano. Vemos la confianza en el liderazgo y la obediencia sin límites. Ambas características del siervo.
La Segunda Carta de Apocalipsis
Vemos el mensaje a Esmirna, (2:8-11). La única carta que no tiene exhortación por pecado es la de Esmirna. Hay una santidad, una integridad básica, que viene con el siervo. Pero miremos a los temas de vida, muerte, y sufrimiento a través del pasaje. Este es un indicador importante en cuanto a la autoridad que Dios le da al siervo.
El segundo principio es el de autoridad, quien recibe mayor autoridad espiritual es el siervo; más que ningún otro don de redención. La razón primaria por la cual la recibe es por que no la quiere. En el siervo no aparece el virus del “imperialismo” que parecen tener el resto de los dones. No es que el siervo ha batallado y luchado con su carne para resistir esta tentación; sino que nace sin la necesidad de establecer y hacer notar su nombre. No pasa sus noches pensando en cuando será pastor de una iglesia; o cuando podrá ser intendente de la ciudad para poder cambiar algunas leyes. Aún los siervos carnales, no andan en la búsqueda de hacerse notar. Y es por esta razón, que el tema principal en el siervo se da, en el hecho de tener que utilizar la autoridad dada por Dios a él, para las cosas del reino.
Dios le da al siervo una autoridad específica en 4 áreas:
1- Autoridad para orar, ministrar, interceder, y cuidar líderes.
No quieren ser líderes, pero son atraídos por el liderazgo, el deseo de ellos se centra en estar al lado del líder para liberarlo en las tareas del ministerio. Las oraciones del siervo parecen tener más peso que las oraciones de cualquier otra persona. Sabemos que a todos se nos demanda en I de Timoteo de orar por aquellos que están en autoridad. Pero, cuando el siervo es paje de armas, y está en posición de orar por aquellos que están en autoridad sobre ellos; hay un impacto mayor que con cualquier otro don.
2- Autoridad para restaurar la familia.
Vemos una pasión y una autoridad en la oración para traer a familias enteras a la restauración. Parece existir un patrón, por el cual muchos siervos, experimentan familias disfuncionales. No es crueldad de Dios; sino Dios reconociendo la autoridad, Él lo pone en una familia así, conociendo que tiene una unción y una tenacidad para poder traer restauración en la familia. Comenzando con la salvación, se extiende a la liberación, y de allí; lo pone en contacto con el profeta para ser lanzado en la totalidad del ministerio.
3- Autoridad para alcanzar a aquellos que son difíciles de alcanzar para Cristo. Veamos un ejemplo. Tenemos a un bebé de 3 meses, llorando en la oscuridad de la noche, hay rayos y una tormenta muy fuerte desatándose en el exterior. El bebé se despierta gritando en pánico total. Y aun si lo levantas, el bebé piensa que quien lo alza es parte del ruido y de aquello que lo ha asustado; por lo que patea y grita, tratando de alejarse lo más que puede. Y lo que trata de hacer es de tomar y sujetar al niño lo más fuerte posible para darle seguridad y hacerle saber que no hay nada que temer. Hasta que el bebé se calma y entiende que esta persona no es enemigo, sino amigo. La tarea se vuelve fácil, al tratar con un bebé que no puede causar mayor daño.
Pero si salimos a la calle, vamos a toparnos con personas que necesitan la verdad, pero que están tan heridas y llenas de temor, que se nos vuelve imposible llegar a ellos a menos que los abracemos. Dios posiciona a los siervos a creer en aquellos en que nadie más cree; en ponerse al lado de aquellos que aparentemente son peligrosos; y de experimentar rechazos una y otra vez; por años quizás, hasta llegar a un punto en el cual la persona se abre y se deja ayudar.
Ejemplos bíblicos: Ananías en el N.T- Cuando Saulo de Tarso, se encontró con Dios en el camino a Damasco, era conocido por todos como uno de los hombres más violentos del momento. Dios pudo haber utilizado a muchas personas en aquel lugar, pero llamó a un siervo. Porque sabía que Ananías no solo iba a obedecer, sino que además no iba a ser intimidado por Saulo. No tendríamos al apóstol Pablo si no fuera por Ananías. Muy pocos llaman a su hijo Ananías, muchos si lo llaman Pablo. Casi nadie predica sobre Ananías, muchos de Pablo.
Fue también un siervo, Bernabé, quien presentó a Pablo a la iglesia de ese entonces. El mismo que pudo restaurar a Juan Marcos, quien era un caso demasiado duro para Pablo, pero dócil en las manos de un siervo como Bernabé. Invirtió su vida en él, aún se peleó con Pablo, pero no se dio por vencido; hasta llegar a un punto en el cual Pablo se arrepiente y le pide que le envíe a Juan Marcos porque le era útil para el ministerio.
4- Autoridad sobre el espíritu de Muerte en guerra espiritual.
Hay un tiempo y un lugar para que las personas mueran, no hablo de mortalidad normal. Si no de cuando un espíritu de muerte toma a una persona para llevársela antes de tiempo. Es el siervo quien tiene la mayor autoridad para luchar contra este espíritu de maldad.
Ejemplo: La reina Ester- quien se enfrentó con el ayuno más severo de todos, tres días sin comida ni bebida en un ámbito de fiesta. La mayoría de los ayunos se realizan tomando agua. Pero cuando nos estamos enfrentando a la muerte, cuando un espíritu de muerte está intentando llevarse una vida, (y en este caso particular; una nación entera corría peligro)- Es el ayuno de Ester al cual entramos, y el siervo que tome este ayuno, es quien tendrá la mayor autoridad para luchar contra la muerte. Típicamente, es el profeta quien oye de Dios en cuanto a si es el tiempo o no de morir para esa persona; pero el siervo tiene mayor autoridad para esta lucha, porque Dios confía en que él, no va a hacer nada sin que Dios lo mande a hacerlo.
5- Autoridad sobre la tierra, sobre la ecología.
Es el siervo quien tiene la mayor autoridad sobre la restauración de la ecología. Muy pocas veces entendemos la importancia que se le da en la escritura, a las consecuencias sobre la naturaleza. Cada vez que Dios trae juicio sobre una nación, por lo general hay juicio en cuanto a lo natural también. Cuando Dios restaura una nación, también lo hace en lo natural. Sea pequeña, o grande; vemos como cuando hay fuerzas demoníacas sobre una sociedad nada trae frutos, nada prospera. Los edificios se deterioran aún más rápido cuando hay una presencia demoníaca. Causan un deterioro en estructuras físicas, daño en la tierra, infertilidad, etc. En la restauración es el siervo quien tiene la autoridad sobre esto.
En Jeremías 31:23, tenemos un pasaje que trata con todo el área de bendiciones. “Así ha dicho Jehová: Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver sus cautivos: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo”.
Nos llama a bendecirnos los unos a los otros; pero también a bendecir la tierra y los edificios. Es de suma importancia bendecir el territorio en donde nos movemos, y bendecir los edificios, iglesias, escuelas, etc.
Las cosas materiales están hechas para ser contenedores y portadores de bendición y de maldición o poderes de maldad. A través de la escritura vemos como la sangre clama desde la tierra, como el desafiar a Dios clama desde la tierra; la tierra en sí misma, porta bendición o maldición. Aún las prendas eran traídas al apóstol Pablo y los enfermos eran sanados, la unción era transportada de un lado a otro, a través de un elemento natural. Esto no tiene nada que ver con la herejía de la Nueva Era que dice que la Tierra es un ser viviente; si no por el contrario que la materia puede cargar poder sobrenatural.
Hay poder en nuestras palabras, para bendecir, pero no debemos parar de hacerlo. Es como una pila, hay que recargarla constantemente.
Cuál era el contexto de Jehová-Rafa. Aguas amargas. Era un problema ecológico, agua no potable; Moisés lanzó un pedazo de madera, y las aguas se endulzaron. Si vives en una propiedad desafiada por una maldición lanzada por alguien 100 años atrás; eso te toca, te molesta. Comienza a bendecirla, el área en los alrededores cargará la unción, y una vez más es el siervo quien posee una unción especial, para llevar a la tierra al nivel más alto de bendición en toda la comunidad.
Las Últimas Palabras de Jesús en la Cruz
Ahora nos preguntamos, ¿por qué es que si los siervos tienen tanta autoridad, no vemos este poder soltado en la iglesia?. Esto es, porque los siervos tienen que tratar con el tema de la identidad personal, en oposición a sus apariencias.
Uno de los ladrones que estaba junto a Jesús en la cruz dijo: “este es un hombre justo, yo merezco esto, él no. Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. A lo que Jesús respondió: “de cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Miremos al contexto. Cristo en ese momento no tenía ninguna cosa a su favor desde el punto de vista natural. Luego de 3 años de ministerio, la única persona que entendió que la muerte de Jesús era necesaria fue María la hermana de Marta. Los discípulos no lo entendieron, su familia y los 5000 a quienes alimentó tampoco. En la cruz, no tenía a nadie, había pasado por tres cortes de vergüenza; desnudo, clavado, no hubo limitación en cuanto a los golpes que recibió. Era un arte para los romanos el llevar a la persona al borde mismo de la muerte. Y Jesús, sin dignidad alguna en el exterior; nada que pudiera hacer ver que Él era el Hijo de Dios.
Esa es la prueba a la cual se enfrenta el siervo, cuando nadie cree en él, cuando todos están mirando al profeta, o al exhortador, o hacia los demás como líderes; cuando no tiene credenciales, cuando los líderes ni siquiera saben que está ahí, cuando su familia no cree en él, cuando las finanzas están destrozadas y su auto roto y todo a su alrededor parece ser basura. ¿Prefieres creer en quien eres en Dios, o en quien eres de acuerdo a lo que los demás dicen de ti, o se ve en el exterior? Jesús, en el rol de siervo, desafió todas las apariencias externas. Y sin tener a nadie que creyera en Él, dijo: “todavía soy el hijo de Dios, todavía tengo autoridad para dar vida eterna a quien quiera, y declaro, en este día tú estarás conmigo en el paraíso”. Esta es el área en la cual el siervo tiene mayor autoridad.
El campo de batalla del siervo
El siervo es como la atmósfera, invisible, ignorado, y a veces usado; muy pocos de nosotros nos levantamos en la mañana y agradecemos el aire que respiramos; lo damos por hecho. Y a los siervos por lo general se les agradece poco. Y si no se les honra por lo que hacen; ciertamente será muy difícil para ellos poseer su primogenitura; y será la iglesia quien se verá privada de la vida que puede entrar a través de ellos.
Los temas con los que tendrán que luchar: primero, la dignidad vs. la vergüenza. ¿Quién eres siervo?, ¿eres lo que representas en tu exterior?, ¿representas tu traumática infancia?, o has sido lavado de todo eso en la cruz con Cristo. ¿Eres tú ese que gana el salario mínimo, y tiene que viajar tres horas por día para llegar a tu trabajo?, o eres alguien a quien Dios ha investido con máxima autoridad. Ese es el campo de batalla del siervo.
El dominio vs. victimización. Muchos siervos han entrado en esta mentalidad porque la gente los ha empujado a esto. Y para el siervo es duro sacudirse de encima el espíritu de víctima; las opiniones de los demás, el sentirse descartado, explotado y usado. Pero es necesario caminar en dominio, caminar en autoridad, ejercer esa autoridad y dar vida; ese es el pedestal del siervo.
Las 7 Cartas del Apocalipsis
Jesús le dice al siervo en Apocalipsis: “yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer”. La victimización trae deshonra, y muy pocos creen en el siervo. El siervo no puede permitir que su imagen corresponda con los comentarios de los demás, Dios diseñó al siervo para pasar por largos períodos de deshonra; y quizás nunca llegan al punto en el cual reciben honra. Mi desafío es que tomes la afirmación de quien eres en Cristo, escucha lo que Dios te dice, y camina dominando, reinando. Porque si no lo haces; si dependes de las afirmaciones de los demás; pasarás toda tu vida esperando; y es posible que nunca las recibas, y así, nunca experimentarás llenura en tu vida; y la iglesia sufrirá las consecuencias.
Hay un espíritu que viene a decirle que él no es legítimo, que él no merece estar en esa posición; y el siervo debe resistirlo, y caminar en autoridad. Todo esto tiene que ver con su carácter. En Isaías 41:19, Vemos un pasaje en cuanto a los 7 árboles plantados que es paralelo con los dones. El segundo, es el árbol de acacia. Dios usa la madera de acacia para los diferentes muebles del Tabernáculo; así es como Dios ve al siervo, y si el oro del carácter puro está recubriendo la madera, entonces esa persona puede caminar en autoridad y dominio haciendo lo que Dios quiere que ellos hagan.
El deseo, el llamado del siervo es a equipar a otros para que puedan dar lo mejor de sí mismos. La promesa a la iglesia de Esmirna: “Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida”. Muchos ven a las coronas como a un premio final y eterno. La corona representa autoridad, y creo que está diciéndole, yo te daré la corona de vida, la autoridad sobre la vida, la llenura de vida. El siervo da vida a quien sirve para que esa persona camine en su llamado completo. Y el siervo se siente completo cuando ve que está dando vida, habilitando a otros para que realicen su tarea; y no en ver sus nombres en alto.
Características del Comportamiento exterior
• El siervo ve las necesidades, principalmente las externas; como alimento, vestido, etc. y siempre está pronto a cubrir esas necesidades. Tiende más que ningún otro don a tener un espíritu de víctima. No es una parte clave en el ADN del don, sino una falta de comprensión del don. La voluntad de querer cubrir las necesidades, muchas veces lleva al siervo a ser explotado por aquellos que están buscando solo ayuda, en vez de un compañero en el ministerio.
• Frecuentemente es imposible para el siervo decir no, ante la demanda de ayuda. Hay un deseo tan grande de cubrir necesidades, y de agradar a todos, que sus agendas por lo general están tapadas de citas y actividades; y por lo general la que más sufre las consecuencias es la familia, particularmente si está involucrado en el ministerio.
• Uno de los indicadores de una mujer con el don de siervo, se hace evidente cuando eres invitado a comer en su casa. Siempre va a hacer un comentario en cuanto a que las papas no se doraron del todo, la carne no está a punto, etc, etc. Hay una falta de habilidad en cuanto a aceptar elogios de otros, o de ella misma.
• Tiene muy pocos enemigos, si es que tiene alguno. Y parte de esto es porque están siempre prontos a honrar y a extender honra hacia otros. De hecho, llegan al punto de excusarse por los demás.
Mi abuela tenía este don; y nosotros no entendíamos porque ella siempre era propensa a ver lo mejor en cada uno de sus nietos. Uno de mis primos dejó el colegio varias veces y tenía alrededor de 20 años; sin dirección, sin carrera, trabajando en hamburguesería, sin hacer, ni ir a ninguna parte. Nosotros lo cargábamos todo el tiempo, ridiculizando su falta de progreso. Mi abuela siempre podía ver lo mejor en él, lo honraba y creía en él. Ese es uno de los puntos fuertes del siervo.
• Hay una ira guardada en el siervo, que se manifiesta solo algunas veces, e invariablemente tiene que ver con algún asunto de lealtad. No están enojados porque alguien les hizo algo a ellos, sino porque le han causado daño a algún amigo, especialmente si tiene que ver con algún miembro de su familia. La lealtad a la familia es muy premiada en el siervo.
• Tienden también a guardar de todo, no en forma muy ordenada, quizás ni siquiera pueden encontrar lo que buscan, pero les gusta guardar cosas.
• Trabajan muy duro, y un problema con el que se enfrentan a menudo es que al no saber servir, se encuentran en posiciones de “ayudadores”. En organizaciones donde vemos liderazgo carnal, e inmaduro, vamos a encontrar a líderes sin habilidades administrativas, rodeados de “siervos”, que están constantemente arreglando los líos en que se metieron, salvando las ineficiencias, y haciéndolos quedar bien; lo malo es que al final el liderazgo, no crece ni desarrolla carácter cristiano. Este es un escenario muy común que obviamente, no está bien delante de los ojos de Dios. Un buen siervo enseña y entrena, no solo ayuda.
• Otro indicador del siervo, es que parece que atrae deshonra. Especialmente en el hogar. Es normal hallar al siervo como el hazmerreír de la casa, constantemente recibe burla. Tiene un imán para esto, al punto de convertirse en una patología familiar, porque el siervo, nunca parece levantarse y decir basta a la deshonra.
• Por el contrario, es particular en él, el querer ganar en todos los juegos de mesa; a expensas de otro si es necesario. Sirve a todos a su alrededor, pero si lo ponemos en competición, sale un gen oculto que lo lleva a querer ganar y a competir con todas sus garras.
• Un indicador negativo de un siervo inmaduro, es la negación en cuanto a sus hijos. Tiende a malcriar a sus hijos, cubriendo toda necesidad, en todo tiempo; y al crecer sus hijos por lo general son muy inmaduros y maleducados, pero el siervo va a tapar todos los errores y a cubrirlos con excusas, con tal de no mostrar el hecho de que su hijo posee un mal carácter, por ser maleducado.
• La característica más llamativa que nos ayuda a descubrir al siervo es el hecho de que ellos son de los más honestos, sinceros y confiables. Es por eso que los líderes terminan siempre con ellos a su alrededor. Todos los demás pueden servir pero siempre van a esperar recibir algo del líder; el siervo no. Nunca invierte con su mirada en el día en que pueda cobrarse un favor. Hay una integridad, una simplicidad, una honestidad implacable en él.
Bíblicamente hallamos a varias personas con el don de siervo, la reina Ester, José en el N.T.; Bernabé, Simeón (hijo de Jacob), Timoteo y Ananías quien ministró a Saulo en Damasco.
Los 7 Días de la Creación
Leer Génesis 1:6-8. (“Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo”.
En el segundo día Dios creó la atmósfera, y el cuerpo de aguas al que colectivamente llamamos océano. La atmósfera es una imagen interesante en el siervo, porque el siervo prefiere no ser visto. Vemos las nubes, el cielo, pero no vemos el aire. Lo apreciamos y sabemos que está ahí, lo utilizamos, pero no lo vemos. Y es así, el siervo está involucrado en muchas cosas diferentes, pero no lo vemos debajo del reflector. De hecho, el siervo puede sentirse avergonzado, y fuera de lugar, cuando la atención se enfoca en él.
El siervo, así como la atmósfera son vitales para la vida. Podemos pasar días sin comida ni bebida, pero ni siquiera 4 minutos sin oxígeno. Es por esto que el siervo es tan importante y crucial para la vida del cuerpo de Cristo. Nuevamente entramos en el tema de Capacitar vs. Ayudar. El porcentaje de oxígeno en la atmósfera es crítico. Dios determinó esto; y si hay más oxígeno de lo que debe de haber, vamos a tener una explosión. Demasiado oxígeno crea una explosión, aún sin la necesidad de chispas. Por el otro lado, si no hay suficiente oxígeno en la atmósfera, no podemos respirar, morimos. De la misma manera, debe de haber una equilibrada cantidad de siervos en el cuerpo de Cristo, sirviendo.
En este pasaje no se ve muy claramente; pero en el resto de los tipos de 7, vemos muy claramente la idea del siervo involucrado en la idea de la limpieza del alma. El aire y el agua fueron creados en el segundo día, con la idea de limpieza. Piensen en la atmósfera, tenemos el dióxido de carbono que es exhalado por los pájaros y los mamíferos; va de la atmósfera a los árboles, quienes necesitan de él para realizar la fotosíntesis. De esta manera los árboles producen oxígeno, el cual es necesario para todas las criaturas vivientes. Sin el siervo, las impurezas matarían a las criaturas, es por esto que la limpieza, la purificación es parte central en el ADN del siervo.
El agua que cae de la atmósfera al océano con la lluvia, no es purificada en el océano, sino diluida. Hemos logrado contaminar solo pequeñas partes de los océanos, áreas contaminadas por petróleo, etc. Pero no hemos llegado a contaminar vastas áreas de los océanos, las grandes profundidades. Así vemos como el siervo puede caminar por áreas de vasta iniquidad sin verse desafiado en gran manera. Estos dos aspectos hacen del siervo el mejor paje de armas que pueda existir. La habilidad de limpiar el liderazgo, de mantenerse a su lado; de proteger es incomparable.
Otro de los aspectos de la atmósfera es aquel del límite. La atmósfera no tiene principio ni final. Hemos diferenciado a los océanos, pero no hay una diferenciación de límites en lo natural, son aguas interconectadas. El siervo trabaja bien interconectándose con otros, en cambio al profeta le gusta distinguir el límite en todo, le gusta controlar. Al siervo le gusta la interferencia con otros, se comprometen a cubrir la necesidad del momento, no necesitan poseer ni controlar.
Los 7 Nombres Compuestos de Jehová
Leer Éxodo 15:22. Allí vemos el segundo de los nombres compuestos de Jehová-“Jehová-Rafa”- “Yo soy Jehová tu sanador”. Nuevamente, si vemos claramente el contexto no tiene que ver con sanidad de enfermedad. Israel recién había salido de Egipto, allí dependían de Egipto. Por tres días caminaron por el desierto sin hallar aguas, cuando llegaron a Mara, no pudieron beber de esas aguas porque eran amargas. Entonces la gente comenzó a murmurar, y Dios le mostró a Moisés un árbol, el cual arrojó en las aguas y estas se volvieron dulces.
En ese lugar Dios los prestase hizo estatutos y ordenanzas para con ellos, diciéndoles: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”.
Noten que esto no es traer sanidad, sino mantener al cuerpo entero, a la gente. Es preventivo; volvamos al tema de la limpieza y de la purificación. Hay una autoridad sobre el siervo de caminar en santidad, y es una de las razones por la cuales los siervos se rodean de profetas. Los siervos trabajan y se relacionan con los profetas. El siervo es atraído por el pregón de santidad del profeta, y atrae a otros a la enseñanza de la santidad y de la limpieza del alma. Típicamente el siervo no es uno de los mejores eruditos. No es que no le guste estudiar, pero no es uno de sus puntos fuertes; hay una atracción de él hacia el profeta por la forma en que el profeta articula y provee los principios de santidad, con el motivo de enseñar a otros y utilizarlos en este ministerio de limpieza y purificación.
El deseo más profundo del siervo es el de limpiar las vidas de las personas para que caminen en santidad. Entonces, cuando apelamos al nombre de Jehová-Rafa lo hacemos en el contexto de obediencia, de esquivar algo con lo que nos podemos estrellar.
La característica innata del siervo
La obediencia- Si la fe es la característica por excelencia en el profeta, la obediencia es la característica por excelencia del siervo. Esa es una de las razones por la cual Dios escogió a José como esposo para María. Dios obró un milagro, un nacimiento virginal. Y usó la vida de José para proteger a Jesús. Fue la obediencia la que permitió que José fuera protector. “José- (dijo el ángel)- quiero que te cases con María, ella está embarazada pero es virgen; vas a ser criticado, tu reputación va a ser destruida; quédate en Nazaret, tu ciudad natal, y soporta todo lo que ha de venir”. José dijo- “Si Señor, así lo haré”. Luego Dios le dice: “José tu esposa está por dar a luz, ve hasta Belén”; y luego del nacimiento- “Tienes que tomar tus cosas al bebé y a María, y tienen que ir a Egipto lo más rápido posible porque va a haber una matanza”. Este es el tipo de obediencia tan significativa en la vida del siervo.
Los 7 muebles del Tabernáculo
El segundo ítem con el que nos encontramos al entrar al Tabernáculo es el lavado, la fuente de agua de bronce. Esta contenía agua que era utilizada para dos propósitos; el primero, para limpiar el pecado, y dos para limpiar a los sacerdotes. En el proceso de los sacrificios, tomaban agua del lavado, lavaban diferentes partes del sacrificio, luego los ponían sobre el altar; existían diferentes pasos para limpiar los sacrificios (simbolismos para diferentes oportunidades); esto era para el pecador.
Cada vez que el sacerdote salía del altar del holocausto y tenía que entrar al lugar santo; tenía que pasar y lavarse por el lavado. Este es uno de los roles del siervo; interceder por el liderazgo, para que puedan salir de las preocupaciones del trabajo administrativo de la iglesia, y lavarse para entrar al lugar santo, a la presencia de Dios.
Esto se hace aún más vívido cuando lo vemos como paje de armas, no solo para defender del ataque del enemigo; eso es solo una parte del rol. Más significativo es hacer posible que el líder sea liberado del trabajo administrativo y lavar el alma de la basura del trabajo administrativo de todos los días con oraciones, para no estar en el lugar santo físicamente, sino también emocional y espiritualmente limpios para recibir Dios.
Todo líder necesita de cierta cantidad de horas disponibles para estar a solas con Dios; y de un siervo que cuide la entrada de su oficina, y retenga toda llamada y toda perturbación para poder estar al 100% con Dios. Ese es el llamado especial del siervo, quitar la carga del altar del holocausto; las cenizas, el humo, la suciedad de la sangre; para poder entrar totalmente libre en relación con Dios.
Los 7 Milagros de Jesús en el Evangelio según San Juan
Leer el capítulo 4:43-54. Parece como si este oficial tuviera el don de siervo. Primero, había una profunda conexión con la familia, luego la sanidad dependió de simple obediencia. Jesús dijo: “Puedes irte”; y él simplemente tomó las palabras de Jesús y obedeció. Y por la simple actitud de creer; su hijo fue sano. Vemos la confianza en el liderazgo y la obediencia sin límites. Ambas características del siervo.
La Segunda Carta de Apocalipsis
Vemos el mensaje a Esmirna, (2:8-11). La única carta que no tiene exhortación por pecado es la de Esmirna. Hay una santidad, una integridad básica, que viene con el siervo. Pero miremos a los temas de vida, muerte, y sufrimiento a través del pasaje. Este es un indicador importante en cuanto a la autoridad que Dios le da al siervo.
El segundo principio es el de autoridad, quien recibe mayor autoridad espiritual es el siervo; más que ningún otro don de redención. La razón primaria por la cual la recibe es por que no la quiere. En el siervo no aparece el virus del “imperialismo” que parecen tener el resto de los dones. No es que el siervo ha batallado y luchado con su carne para resistir esta tentación; sino que nace sin la necesidad de establecer y hacer notar su nombre. No pasa sus noches pensando en cuando será pastor de una iglesia; o cuando podrá ser intendente de la ciudad para poder cambiar algunas leyes. Aún los siervos carnales, no andan en la búsqueda de hacerse notar. Y es por esta razón, que el tema principal en el siervo se da, en el hecho de tener que utilizar la autoridad dada por Dios a él, para las cosas del reino.
Dios le da al siervo una autoridad específica en 4 áreas:
1- Autoridad para orar, ministrar, interceder, y cuidar líderes.
No quieren ser líderes, pero son atraídos por el liderazgo, el deseo de ellos se centra en estar al lado del líder para liberarlo en las tareas del ministerio. Las oraciones del siervo parecen tener más peso que las oraciones de cualquier otra persona. Sabemos que a todos se nos demanda en I de Timoteo de orar por aquellos que están en autoridad. Pero, cuando el siervo es paje de armas, y está en posición de orar por aquellos que están en autoridad sobre ellos; hay un impacto mayor que con cualquier otro don.
2- Autoridad para restaurar la familia.
Vemos una pasión y una autoridad en la oración para traer a familias enteras a la restauración. Parece existir un patrón, por el cual muchos siervos, experimentan familias disfuncionales. No es crueldad de Dios; sino Dios reconociendo la autoridad, Él lo pone en una familia así, conociendo que tiene una unción y una tenacidad para poder traer restauración en la familia. Comenzando con la salvación, se extiende a la liberación, y de allí; lo pone en contacto con el profeta para ser lanzado en la totalidad del ministerio.
3- Autoridad para alcanzar a aquellos que son difíciles de alcanzar para Cristo. Veamos un ejemplo. Tenemos a un bebé de 3 meses, llorando en la oscuridad de la noche, hay rayos y una tormenta muy fuerte desatándose en el exterior. El bebé se despierta gritando en pánico total. Y aun si lo levantas, el bebé piensa que quien lo alza es parte del ruido y de aquello que lo ha asustado; por lo que patea y grita, tratando de alejarse lo más que puede. Y lo que trata de hacer es de tomar y sujetar al niño lo más fuerte posible para darle seguridad y hacerle saber que no hay nada que temer. Hasta que el bebé se calma y entiende que esta persona no es enemigo, sino amigo. La tarea se vuelve fácil, al tratar con un bebé que no puede causar mayor daño.
Pero si salimos a la calle, vamos a toparnos con personas que necesitan la verdad, pero que están tan heridas y llenas de temor, que se nos vuelve imposible llegar a ellos a menos que los abracemos. Dios posiciona a los siervos a creer en aquellos en que nadie más cree; en ponerse al lado de aquellos que aparentemente son peligrosos; y de experimentar rechazos una y otra vez; por años quizás, hasta llegar a un punto en el cual la persona se abre y se deja ayudar.
Ejemplos bíblicos: Ananías en el N.T- Cuando Saulo de Tarso, se encontró con Dios en el camino a Damasco, era conocido por todos como uno de los hombres más violentos del momento. Dios pudo haber utilizado a muchas personas en aquel lugar, pero llamó a un siervo. Porque sabía que Ananías no solo iba a obedecer, sino que además no iba a ser intimidado por Saulo. No tendríamos al apóstol Pablo si no fuera por Ananías. Muy pocos llaman a su hijo Ananías, muchos si lo llaman Pablo. Casi nadie predica sobre Ananías, muchos de Pablo.
Fue también un siervo, Bernabé, quien presentó a Pablo a la iglesia de ese entonces. El mismo que pudo restaurar a Juan Marcos, quien era un caso demasiado duro para Pablo, pero dócil en las manos de un siervo como Bernabé. Invirtió su vida en él, aún se peleó con Pablo, pero no se dio por vencido; hasta llegar a un punto en el cual Pablo se arrepiente y le pide que le envíe a Juan Marcos porque le era útil para el ministerio.
4- Autoridad sobre el espíritu de Muerte en guerra espiritual.
Hay un tiempo y un lugar para que las personas mueran, no hablo de mortalidad normal. Si no de cuando un espíritu de muerte toma a una persona para llevársela antes de tiempo. Es el siervo quien tiene la mayor autoridad para luchar contra este espíritu de maldad.
Ejemplo: La reina Ester- quien se enfrentó con el ayuno más severo de todos, tres días sin comida ni bebida en un ámbito de fiesta. La mayoría de los ayunos se realizan tomando agua. Pero cuando nos estamos enfrentando a la muerte, cuando un espíritu de muerte está intentando llevarse una vida, (y en este caso particular; una nación entera corría peligro)- Es el ayuno de Ester al cual entramos, y el siervo que tome este ayuno, es quien tendrá la mayor autoridad para luchar contra la muerte. Típicamente, es el profeta quien oye de Dios en cuanto a si es el tiempo o no de morir para esa persona; pero el siervo tiene mayor autoridad para esta lucha, porque Dios confía en que él, no va a hacer nada sin que Dios lo mande a hacerlo.
5- Autoridad sobre la tierra, sobre la ecología.
Es el siervo quien tiene la mayor autoridad sobre la restauración de la ecología. Muy pocas veces entendemos la importancia que se le da en la escritura, a las consecuencias sobre la naturaleza. Cada vez que Dios trae juicio sobre una nación, por lo general hay juicio en cuanto a lo natural también. Cuando Dios restaura una nación, también lo hace en lo natural. Sea pequeña, o grande; vemos como cuando hay fuerzas demoníacas sobre una sociedad nada trae frutos, nada prospera. Los edificios se deterioran aún más rápido cuando hay una presencia demoníaca. Causan un deterioro en estructuras físicas, daño en la tierra, infertilidad, etc. En la restauración es el siervo quien tiene la autoridad sobre esto.
En Jeremías 31:23, tenemos un pasaje que trata con todo el área de bendiciones. “Así ha dicho Jehová: Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver sus cautivos: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo”.
Nos llama a bendecirnos los unos a los otros; pero también a bendecir la tierra y los edificios. Es de suma importancia bendecir el territorio en donde nos movemos, y bendecir los edificios, iglesias, escuelas, etc.
Las cosas materiales están hechas para ser contenedores y portadores de bendición y de maldición o poderes de maldad. A través de la escritura vemos como la sangre clama desde la tierra, como el desafiar a Dios clama desde la tierra; la tierra en sí misma, porta bendición o maldición. Aún las prendas eran traídas al apóstol Pablo y los enfermos eran sanados, la unción era transportada de un lado a otro, a través de un elemento natural. Esto no tiene nada que ver con la herejía de la Nueva Era que dice que la Tierra es un ser viviente; si no por el contrario que la materia puede cargar poder sobrenatural.
Hay poder en nuestras palabras, para bendecir, pero no debemos parar de hacerlo. Es como una pila, hay que recargarla constantemente.
Cuál era el contexto de Jehová-Rafa. Aguas amargas. Era un problema ecológico, agua no potable; Moisés lanzó un pedazo de madera, y las aguas se endulzaron. Si vives en una propiedad desafiada por una maldición lanzada por alguien 100 años atrás; eso te toca, te molesta. Comienza a bendecirla, el área en los alrededores cargará la unción, y una vez más es el siervo quien posee una unción especial, para llevar a la tierra al nivel más alto de bendición en toda la comunidad.
Las Últimas Palabras de Jesús en la Cruz
Ahora nos preguntamos, ¿por qué es que si los siervos tienen tanta autoridad, no vemos este poder soltado en la iglesia?. Esto es, porque los siervos tienen que tratar con el tema de la identidad personal, en oposición a sus apariencias.
Uno de los ladrones que estaba junto a Jesús en la cruz dijo: “este es un hombre justo, yo merezco esto, él no. Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. A lo que Jesús respondió: “de cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Miremos al contexto. Cristo en ese momento no tenía ninguna cosa a su favor desde el punto de vista natural. Luego de 3 años de ministerio, la única persona que entendió que la muerte de Jesús era necesaria fue María la hermana de Marta. Los discípulos no lo entendieron, su familia y los 5000 a quienes alimentó tampoco. En la cruz, no tenía a nadie, había pasado por tres cortes de vergüenza; desnudo, clavado, no hubo limitación en cuanto a los golpes que recibió. Era un arte para los romanos el llevar a la persona al borde mismo de la muerte. Y Jesús, sin dignidad alguna en el exterior; nada que pudiera hacer ver que Él era el Hijo de Dios.
Esa es la prueba a la cual se enfrenta el siervo, cuando nadie cree en él, cuando todos están mirando al profeta, o al exhortador, o hacia los demás como líderes; cuando no tiene credenciales, cuando los líderes ni siquiera saben que está ahí, cuando su familia no cree en él, cuando las finanzas están destrozadas y su auto roto y todo a su alrededor parece ser basura. ¿Prefieres creer en quien eres en Dios, o en quien eres de acuerdo a lo que los demás dicen de ti, o se ve en el exterior? Jesús, en el rol de siervo, desafió todas las apariencias externas. Y sin tener a nadie que creyera en Él, dijo: “todavía soy el hijo de Dios, todavía tengo autoridad para dar vida eterna a quien quiera, y declaro, en este día tú estarás conmigo en el paraíso”. Esta es el área en la cual el siervo tiene mayor autoridad.
El campo de batalla del siervo
El siervo es como la atmósfera, invisible, ignorado, y a veces usado; muy pocos de nosotros nos levantamos en la mañana y agradecemos el aire que respiramos; lo damos por hecho. Y a los siervos por lo general se les agradece poco. Y si no se les honra por lo que hacen; ciertamente será muy difícil para ellos poseer su primogenitura; y será la iglesia quien se verá privada de la vida que puede entrar a través de ellos.
Los temas con los que tendrán que luchar: primero, la dignidad vs. la vergüenza. ¿Quién eres siervo?, ¿eres lo que representas en tu exterior?, ¿representas tu traumática infancia?, o has sido lavado de todo eso en la cruz con Cristo. ¿Eres tú ese que gana el salario mínimo, y tiene que viajar tres horas por día para llegar a tu trabajo?, o eres alguien a quien Dios ha investido con máxima autoridad. Ese es el campo de batalla del siervo.
El dominio vs. victimización. Muchos siervos han entrado en esta mentalidad porque la gente los ha empujado a esto. Y para el siervo es duro sacudirse de encima el espíritu de víctima; las opiniones de los demás, el sentirse descartado, explotado y usado. Pero es necesario caminar en dominio, caminar en autoridad, ejercer esa autoridad y dar vida; ese es el pedestal del siervo.
Las 7 Cartas del Apocalipsis
Jesús le dice al siervo en Apocalipsis: “yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer”. La victimización trae deshonra, y muy pocos creen en el siervo. El siervo no puede permitir que su imagen corresponda con los comentarios de los demás, Dios diseñó al siervo para pasar por largos períodos de deshonra; y quizás nunca llegan al punto en el cual reciben honra. Mi desafío es que tomes la afirmación de quien eres en Cristo, escucha lo que Dios te dice, y camina dominando, reinando. Porque si no lo haces; si dependes de las afirmaciones de los demás; pasarás toda tu vida esperando; y es posible que nunca las recibas, y así, nunca experimentarás llenura en tu vida; y la iglesia sufrirá las consecuencias.
Hay un espíritu que viene a decirle que él no es legítimo, que él no merece estar en esa posición; y el siervo debe resistirlo, y caminar en autoridad. Todo esto tiene que ver con su carácter. En Isaías 41:19, Vemos un pasaje en cuanto a los 7 árboles plantados que es paralelo con los dones. El segundo, es el árbol de acacia. Dios usa la madera de acacia para los diferentes muebles del Tabernáculo; así es como Dios ve al siervo, y si el oro del carácter puro está recubriendo la madera, entonces esa persona puede caminar en autoridad y dominio haciendo lo que Dios quiere que ellos hagan.
El deseo, el llamado del siervo es a equipar a otros para que puedan dar lo mejor de sí mismos. La promesa a la iglesia de Esmirna: “Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida”. Muchos ven a las coronas como a un premio final y eterno. La corona representa autoridad, y creo que está diciéndole, yo te daré la corona de vida, la autoridad sobre la vida, la llenura de vida. El siervo da vida a quien sirve para que esa persona camine en su llamado completo. Y el siervo se siente completo cuando ve que está dando vida, habilitando a otros para que realicen su tarea; y no en ver sus nombres en alto.