1.º DON DE REDENCIÓN
De Individuos
De Individuos
Profeta
Es importante diferenciar los tres tipos de menciones sobre profeta en la Biblia. El oficio de profeta en Efesios 4, como en una posición de nutrición, quien tiene la manifestación de profetizar (y no debe ser el único en la iglesia que lo hace); sino que debe nutrir a los jóvenes profetas que están en aprendizaje. Y solo Dios sabe cuanta ayuda necesitan.
Luego está el oficio de profeta, como Isaías, Jeremías, etc. Pero el don redentor de profeta, no necesita profetizar en absoluto.
Tenemos un ejemplo en la escritura, Juan el Bautista, la única profecía que dio fue que el Mesías estaba viniendo; cosa que no era revelación nueva. Pero a través de su ministerio podemos ver al don de redención de profeta.
Así que, cualquier don de redención puede tener la manifestación de profetizar, y quizás el don redentor de profeta, no profetiza en absoluto.
Características del comportamiento exterior
El profeta saca su actitud de falta de temor cuando tiene que dar, y quizás saca su último centavo sin dudar, se compromete ante cualquier desafío de fe sin la más mínima preocupación; pero muchas veces esta compulsividad en el dar, lo lleva dar a alguien que no sabe administrar el dinero. Y es interesante ver con qué rapidez cambia de posición al sentirse engañado, y pasa de dar sacrificadamente, a sentarse a criticar y a condenar a quienes administran mal el dinero del Señor.
Se pasan de un bando al otro en segundos.
Joe Aldridge hizo una ilustración muy simpática para los profetas: si tomamos un barco y lo cargamos con suficientes recursos como para vivir y lo mandamos al mar; poniendo dentro de él a tres tipos de personas: visionarios (profetas), implementadores y mantenedores; de dos a tres días, cada uno de los visionarios se va a acercar silenciosamente al capitán y le va a preguntar ¿a dónde vamos?, y si el capitán le responde: “¿pero qué necesita?”. Le va a responder: “no, no es que necesito algo, solo quiero saber hacia donde vamos”. El capitán va a volver a decir: “tiene todo a bordo, disfrute del paseo, no vamos hacia ningún lugar en concreto”. El profeta no podrá soportar esta incertidumbre, por lo que decide tirarse del barco.
El profeta no puede no ir a ninguna parte. No puede estar ocupado sin saber el porqué está trabajando. Necesita tener visión, necesita tener dirección, una razón; aun si es mala. Quiere una meta, un objetivo, un punto de llegada, esto no es negociable para el profeta. Si le quitamos la razón, el porqué vivir, el profeta muere. Si no hay esperanza, si no hay futuro, si se siente atado, el profeta prefiere morir a pasar por tal sufrimiento.
Es particularmente visto con su familia, no es que se haya olvidado de la familia ni que la rechace; (aunque el tema de juzgar tanto lo lleva a muchas fragmentaciones en sus relaciones familiares); pero ellos viven con dos pies en el hoy, y toda su mirada en el futuro. No pueden mirar atrás.
Una de las marcas de un profeta herido, es cuando lo vemos reprimido. Cuando esconde sus emociones, es consecuencia de la depresión que le causó expresarse libremente; tendiendo luego a replegarse para no volver a experimentar el dolor.
Los 7 en la Biblia y el Profeta
Comenzaremos con Génesis capítulo 1, con los días de la creación. Este es uno de los pasajes más ricos en la Biblia, que nos ayudará a comprender la naturaleza de los dones. El profeta no es una excepción, y dice así: “en el primer día Dios hizo la luz”, es interesante notar que Dios no creó ni el sol, ni la luna ni las estrellas; sino hasta el cuarto día.
Así que nos preguntamos, ¿qué fue lo que Dios creó en el primer día?. Y hay que ir un poco a ver el lado científico para comprender esto. Porque toda clase de luz, Ya sea infrarroja, ultravioleta, rayos x, todos estos espectros de luz, son un campo electro magnético que viaja a través del tiempo.
Para tener cualquier clase de luz, es necesario tener materia, espacio, tiempo; y las leyes de la ciencia para que gobiernen.
Así que Dios creó todo eso en el primer día; el tiempo, el espacio, las leyes naturales, y la materia que opera dentro de estas leyes naturales.
Cada átomo tiene tiempo y espacio gobernándolo en forma precisa. La velocidad con la que el electrón fluye alrededor de cada núcleo, la distancia entre ellos, todas esas cosas son gobernadas por tiempo y espacio.
Las Leyes Naturales
En este primer día creó también todas las leyes naturales. No puedo probarlo en este pasaje, pero sugiero lo siguiente: las leyes de la ciencia son llamadas universales, no opcionales, con relación causa y efecto.
Esto significa que operan completamente fuera de las leyes morales, y que operan sin la intervención divina. Si tomo un lápiz y lo suelto, va a caer al piso, porque violé la ley de la gravedad. Dios no tuvo que venir a la Tierra y arrojar el lápiz para que caiga al piso. Si no que la consecuencia natural, la relación causa y efecto llevó esto a cabo.
Son universales, se aplican en Argentina y en China. No son opcionales, se aplican tengamos conocimiento de ellas o no, queramos o no queramos que sean aplicadas.
Es evidente que estamos quebrando alguna ley natural, queramos o no en cuanto al mal de Alzheimer. No sabemos cuál de las leyes estamos violando, pero evidentemente estamos haciendo algo mal. Pero aunque no queremos violarla, y aunque somos ignorantes, la ley está siendo aplicada y causa enfermedad en nuestra mente.
Yo creo que hay un segundo y tercer nivel para las leyes naturales, el primero tiene que ver con las leyes de la ciencia y con la relación entre el hombre y la materia.
El segundo nivel tiene que ver con las relaciones entre hombres. Vemos 5 tipos de estructura de autoridad en la Biblia; y son en orden: la relación de matrimonio, entre padres e hijos, gobierno civil, gobierno religioso, y en negocios. De nuevo, debemos hacer una distinción entre la ley moral – con consecuencias eternas. Y la ley natural, que tiene consecuencias temporales, sin intervención divina.
Por ejemplo: un matrimonio, ambos son creyentes, aman al Señor van al cielo, lo sirven. Pero si en ignorancia o a sabiendas, violan las leyes naturales de Dios para el matrimonio, van a tener una relación matrimonial espantosa, no importa cuan salvos sean. Por el contrario, tenemos a una pareja no salva, pero que no rompe ninguna ley en cuanto al matrimonio, ellos van a tener una relación matrimonial espectacular, porque cosechan lo que han sembrado; pero aun así, mueren y van al infierno, como consecuencia de no haber observado la ley moral de Dios.
Lo mismo aplicamos al mundo de los negocios, un no salvo, puede tener un negocio excelente, y riquezas, como consecuencia de haber observado las leyes naturales.
Así que hay leyes naturales, fuera de la ley moral, que son universales y que se aplican tanto a creyentes, como a no creyentes.
Hay un tercer nivel, en las cuanto a las relaciones del hombre con su entorno espiritual.
Nuestra relación con el mundo de la luz y con el mundo de las tinieblas está gobernada por leyes creadas por Dios. Estas leyes son universales, no opcionales, con relación causa y efecto.
Si eres ignorante de esas leyes, y quiebras una de ellas, puedes estar dándole acceso a algún demonio a tu vida, te guste o no.
También hay leyes que tienen que ver con tu relación con Dios. Con tener más intimidad con Dios; si violas esas leyes, cosecharás tu siembra.
Los Nuevos Principios y la Aplicación
Este es el campo de juego del profeta, el profeta es el científico investigador del cuerpo de Cristo. El científico investigador no aprende nuevos principios, no inventa nuevos principios. Las leyes de la ciencia son fijas, puede descubrir una o dos más no descubiertas, pero no inventa ninguna. Ni puede inventar nueva materia. Dios ya determinó los límites de los elementos, puede descubrir uno o dos nuevos. Pero básicamente, él toma lo incambiable en cuanto a las leyes de la naturaleza, ese primer nivel, y está continuamente re ensamblándolos de nuevas formas. Muchos de los productos que nosotros obtenemos hoy, son consecuencia de la unión de diversos materiales ensamblados por los ingenieros de investigación y desarrollo.
De la misma manera, el profeta no es llamado a crear nuevos absolutos, ya fueron creados por Dios; pero sí llamado a hacer nuevas aplicaciones, a mostrar nuevas formas de implementar los principios divinos en nuevas situaciones.
Para mí, uno de los momentos heroicos de la Iglesia, en la cual intervino el profeta, fue en Hechos capítulo 15.
No puedo notar un momento más clave en la historia de la Iglesia, sino cuando se reúnen en Jerusalén para determinar si los gentiles debían convertirse en judíos. Toda la Iglesia estaba revuelta, grandes pasiones estaban en juego, así que vinieron los líderes a Jerusalén. Tenemos a apóstoles, personas con la manifestación de profetizar, y en ese momento, en uno de los momentos más críticos para la Iglesia; Dios estaba en silencio. No hubo voz profética. Y Dios dejó todo en las manos de un hombre con el don redentor de profeta, específicamente en manos de Santiago el hermano de Jesús, anciano de Jerusalén, para razonar en base a los principios divinos. Escucharon los testimonios, las diversas opiniones; y cuando Santiago se levantó para dar el veredicto; razonó en base a los principios, dijo: “aquí están los versos en el A.T. aquí está el principio y de esta forma lo vamos a aplicar a esta situación.”.
La Primogenitura del Profeta
Allí está la primogenitura del don redentor de profeta: el poder visualizar una nueva situación, ir a la palabra de Dios, meterla en la olla, cocinar el principio bíblico, y traerlo para una nueva aplicación. El profeta no inventa nuevos absolutos, eso sería iniquidad, herejía. El profeta descubre los principios de la ley natural, y los aplica al hoy.
Esto nos ayuda a entender un poco, la razón de su comportamiento externo. La razón por la cual al profeta, no le agradan hacer trabajos de mantenimiento, es porque no se pueden aplicar nuevos principios.
El profeta no celebra por más de 10 minutos, “es bueno, funciona, sigamos adelante, que más hay por hacer”. El profeta necesita un problema, ó una hoja en blanco para poder aplicar los principios, para unir los recursos y crear algo de la nada en base a los Principios Divinos.
También entendemos la osadía y la fe. El profeta comprende el poder de la verdad, que la verdad es inexorable. Él está dispuesto a apostar, por estos principios universales. Cuando tratamos problemas en cuanto a la fe, es importantísimo separar al profeta del resto de los dones. Porque la fe de los otros seis, está basada primeramente en la relación. La fe de ellos crece por la experiencia de sus relaciones con Dios.
La fe del profeta está basada en principios, no en la relación con Dios. El principio funciona, la verdad es inexorable, son las huellas digitales del profeta.
El Término en Griego para Profeta
Es una combinación de dos palabras que quieren decir, priorizar, y hacer saber. En otras palabras, hacer que algo se conozca antes que suceda. La idea de ver de antemano y hacerlo conocer. Entendamos que esta palabra griega puede ser utilizada en dos formas diferentes, para el don de manifestación de profetizar, Dios soberanamente le da a conocer al individuo aquello que va a suceder. Este es el uso al que estamos acostumbrados.
El don redentor de profeta, hace lo mismo de una forma diferente.
Conociendo los principios, él puede saber lo que va a acontecer. Nosotros podemos hacer cuentas y saber en qué punto del espacio va a estar Marte en cien años. Sabemos lo que va a suceder en el futuro, porque conocemos la aplicación de las leyes de la ciencia. Así es como la manifestación de profeta, escucha directamente la voz de Dios acerca de lo que va a ocurrir en el futuro; y el don redentor del profeta opera en el área de los principios divinos, y extiende la verdad en el futuro.
Un profeta maduro es uno que construye, no que critica. Cualquier profeta inmaduro, puede andar por ahí diciendo; esto está bien, esto está mal, no debes hacer esto y aquello. Eso daña mucho a la Iglesia, y es de muy bajo nivel. Un buen profeta es uno que puede tomar el problema, y aplicar el principio de tal forma, que pueda reparar el problema en forma efectiva.
El Profeta y los Primeros Frutos
Hagamos otra observación en cuanto al profeta y el área de los primeros frutos. Lo primero que Dios creó fue el tiempo. Antes de crear el espacio, tienes que crear el tiempo, así que Dios creó el tiempo, luego el espacio, la ley natural, y la materia.
Sabemos que todos nosotros debemos darle el primer fruto de todo, incluyendo nuestro tiempo; a Dios.
Pero parece ser como si el primer fruto del tiempo del profeta, sea super importante para Dios. Sin tomar en consideración si es el primer fruto del día, del mes ó del año; ó los primeros frutos de un nuevo proyecto, parece como si Dios demandara al profeta, santificar los primeros frutos del tiempo, de otra manera, el resto será devorado.
Esto tiene que ver con el área de la relación entre Dios y el hombre, el tercer nivel de la ley natural. Dios reclama, el tiempo y la dedicación de los primeros frutos del tiempo, para que el resto sea santificado en gran manera.
Los Nombres Compuestos de Jehová
Hay 7 nombres compuestos de Jehová en el A. T. los cuales considero de gran importancia como paralelos con los dones. El primero de ellos es Jehová – Jiréh; el Señor proveerá, el Señor que provee.
Típicamente aplicamos este término como Jehová proveerá en cuanto a lo tangible, a las cosas materiales. Dinero, recursos, etc.
Pero eso NO es el contexto en el cual el nombre Jehová-Jireh es aplicado.
Fue dado en el contexto de Dios ordenándole a Abraham el sacrificio de Isaac. La revelación de Dios a Abraham bajo este nombre, fue totalmente clara, con motivo de marcar una diferencia entre Él (Dios), y los dioses de las naciones gentiles vecinas.
Entendamos que Dios recién estaba revelando la verdad de quien Él era, y de que forma se iba a relacionar con el hombre.
Porque el sacrificio del primogénito, era el más alto nivel de adoración, el sacrificio más elevado otorgado a algún dios.
Así que sabemos que Abraham tomó a Su hijo, preparó el sacrificio, y cuando estaba por quitarle la vida, Dios le dice: “no lo hagas”; y luego aparece un cordero atrapado en los arbustos, y Abraham lo tomó, lo sacrificó y dijo: “el Señor proveerá”. Lo que quiere decir es: El Señor proveerá el pago necesario para los pecados. Esto tiene que ver con la Santidad, con la Justicia de Dios, y con el hecho de Satisfacer los requerimientos de Dios.
Hay un sentimiento tan fuerte en el profeta por la excelencia que puede llevarlo a la herejía de tratar de comprar el favor de Dios. No quiere esto decir que lo diga abiertamente, pero sí que diga para sí mismo, si soy excelente en esto ó en aquello será suficiente para Dios. Y es importante que el profeta entienda que Dios no necesita nada del profeta, que Dios no necesita de su excelencia; ni de su sacrificio personal; sino que le está permitiendo traer gloria y honor a Su Dios, en el proceso de hacer su voluntad.
Lo mismo en cuanto a tratar con el pecado de los demás. El profeta no solo ve la maldad del pecado, sino que también puede ver el poder restaurador de Dios. Él va a tener una respuesta violenta hacia la gracia barata.
Es el profeta carnal el primero en arrojar la piedra, pero el maduro ve el profundo daño que se le ha hecho al cuerpo de Cristo cuando el pecado se trata a la ligera.
La obra maestra del profeta no es señalar con el dedo el error, sino aplicar los principios de la gracia restauradora de Dios para sanar el cuerpo. El Señor proveerá todo lo necesario para cubrir la iniquidad y para restaurar y liberar al una vez más a aquel que había fallado.
Por lo general vamos a encontrar al profeta trabajando en los dos extremos, con el liderazgo, y con aquellos que necesitan ser restaurados. Y no importa cuan mal está la persona, ni cuan bajo ha caído. Hay un celo en el profeta hacia cualquier cosa que quiera destruir la creación de Dios. Hay una pasión en él de restaurar, de reconstruir aquello que el diablo trató de arruinar.
Los 7 muebles del Tabernáculo
De los 7 muebles del Tabernáculo, el primero con que nos encontramos cuando entramos es con el altar de bronce.
Dos cosas suceden allí; una era que la persona iba a llevar allí, el sacrificio por sus pecados. Nuevamente vemos el trato con el pecado – la ofrenda por el pecado de culpa, la expiación, el holocausto.
Pero a veces olvidamos, que es en ese mismo altar en donde se llevaban las ofrendas de paz, las primicias, y las oblaciones u ofrendas de alimentos.
Nuevamente vemos la pasión de celebrar, es el primero en contar historias gloriosas, es el primero en celebrar exuberantemente las cosas que Dios ha hecho.
Celebrar aún antes, de que las cosas sucedan. Él puede mirar a aquel individuo que no da más y verlo completamente restaurado, ver el llamado de Dios para su vida, y hablarle con palabras de vida, pararse a su lado, y bendecirle.
Por lo tanto, en el altar de bronce vemos ambas cosas- el espanto del pecado y la grandiosidad de la restauración que Dios está dispuesto a hacer. El Primer Milagro del Evangelio según San Juan. La transformación del agua en vino. El profeta añora ver la manifestación del poder de Dios, la utilización del poder de Dios sobre la naturaleza, con el fin de probarle a alguien que Dios sí existe. A él le encantan las manifestaciones de Dios, añora ver el mover de Dios sobre la naturaleza, y en la naturaleza con motivos restauradores.
Elías confrontó al pueblo en el Monte Carmelo, a aquellos sin voluntad de tomar una decisión, si por Dios o por Baal; y ellos NO respondieron palabra alguna. Y nuevamente esa pasividad del pueblo, lo llevó a realizar un desafío llevándolo hasta las últimas consecuencias puso cada vez más agua sobre el sacrificio; y clamó a Dios, por fuego del cielo, y luego por lluvia.
Las 7 Cartas a las Iglesias en Apocalipsis
En el capítulo 2:1 en la carta a la Iglesia de Éfeso, vemos una clásica manifestación del don redentor de profeta. “Conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia”;
Las características del profeta; es muy difícil hallar un profeta haragán, la mayoría está trabajando aún más allá de sus fuerzas, hay un deseo de invertir esfuerzo en estos principios en los que cree.
“Veo que no toleras a los hombres malignos, y que has probado a aquellos que se hacen llamar apóstoles pero que no lo son; y los has hallado falsos”. Una de las características del profeta es que puede entrar en un salón y en menos de un segundo pueden decir quienes son los rebeldes del lugar. Tiene una reacción intuitiva para visualizar rebeldes. Pueden tolerar al herido, al ignorante de las cosas espirituales, pueden tolerar muchas cosas; pero el rebelde lo saca de sí mismo.
Lo único peor de un rebelde, es un hipócrita en la posición de liderazgo, y el profeta lo percibe enseguida.
“Has perseverado y soportado arduas tareas por causa de mi nombre, y no has desmayado”.
• Dios requiere un alto precio a los profetas, mayor que a ningún otro don. En su caminar, en su disciplina personal; el profeta por lo general, tiene que experimentar en su propia vida, en sus sacrificios personales; su fe y su compromiso.
El mayor ejemplo de ello en la Biblia es el profeta Ezequiel. Él era un profeta exiliado, ministrando en Babilonia, a una de las peores congregaciones que podía existir; los israelitas en negación absoluta (otra cosa que vuelve loco al profeta); decían este no es el juicio de Dios, no merecemos el juicio de Dios, vamos a regresar a Israel en poco tiempo....
Y día tras día, Ezequiel se paraba frente a ellos y les decía este es el juicio de Dios, Jerusalén será destruida y Uds. niegan todo.
También vivía en profunda pobreza, Dios le hizo permanecer 300 días sobre un costado, 300 del otro; él tuvo que representar todas estas cosas simbólicas; hasta que finalmente Dios un día le dice: “hay una cosa importante para ti, y es tu esposa, ella va a morir, pero no podrás llorarla; tendrás que predicar tus dos sermones del día y no vas a participar de su funeral, vas a continuar como si nunca hubieras tenido una esposa.”
¿No les parece un alto precio a pagar....?
“Arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar”. Dios pone un terror dentro del profeta, como con ningún otro don, el terror de pecar, el miedo a errar al blanco; de ponerse en la posición de nunca poseer su primogenitura. El profeta proyecta este respeto por Dios sobre otros, la desesperación por caminar en santidad; para no correr el riesgo de fracasar en la posesión de la primogenitura.
“Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”; esto nos lleva nuevamente al principio del diseño. El desafío para el profeta es el apropiarse de todos los principios divinos. Hay áreas que considera muy importantes y a otras quizás las descarta como con las relaciones.
El profeta se irrita cuando se le lleva a razonar que debe ganarse el derecho a la palabra por medio de las relaciones. Para él la verdad es la verdad; y la persona debe aceptarla porque es la verdad, no porque lo dijo el profeta.
Es necesaria la relación, para que las palabras sean tomadas en cuenta. El profeta no es uno que se pasa los primeros 15 minutos de su sermón contando chistes para ganarse la atención de la audiencia; si tiene un mensaje, es de parte de Dios y no va a perder el tiempo, lo dice en los primeros 30 segundos.
Pero en la realidad, solo una pequeña parte de la población es profeta, el resto de los dones se conectan por medio de las relaciones.
El profeta puede ser muy obstinado, y gritar con toda su voz, porque la verdad está en su boca, pero por eso no deja de ser inefectivo. Es necesario para el profeta entender la importancia de la verdad en cuanto a las relaciones, para caminar en autoridad, es necesario establecer los puentes de relaciones apropiados; sin prostituir la verdad dada por Dios.
Si el profeta no entiende la importancia de su relación e intimidad con Dios; va a fracasar en su ministerio. Dios no necesita las tareas del profeta. Dios creó el universo entero sin su ayuda. Y aunque es Dios quien le pide los altos precios a pagar, y el arduo trabajo, la mayor demanda de Dios, será en el área de su intimidad con él. Y Dios le dice, si no deseas estudiar los Principios del amor hacia Mí; te removeré de tu lugar.
El Tiempo en el contexto del Salmo 1:3
Dice así: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará”.
En la primera frase, en cuanto al árbol plantado, veamos la raíz de la palabra hebrea con respecto al tema; una es plantar y la otra es trasplantar; en este caso la traducción correcta sería trasplantado. No se trasplanta un árbol porque sí- lleva mucho trabajo hacerlo, y se corren grandes riesgos.
Por lo tanto, cuando Dios trasplanta al profeta, cosa que Dios parece hacer bastante con el profeta; es muy intencional, debe hacerse con mucho cuidado, y aunque sea un poco traumático, viene de la mano de Dios.
Dios lo trasplanta junto a corrientes de aguas; con la intención de llenar de agua al profeta.
La segunda frase en cuanto a llevar el fruto en su estación; la estación de cada árbol depende del tipo de árbol. Un árbol de papaya da fruto de 3 a 6 meses, uno de limón en 2, de manzana en 5; otros a los 75 años.
Hay también diferentes estaciones, dentro de las estaciones. Tengo un naranjo en mi casa, que da fruto todo el año; nunca vi algo así. La mayoría de los árboles tienen 3 ó 4 semanas en las cuales el fruto está maduro. Las plantas de café, tienen una estación en la cual los cosechadores levantan el fruto; dentro de la cual, algunos granos están maduros, y a otros les falta. Hay un tipo de planta de café desarrollada particularmente en Hawaii; la cual da todo su fruto en el mismo día. Así que logra un sabor sin acidez, porque no tiene granos verdes.
Algunos de los profetas ministrarán durante todas sus vidas; otros ministrarán solo por dos días, otros darán fruto a temprana edad, otros tarde.
Dios trata con el profeta en una forma diferente. Y muchas veces Dios va a guardar al profeta en preparación por años y décadas. El profeta es como un volcán, hay un fuego, un saber en su interior, de que es llamado a cosas grandes, hay una intensidad, un fuego en su vientre, que no se apagará, porque es Dios quien determinará la hora de su erupción.
Si perseveras, si continúas aprendiendo los Principios, aprendiendo la disciplina de Dios, el día llegará cuando Dios determine tu tiempo. Pero muchos profetas tienden a querer moverse antes que Dios, el fuego en el vientre es tan fuerte que tratan de inventarse el lugar, tratan de crear el tiempo y la hora; pero no es el de Dios; por lo cual Dios le dice; conozco tu perseverancia.
Es por eso que el profeta debe ser muy consciente acerca de los tiempos de Dios, y cuando lo conoce, Dios santifica el resto; por el contrario todo lo que haga caerá en saco roto.
La tercera frase, acerca de las hojas. Nuevamente cuestiono la traducción, hay dos palabras hebreas, una en cuanto a la caída de la hoja, se corta la rama y cae, no vuelve al árbol; la otra en cuanto a que se reseca. La traducción correcta aquí es en cuanto a que la hoja carece de agua, hay un resecamiento sea por una tarde, ó por una estación; no hay suficiente agua llegando a la hoja. Cuando el agua llega, la hoja vuelve a reverdecer.
Y Dios dice que este árbol que ha plantado no se va a secar. Tiene que ver con las raíces del profeta. El tema aquí no es el agua, hay mucha agua si el árbol está plantado junto a corrientes de aguas; por eso Dios lo trasplantó. El tema es el tamaño de las raíces. Y el jardinero que trasplantó el árbol, sabe que no puede permitir que la naturaleza siga su curso; porque en lo natural el árbol va a desarrollar ramas proporcionales al tamaño de las raíces. El primer año, 10 unidades de raíces, 10 de ramas; el segundo 20 y 20. Pero este árbol plantado en el valle del Jordán, entre los montes de Jerusalén y el Río Jordán, recibirá el viento africano Siroco. Los vientos calientes que vienen del desierto al este del Río Jordán. Y por eso el jardinero debe preparar al árbol, para que las raíces puedan dar abundantemente agua a las ramas, cantidad extra; el jardinero de tiempo en tiempo, tiene que darle menos agua. Simulando falta de agua, esto fuerza al árbol a extender sus raíces a mayor profundidad para obtener más agua. Es traumático a corto plazo, pero beneficioso a largo plazo.
Y puede ser muy desconcertante para el profeta cuando Dios de repente guarda silencio. Cuando luego de años de abrir la palabra y obtener revelación divina ó de oír la voz de Dios; de repente Dios parece estar en silencio por días, semanas, meses. Y el profeta comienza a buscar en su corazón si hay pecado. Confiesa todo, va a sus amigos pide apoyo, y hace todo lo que sabe hacer; pero Dios permanece en silencio. Nuevamente, los amigos de Job, comienzan a señalar con el dedo acusador; y yo le hablo a los profetas; no acepten la acusación ni de los hombres ni del diablo. Cuando tu conciencia está limpia y Dios guarda silencio; es porque Dios quiere que extiendas tus raíces a mayor profundidad, y si perseveras, las aguas comenzarán a fluir una vez más.
Las Ultimas 7 Palabras de Jesús en la Cruz
Jesús se enfrentó a la amargura al decir: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. El profeta está muy cerca de caer en la tentación de querer ocupar el lugar de Dios; por su repulsión al pecado. No solo para ser juez, sino para dar la sentencia.
Jesús nos relata la historia del amo y los dos siervos, uno debía 100 denarios; 1 denario era el jornal; 100 era el sueldo de 4 meses de trabajo. El otro debía menos. El amo, al comprender que para el que debía más le era imposible pagar, directamente le perdonó la deuda. No puede aceptar el perdón extendido por el Rey; por lo cual, sale a buscar a quien le debía a él, aún mucho menos de lo que a él le había sido perdonado. Y le reclama su pago. Por lo que al enterarse el Rey, lo pone en prisión y le azota. ¿para qué?; porque evidentemente fue a buscar dinero para pagar la deuda, no podía creer que alguien podía perdonar semejante cosa.
Por lo que el Rey sabía que el orgullo del deudor, no le permitía aceptar el perdón, y de esa manera, sentía que al ser azotado, de alguna forma estaba recibiendo su merecido. Hasta llevarlo al punto de tragarse el orgullo, y declarar yo no le debo nada al Rey, mi deuda fue perdonada.
La batalla más grande para el profeta, no es perdonar a los demás; sino perdonarse a sí mismo cuando ha pecado en gran manera. Hay una tendencia en él de querer pagar a Dios por haber pecado, no le es suficiente aceptar el perdón de Dios. Siente que le debe a Dios por el daño causado al Reino de Dios. Si aprende la lección, entonces habrá aprendido que también él es deudor, y crecerá en misericordia y en amor. Tantos profetas han tenido que acudir a Jehová- Shiré, entendiendo que lo que ellos hagan, no es necesario para cubrir el lío en el que se han metido. Dios necesita enseñarle la humillación, para luego ellos poder extender la gracia a otros.
La Primogenitura
Apocalipsis 2, el final de la carta a Efeso. “Al que venciere, le daré de comer del árbol de la vida.”. Si recordamos, luego del pecado de Adán y Eva, Dios pone querubines en la entrada del Jardín del edén, con el fin de que no coman del árbol de la vida, si no, vivirían para siempre.
Y yo creo que en el Edén había dos árboles generacionales. El árbol de la ciencia del bien y del mal, traía una maldición generacional, y el de la vida, traía bendición generacional. Y que el deseo de Dios era que Adán y Eva comieran del árbol de la vida, para extender bendición sobre sus generaciones, y extender el dominio del Jardín a los ángulos de la Tierra; con hijos benditos, caminando en santidad.
El deseo del profeta, su pasión, su ADN; es tener la oportunidad de, no solamente experimentar él solo, sino de llevar a otros a ese punto de excelencia, de experimentar él sin límites de cosas que Dios puede hacer; si seguimos sus principios.
Es el llevar a las personas de +20 a +100. El pasar de un punto de conformismo a la excelencia de caminar en los caminos de Dios en la plenitud del varón perfecto.
Él inspira a los demás a aceptar, a desear; a querer pagar el precio de renunciar al conformismo, a quizás aceptar dolor, humillación, prisión, peligro; con el fin de servir al Señor hasta lo último. Se necesita de mucha visión, y de saber transmitirla, para llevar a otros a la excelencia de que quieran pagar el precio para cumplir con la voluntad de Dios para sus vidas. De decirles, vengan vale la pena pagarlo. Y es por eso que Dios a veces lo lleva a pagar precios muy altos, para que pueda marcar un ejemplo, y pueda decir, vale la pena.
Es por esto que el culto al conformismo, es el enemigo número 1 del profeta. Y no se contenta con llegar a la excelencia él solo. Quiere llevar a otros, no hay vida, ni llenura en llegar, si no trajo a otros con él.
Caleb caminaba en fe, llegó a la tierra prometida, y dijo: “¿gigantes, qué gigantes? y quiso llevar a toda la nación con él, y no pudo, se volvieron en su contra. Y su quebrantamiento fue en que no pudo lograr que la nación se levantara y tomara posesión de la Tierra Prometida, de su Primogenitura. No pudo sacarlos del conformismo, a pagar el precio en forma voluntaria. Entonces tuvo que esperar 38 años; su árbol dio fruto en los últimos años de su vida, cuando llegó su hora, fue él quien tuvo el privilegio de escoger primero su lugar en la Tierra, los primeros frutos fueron para él. Y aún en el final de sus días demostró querer pagar precio. Ya lo había pagado, había demostrado fe, y coraje. Hubiera podido escoger algo fácil; pero escogió el monte difícil, con los gigantes.
Hebrón, él tomó su monte, y experimentó la llenura de tomar, de arrebatar su primogenitura, marcando el camino para los profetas. Que cuando se pasa por el desierto, cuando se persevera, cuando se paga el precio; las raíces llegan a la mayor profundidad; y las hojas nunca se secan.
Luego está el oficio de profeta, como Isaías, Jeremías, etc. Pero el don redentor de profeta, no necesita profetizar en absoluto.
Tenemos un ejemplo en la escritura, Juan el Bautista, la única profecía que dio fue que el Mesías estaba viniendo; cosa que no era revelación nueva. Pero a través de su ministerio podemos ver al don de redención de profeta.
Así que, cualquier don de redención puede tener la manifestación de profetizar, y quizás el don redentor de profeta, no profetiza en absoluto.
Características del comportamiento exterior
- Tienden a ver las cosas en blanco y negro. Está bien o mal; es justo o injusto; con una perspectiva del mundo muy simple; quienes a su vez, pueden decirte en 5 segundos si algo está bien ó mal.
- Tienden a tomar la iniciativa, y les gustan las cosas nuevas – si los que están a su alrededor no están haciendo nada nuevo, ellos lo van a hacer. El profeta es muy malo para realizar trabajos de mantenimiento o para mantener en el mismo estado una situación, programa, o actividad que ya está en funcionamiento.
- Si pones a un profeta en una posición administrativa, con un programa que está funcionando bien, él va a ser una de tres cosas – la va a mejorar, cambiar, agrandar o renunciar. Porque mantener el status-quo, va en contra del ADN del profeta.
Ahora, si llevas a un profeta a una situación en la cual hay caos, va a estar bastante animado por un tiempo mientras restaura el orden, establece el fluir de las cosas, etc. pero si se dé cuenta de que no hay más nada para hacer; se va a ir.
- Tienden a ser muy expresivos verbalmente. Es más, muchos describen al exhortador y al profeta como a charlatanes compulsivos. Ej.: Pedro.
- El profeta procesa información muy rápidamente, y tiene una opinión sobre todo, todo el tiempo, y le encanta compartir lo que piensa.
- También tiende a tomar la iniciativa de juzgar a otros. No solo sabe lo que está bien o mal, sino que, con darle una simple hojeada al are adonde se encuentran las verduras te puede decir si los productos están bien clasificados; si el vendedor es bueno, si la cajera está haciendo un buen trabajo, si tiene buena iluminación; en fin observa cada detalle.
- No conocen el temor, a menos que hayan sido profundamente heridos, tienden a ser osados en cuanto a relacionarse con otros ó en diversas situaciones.
- Uno de los valores más profundos en el ADN del profeta es la intolerancia a la esclavitud, a sentirse preso, atado. No les gusta estar atrapados en una situación de aprieto. Ej.: Jerónimo el indio americano. Prefería tener a todas las tropas americanas persiguiéndolo de un estado a otro, que estar preso en la cárcel.
- Extraordinariamente generosos. Muchos profetas piensan que tienen el don de dar, porque dan aún más que cualquier otro don. Muchas veces dan mucho más que alguien con el don de dar. La diferencia es que el profeta tiende a dar compulsivamente y con falta de sabiduría.
El profeta saca su actitud de falta de temor cuando tiene que dar, y quizás saca su último centavo sin dudar, se compromete ante cualquier desafío de fe sin la más mínima preocupación; pero muchas veces esta compulsividad en el dar, lo lleva dar a alguien que no sabe administrar el dinero. Y es interesante ver con qué rapidez cambia de posición al sentirse engañado, y pasa de dar sacrificadamente, a sentarse a criticar y a condenar a quienes administran mal el dinero del Señor.
Se pasan de un bando al otro en segundos.
Joe Aldridge hizo una ilustración muy simpática para los profetas: si tomamos un barco y lo cargamos con suficientes recursos como para vivir y lo mandamos al mar; poniendo dentro de él a tres tipos de personas: visionarios (profetas), implementadores y mantenedores; de dos a tres días, cada uno de los visionarios se va a acercar silenciosamente al capitán y le va a preguntar ¿a dónde vamos?, y si el capitán le responde: “¿pero qué necesita?”. Le va a responder: “no, no es que necesito algo, solo quiero saber hacia donde vamos”. El capitán va a volver a decir: “tiene todo a bordo, disfrute del paseo, no vamos hacia ningún lugar en concreto”. El profeta no podrá soportar esta incertidumbre, por lo que decide tirarse del barco.
El profeta no puede no ir a ninguna parte. No puede estar ocupado sin saber el porqué está trabajando. Necesita tener visión, necesita tener dirección, una razón; aun si es mala. Quiere una meta, un objetivo, un punto de llegada, esto no es negociable para el profeta. Si le quitamos la razón, el porqué vivir, el profeta muere. Si no hay esperanza, si no hay futuro, si se siente atado, el profeta prefiere morir a pasar por tal sufrimiento.
- También tiende a ser competitivo, esto es por la osadía, no le gusta perder, ganar es todo para él.
- Es fácil de identificar a un profeta en el área de lo abierto total. Si el profeta está vendiendo su auto (a menos que sea un profeta carnal), le es imposible mantener guardados los defectos del auto. Es más, los expone, quizás se vuelva imposible para él venderlo, porque asusta a todos los potenciales compradores. Es compulsivo en cuanto a la honestidad y en cuanto a la integridad.
- A su vez, es muy duro consigo mismo, muy pocos pueden comprender cuan duros son con ellos mismos cuando fallan, o caen en pecado. Es una obra de arte el lograr que un profeta se perdone a sí mismo, o que sea restaurado.
- Es importante para el profeta hallarle sentido a todo. Y esto se convierte en una trampa para muchos profetas, especialmente en temas teológicos, cuando se enfrentan a un problema, de alguna forma, tienden a restaurar la lógica en las diversas situaciones. Es una marca de madurez en él, cuando accede a aceptar la soberanía de Dios en alguna situación de su vida que no tiene sentido en absoluto.
- Tienden a posicionar a la verdad por encima de las relaciones interpersonales, especialmente las relaciones familiares. Si un profeta se muda de una ciudad a otra, tiende a olvidarse de las relaciones anteriores y a dedicarse de lleno a sus nuevas amistades.
Es particularmente visto con su familia, no es que se haya olvidado de la familia ni que la rechace; (aunque el tema de juzgar tanto lo lleva a muchas fragmentaciones en sus relaciones familiares); pero ellos viven con dos pies en el hoy, y toda su mirada en el futuro. No pueden mirar atrás.
- Tiene una pasión por la excelencia en sí mismo, y en aquellos que están a su alrededor.
- Son muy apasionados, llenos de sentimientos. Él puede tener la más grande misericordia, y el mayor espíritu de juicio. Puede tener la más grande depresión, y la mayor de las ganas de adorar a Dios.
Una de las marcas de un profeta herido, es cuando lo vemos reprimido. Cuando esconde sus emociones, es consecuencia de la depresión que le causó expresarse libremente; tendiendo luego a replegarse para no volver a experimentar el dolor.
Los 7 en la Biblia y el Profeta
Comenzaremos con Génesis capítulo 1, con los días de la creación. Este es uno de los pasajes más ricos en la Biblia, que nos ayudará a comprender la naturaleza de los dones. El profeta no es una excepción, y dice así: “en el primer día Dios hizo la luz”, es interesante notar que Dios no creó ni el sol, ni la luna ni las estrellas; sino hasta el cuarto día.
Así que nos preguntamos, ¿qué fue lo que Dios creó en el primer día?. Y hay que ir un poco a ver el lado científico para comprender esto. Porque toda clase de luz, Ya sea infrarroja, ultravioleta, rayos x, todos estos espectros de luz, son un campo electro magnético que viaja a través del tiempo.
Para tener cualquier clase de luz, es necesario tener materia, espacio, tiempo; y las leyes de la ciencia para que gobiernen.
Así que Dios creó todo eso en el primer día; el tiempo, el espacio, las leyes naturales, y la materia que opera dentro de estas leyes naturales.
Cada átomo tiene tiempo y espacio gobernándolo en forma precisa. La velocidad con la que el electrón fluye alrededor de cada núcleo, la distancia entre ellos, todas esas cosas son gobernadas por tiempo y espacio.
Las Leyes Naturales
En este primer día creó también todas las leyes naturales. No puedo probarlo en este pasaje, pero sugiero lo siguiente: las leyes de la ciencia son llamadas universales, no opcionales, con relación causa y efecto.
Esto significa que operan completamente fuera de las leyes morales, y que operan sin la intervención divina. Si tomo un lápiz y lo suelto, va a caer al piso, porque violé la ley de la gravedad. Dios no tuvo que venir a la Tierra y arrojar el lápiz para que caiga al piso. Si no que la consecuencia natural, la relación causa y efecto llevó esto a cabo.
Son universales, se aplican en Argentina y en China. No son opcionales, se aplican tengamos conocimiento de ellas o no, queramos o no queramos que sean aplicadas.
Es evidente que estamos quebrando alguna ley natural, queramos o no en cuanto al mal de Alzheimer. No sabemos cuál de las leyes estamos violando, pero evidentemente estamos haciendo algo mal. Pero aunque no queremos violarla, y aunque somos ignorantes, la ley está siendo aplicada y causa enfermedad en nuestra mente.
Yo creo que hay un segundo y tercer nivel para las leyes naturales, el primero tiene que ver con las leyes de la ciencia y con la relación entre el hombre y la materia.
El segundo nivel tiene que ver con las relaciones entre hombres. Vemos 5 tipos de estructura de autoridad en la Biblia; y son en orden: la relación de matrimonio, entre padres e hijos, gobierno civil, gobierno religioso, y en negocios. De nuevo, debemos hacer una distinción entre la ley moral – con consecuencias eternas. Y la ley natural, que tiene consecuencias temporales, sin intervención divina.
Por ejemplo: un matrimonio, ambos son creyentes, aman al Señor van al cielo, lo sirven. Pero si en ignorancia o a sabiendas, violan las leyes naturales de Dios para el matrimonio, van a tener una relación matrimonial espantosa, no importa cuan salvos sean. Por el contrario, tenemos a una pareja no salva, pero que no rompe ninguna ley en cuanto al matrimonio, ellos van a tener una relación matrimonial espectacular, porque cosechan lo que han sembrado; pero aun así, mueren y van al infierno, como consecuencia de no haber observado la ley moral de Dios.
Lo mismo aplicamos al mundo de los negocios, un no salvo, puede tener un negocio excelente, y riquezas, como consecuencia de haber observado las leyes naturales.
Así que hay leyes naturales, fuera de la ley moral, que son universales y que se aplican tanto a creyentes, como a no creyentes.
Hay un tercer nivel, en las cuanto a las relaciones del hombre con su entorno espiritual.
Nuestra relación con el mundo de la luz y con el mundo de las tinieblas está gobernada por leyes creadas por Dios. Estas leyes son universales, no opcionales, con relación causa y efecto.
Si eres ignorante de esas leyes, y quiebras una de ellas, puedes estar dándole acceso a algún demonio a tu vida, te guste o no.
También hay leyes que tienen que ver con tu relación con Dios. Con tener más intimidad con Dios; si violas esas leyes, cosecharás tu siembra.
Los Nuevos Principios y la Aplicación
Este es el campo de juego del profeta, el profeta es el científico investigador del cuerpo de Cristo. El científico investigador no aprende nuevos principios, no inventa nuevos principios. Las leyes de la ciencia son fijas, puede descubrir una o dos más no descubiertas, pero no inventa ninguna. Ni puede inventar nueva materia. Dios ya determinó los límites de los elementos, puede descubrir uno o dos nuevos. Pero básicamente, él toma lo incambiable en cuanto a las leyes de la naturaleza, ese primer nivel, y está continuamente re ensamblándolos de nuevas formas. Muchos de los productos que nosotros obtenemos hoy, son consecuencia de la unión de diversos materiales ensamblados por los ingenieros de investigación y desarrollo.
De la misma manera, el profeta no es llamado a crear nuevos absolutos, ya fueron creados por Dios; pero sí llamado a hacer nuevas aplicaciones, a mostrar nuevas formas de implementar los principios divinos en nuevas situaciones.
Para mí, uno de los momentos heroicos de la Iglesia, en la cual intervino el profeta, fue en Hechos capítulo 15.
No puedo notar un momento más clave en la historia de la Iglesia, sino cuando se reúnen en Jerusalén para determinar si los gentiles debían convertirse en judíos. Toda la Iglesia estaba revuelta, grandes pasiones estaban en juego, así que vinieron los líderes a Jerusalén. Tenemos a apóstoles, personas con la manifestación de profetizar, y en ese momento, en uno de los momentos más críticos para la Iglesia; Dios estaba en silencio. No hubo voz profética. Y Dios dejó todo en las manos de un hombre con el don redentor de profeta, específicamente en manos de Santiago el hermano de Jesús, anciano de Jerusalén, para razonar en base a los principios divinos. Escucharon los testimonios, las diversas opiniones; y cuando Santiago se levantó para dar el veredicto; razonó en base a los principios, dijo: “aquí están los versos en el A.T. aquí está el principio y de esta forma lo vamos a aplicar a esta situación.”.
La Primogenitura del Profeta
Allí está la primogenitura del don redentor de profeta: el poder visualizar una nueva situación, ir a la palabra de Dios, meterla en la olla, cocinar el principio bíblico, y traerlo para una nueva aplicación. El profeta no inventa nuevos absolutos, eso sería iniquidad, herejía. El profeta descubre los principios de la ley natural, y los aplica al hoy.
Esto nos ayuda a entender un poco, la razón de su comportamiento externo. La razón por la cual al profeta, no le agradan hacer trabajos de mantenimiento, es porque no se pueden aplicar nuevos principios.
El profeta no celebra por más de 10 minutos, “es bueno, funciona, sigamos adelante, que más hay por hacer”. El profeta necesita un problema, ó una hoja en blanco para poder aplicar los principios, para unir los recursos y crear algo de la nada en base a los Principios Divinos.
También entendemos la osadía y la fe. El profeta comprende el poder de la verdad, que la verdad es inexorable. Él está dispuesto a apostar, por estos principios universales. Cuando tratamos problemas en cuanto a la fe, es importantísimo separar al profeta del resto de los dones. Porque la fe de los otros seis, está basada primeramente en la relación. La fe de ellos crece por la experiencia de sus relaciones con Dios.
La fe del profeta está basada en principios, no en la relación con Dios. El principio funciona, la verdad es inexorable, son las huellas digitales del profeta.
El Término en Griego para Profeta
Es una combinación de dos palabras que quieren decir, priorizar, y hacer saber. En otras palabras, hacer que algo se conozca antes que suceda. La idea de ver de antemano y hacerlo conocer. Entendamos que esta palabra griega puede ser utilizada en dos formas diferentes, para el don de manifestación de profetizar, Dios soberanamente le da a conocer al individuo aquello que va a suceder. Este es el uso al que estamos acostumbrados.
El don redentor de profeta, hace lo mismo de una forma diferente.
Conociendo los principios, él puede saber lo que va a acontecer. Nosotros podemos hacer cuentas y saber en qué punto del espacio va a estar Marte en cien años. Sabemos lo que va a suceder en el futuro, porque conocemos la aplicación de las leyes de la ciencia. Así es como la manifestación de profeta, escucha directamente la voz de Dios acerca de lo que va a ocurrir en el futuro; y el don redentor del profeta opera en el área de los principios divinos, y extiende la verdad en el futuro.
Un profeta maduro es uno que construye, no que critica. Cualquier profeta inmaduro, puede andar por ahí diciendo; esto está bien, esto está mal, no debes hacer esto y aquello. Eso daña mucho a la Iglesia, y es de muy bajo nivel. Un buen profeta es uno que puede tomar el problema, y aplicar el principio de tal forma, que pueda reparar el problema en forma efectiva.
El Profeta y los Primeros Frutos
Hagamos otra observación en cuanto al profeta y el área de los primeros frutos. Lo primero que Dios creó fue el tiempo. Antes de crear el espacio, tienes que crear el tiempo, así que Dios creó el tiempo, luego el espacio, la ley natural, y la materia.
Sabemos que todos nosotros debemos darle el primer fruto de todo, incluyendo nuestro tiempo; a Dios.
Pero parece ser como si el primer fruto del tiempo del profeta, sea super importante para Dios. Sin tomar en consideración si es el primer fruto del día, del mes ó del año; ó los primeros frutos de un nuevo proyecto, parece como si Dios demandara al profeta, santificar los primeros frutos del tiempo, de otra manera, el resto será devorado.
Esto tiene que ver con el área de la relación entre Dios y el hombre, el tercer nivel de la ley natural. Dios reclama, el tiempo y la dedicación de los primeros frutos del tiempo, para que el resto sea santificado en gran manera.
Los Nombres Compuestos de Jehová
Hay 7 nombres compuestos de Jehová en el A. T. los cuales considero de gran importancia como paralelos con los dones. El primero de ellos es Jehová – Jiréh; el Señor proveerá, el Señor que provee.
Típicamente aplicamos este término como Jehová proveerá en cuanto a lo tangible, a las cosas materiales. Dinero, recursos, etc.
Pero eso NO es el contexto en el cual el nombre Jehová-Jireh es aplicado.
Fue dado en el contexto de Dios ordenándole a Abraham el sacrificio de Isaac. La revelación de Dios a Abraham bajo este nombre, fue totalmente clara, con motivo de marcar una diferencia entre Él (Dios), y los dioses de las naciones gentiles vecinas.
Entendamos que Dios recién estaba revelando la verdad de quien Él era, y de que forma se iba a relacionar con el hombre.
Porque el sacrificio del primogénito, era el más alto nivel de adoración, el sacrificio más elevado otorgado a algún dios.
Así que sabemos que Abraham tomó a Su hijo, preparó el sacrificio, y cuando estaba por quitarle la vida, Dios le dice: “no lo hagas”; y luego aparece un cordero atrapado en los arbustos, y Abraham lo tomó, lo sacrificó y dijo: “el Señor proveerá”. Lo que quiere decir es: El Señor proveerá el pago necesario para los pecados. Esto tiene que ver con la Santidad, con la Justicia de Dios, y con el hecho de Satisfacer los requerimientos de Dios.
Hay un sentimiento tan fuerte en el profeta por la excelencia que puede llevarlo a la herejía de tratar de comprar el favor de Dios. No quiere esto decir que lo diga abiertamente, pero sí que diga para sí mismo, si soy excelente en esto ó en aquello será suficiente para Dios. Y es importante que el profeta entienda que Dios no necesita nada del profeta, que Dios no necesita de su excelencia; ni de su sacrificio personal; sino que le está permitiendo traer gloria y honor a Su Dios, en el proceso de hacer su voluntad.
Lo mismo en cuanto a tratar con el pecado de los demás. El profeta no solo ve la maldad del pecado, sino que también puede ver el poder restaurador de Dios. Él va a tener una respuesta violenta hacia la gracia barata.
Es el profeta carnal el primero en arrojar la piedra, pero el maduro ve el profundo daño que se le ha hecho al cuerpo de Cristo cuando el pecado se trata a la ligera.
La obra maestra del profeta no es señalar con el dedo el error, sino aplicar los principios de la gracia restauradora de Dios para sanar el cuerpo. El Señor proveerá todo lo necesario para cubrir la iniquidad y para restaurar y liberar al una vez más a aquel que había fallado.
Por lo general vamos a encontrar al profeta trabajando en los dos extremos, con el liderazgo, y con aquellos que necesitan ser restaurados. Y no importa cuan mal está la persona, ni cuan bajo ha caído. Hay un celo en el profeta hacia cualquier cosa que quiera destruir la creación de Dios. Hay una pasión en él de restaurar, de reconstruir aquello que el diablo trató de arruinar.
Los 7 muebles del Tabernáculo
De los 7 muebles del Tabernáculo, el primero con que nos encontramos cuando entramos es con el altar de bronce.
Dos cosas suceden allí; una era que la persona iba a llevar allí, el sacrificio por sus pecados. Nuevamente vemos el trato con el pecado – la ofrenda por el pecado de culpa, la expiación, el holocausto.
Pero a veces olvidamos, que es en ese mismo altar en donde se llevaban las ofrendas de paz, las primicias, y las oblaciones u ofrendas de alimentos.
Nuevamente vemos la pasión de celebrar, es el primero en contar historias gloriosas, es el primero en celebrar exuberantemente las cosas que Dios ha hecho.
Celebrar aún antes, de que las cosas sucedan. Él puede mirar a aquel individuo que no da más y verlo completamente restaurado, ver el llamado de Dios para su vida, y hablarle con palabras de vida, pararse a su lado, y bendecirle.
Por lo tanto, en el altar de bronce vemos ambas cosas- el espanto del pecado y la grandiosidad de la restauración que Dios está dispuesto a hacer. El Primer Milagro del Evangelio según San Juan. La transformación del agua en vino. El profeta añora ver la manifestación del poder de Dios, la utilización del poder de Dios sobre la naturaleza, con el fin de probarle a alguien que Dios sí existe. A él le encantan las manifestaciones de Dios, añora ver el mover de Dios sobre la naturaleza, y en la naturaleza con motivos restauradores.
Elías confrontó al pueblo en el Monte Carmelo, a aquellos sin voluntad de tomar una decisión, si por Dios o por Baal; y ellos NO respondieron palabra alguna. Y nuevamente esa pasividad del pueblo, lo llevó a realizar un desafío llevándolo hasta las últimas consecuencias puso cada vez más agua sobre el sacrificio; y clamó a Dios, por fuego del cielo, y luego por lluvia.
Las 7 Cartas a las Iglesias en Apocalipsis
En el capítulo 2:1 en la carta a la Iglesia de Éfeso, vemos una clásica manifestación del don redentor de profeta. “Conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia”;
Las características del profeta; es muy difícil hallar un profeta haragán, la mayoría está trabajando aún más allá de sus fuerzas, hay un deseo de invertir esfuerzo en estos principios en los que cree.
“Veo que no toleras a los hombres malignos, y que has probado a aquellos que se hacen llamar apóstoles pero que no lo son; y los has hallado falsos”. Una de las características del profeta es que puede entrar en un salón y en menos de un segundo pueden decir quienes son los rebeldes del lugar. Tiene una reacción intuitiva para visualizar rebeldes. Pueden tolerar al herido, al ignorante de las cosas espirituales, pueden tolerar muchas cosas; pero el rebelde lo saca de sí mismo.
Lo único peor de un rebelde, es un hipócrita en la posición de liderazgo, y el profeta lo percibe enseguida.
“Has perseverado y soportado arduas tareas por causa de mi nombre, y no has desmayado”.
• Dios requiere un alto precio a los profetas, mayor que a ningún otro don. En su caminar, en su disciplina personal; el profeta por lo general, tiene que experimentar en su propia vida, en sus sacrificios personales; su fe y su compromiso.
El mayor ejemplo de ello en la Biblia es el profeta Ezequiel. Él era un profeta exiliado, ministrando en Babilonia, a una de las peores congregaciones que podía existir; los israelitas en negación absoluta (otra cosa que vuelve loco al profeta); decían este no es el juicio de Dios, no merecemos el juicio de Dios, vamos a regresar a Israel en poco tiempo....
Y día tras día, Ezequiel se paraba frente a ellos y les decía este es el juicio de Dios, Jerusalén será destruida y Uds. niegan todo.
También vivía en profunda pobreza, Dios le hizo permanecer 300 días sobre un costado, 300 del otro; él tuvo que representar todas estas cosas simbólicas; hasta que finalmente Dios un día le dice: “hay una cosa importante para ti, y es tu esposa, ella va a morir, pero no podrás llorarla; tendrás que predicar tus dos sermones del día y no vas a participar de su funeral, vas a continuar como si nunca hubieras tenido una esposa.”
¿No les parece un alto precio a pagar....?
“Arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar”. Dios pone un terror dentro del profeta, como con ningún otro don, el terror de pecar, el miedo a errar al blanco; de ponerse en la posición de nunca poseer su primogenitura. El profeta proyecta este respeto por Dios sobre otros, la desesperación por caminar en santidad; para no correr el riesgo de fracasar en la posesión de la primogenitura.
“Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor”; esto nos lleva nuevamente al principio del diseño. El desafío para el profeta es el apropiarse de todos los principios divinos. Hay áreas que considera muy importantes y a otras quizás las descarta como con las relaciones.
El profeta se irrita cuando se le lleva a razonar que debe ganarse el derecho a la palabra por medio de las relaciones. Para él la verdad es la verdad; y la persona debe aceptarla porque es la verdad, no porque lo dijo el profeta.
Es necesaria la relación, para que las palabras sean tomadas en cuenta. El profeta no es uno que se pasa los primeros 15 minutos de su sermón contando chistes para ganarse la atención de la audiencia; si tiene un mensaje, es de parte de Dios y no va a perder el tiempo, lo dice en los primeros 30 segundos.
Pero en la realidad, solo una pequeña parte de la población es profeta, el resto de los dones se conectan por medio de las relaciones.
El profeta puede ser muy obstinado, y gritar con toda su voz, porque la verdad está en su boca, pero por eso no deja de ser inefectivo. Es necesario para el profeta entender la importancia de la verdad en cuanto a las relaciones, para caminar en autoridad, es necesario establecer los puentes de relaciones apropiados; sin prostituir la verdad dada por Dios.
Si el profeta no entiende la importancia de su relación e intimidad con Dios; va a fracasar en su ministerio. Dios no necesita las tareas del profeta. Dios creó el universo entero sin su ayuda. Y aunque es Dios quien le pide los altos precios a pagar, y el arduo trabajo, la mayor demanda de Dios, será en el área de su intimidad con él. Y Dios le dice, si no deseas estudiar los Principios del amor hacia Mí; te removeré de tu lugar.
El Tiempo en el contexto del Salmo 1:3
Dice así: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará”.
En la primera frase, en cuanto al árbol plantado, veamos la raíz de la palabra hebrea con respecto al tema; una es plantar y la otra es trasplantar; en este caso la traducción correcta sería trasplantado. No se trasplanta un árbol porque sí- lleva mucho trabajo hacerlo, y se corren grandes riesgos.
Por lo tanto, cuando Dios trasplanta al profeta, cosa que Dios parece hacer bastante con el profeta; es muy intencional, debe hacerse con mucho cuidado, y aunque sea un poco traumático, viene de la mano de Dios.
Dios lo trasplanta junto a corrientes de aguas; con la intención de llenar de agua al profeta.
La segunda frase en cuanto a llevar el fruto en su estación; la estación de cada árbol depende del tipo de árbol. Un árbol de papaya da fruto de 3 a 6 meses, uno de limón en 2, de manzana en 5; otros a los 75 años.
Hay también diferentes estaciones, dentro de las estaciones. Tengo un naranjo en mi casa, que da fruto todo el año; nunca vi algo así. La mayoría de los árboles tienen 3 ó 4 semanas en las cuales el fruto está maduro. Las plantas de café, tienen una estación en la cual los cosechadores levantan el fruto; dentro de la cual, algunos granos están maduros, y a otros les falta. Hay un tipo de planta de café desarrollada particularmente en Hawaii; la cual da todo su fruto en el mismo día. Así que logra un sabor sin acidez, porque no tiene granos verdes.
Algunos de los profetas ministrarán durante todas sus vidas; otros ministrarán solo por dos días, otros darán fruto a temprana edad, otros tarde.
Dios trata con el profeta en una forma diferente. Y muchas veces Dios va a guardar al profeta en preparación por años y décadas. El profeta es como un volcán, hay un fuego, un saber en su interior, de que es llamado a cosas grandes, hay una intensidad, un fuego en su vientre, que no se apagará, porque es Dios quien determinará la hora de su erupción.
Si perseveras, si continúas aprendiendo los Principios, aprendiendo la disciplina de Dios, el día llegará cuando Dios determine tu tiempo. Pero muchos profetas tienden a querer moverse antes que Dios, el fuego en el vientre es tan fuerte que tratan de inventarse el lugar, tratan de crear el tiempo y la hora; pero no es el de Dios; por lo cual Dios le dice; conozco tu perseverancia.
Es por eso que el profeta debe ser muy consciente acerca de los tiempos de Dios, y cuando lo conoce, Dios santifica el resto; por el contrario todo lo que haga caerá en saco roto.
La tercera frase, acerca de las hojas. Nuevamente cuestiono la traducción, hay dos palabras hebreas, una en cuanto a la caída de la hoja, se corta la rama y cae, no vuelve al árbol; la otra en cuanto a que se reseca. La traducción correcta aquí es en cuanto a que la hoja carece de agua, hay un resecamiento sea por una tarde, ó por una estación; no hay suficiente agua llegando a la hoja. Cuando el agua llega, la hoja vuelve a reverdecer.
Y Dios dice que este árbol que ha plantado no se va a secar. Tiene que ver con las raíces del profeta. El tema aquí no es el agua, hay mucha agua si el árbol está plantado junto a corrientes de aguas; por eso Dios lo trasplantó. El tema es el tamaño de las raíces. Y el jardinero que trasplantó el árbol, sabe que no puede permitir que la naturaleza siga su curso; porque en lo natural el árbol va a desarrollar ramas proporcionales al tamaño de las raíces. El primer año, 10 unidades de raíces, 10 de ramas; el segundo 20 y 20. Pero este árbol plantado en el valle del Jordán, entre los montes de Jerusalén y el Río Jordán, recibirá el viento africano Siroco. Los vientos calientes que vienen del desierto al este del Río Jordán. Y por eso el jardinero debe preparar al árbol, para que las raíces puedan dar abundantemente agua a las ramas, cantidad extra; el jardinero de tiempo en tiempo, tiene que darle menos agua. Simulando falta de agua, esto fuerza al árbol a extender sus raíces a mayor profundidad para obtener más agua. Es traumático a corto plazo, pero beneficioso a largo plazo.
Y puede ser muy desconcertante para el profeta cuando Dios de repente guarda silencio. Cuando luego de años de abrir la palabra y obtener revelación divina ó de oír la voz de Dios; de repente Dios parece estar en silencio por días, semanas, meses. Y el profeta comienza a buscar en su corazón si hay pecado. Confiesa todo, va a sus amigos pide apoyo, y hace todo lo que sabe hacer; pero Dios permanece en silencio. Nuevamente, los amigos de Job, comienzan a señalar con el dedo acusador; y yo le hablo a los profetas; no acepten la acusación ni de los hombres ni del diablo. Cuando tu conciencia está limpia y Dios guarda silencio; es porque Dios quiere que extiendas tus raíces a mayor profundidad, y si perseveras, las aguas comenzarán a fluir una vez más.
Las Ultimas 7 Palabras de Jesús en la Cruz
Jesús se enfrentó a la amargura al decir: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. El profeta está muy cerca de caer en la tentación de querer ocupar el lugar de Dios; por su repulsión al pecado. No solo para ser juez, sino para dar la sentencia.
Jesús nos relata la historia del amo y los dos siervos, uno debía 100 denarios; 1 denario era el jornal; 100 era el sueldo de 4 meses de trabajo. El otro debía menos. El amo, al comprender que para el que debía más le era imposible pagar, directamente le perdonó la deuda. No puede aceptar el perdón extendido por el Rey; por lo cual, sale a buscar a quien le debía a él, aún mucho menos de lo que a él le había sido perdonado. Y le reclama su pago. Por lo que al enterarse el Rey, lo pone en prisión y le azota. ¿para qué?; porque evidentemente fue a buscar dinero para pagar la deuda, no podía creer que alguien podía perdonar semejante cosa.
Por lo que el Rey sabía que el orgullo del deudor, no le permitía aceptar el perdón, y de esa manera, sentía que al ser azotado, de alguna forma estaba recibiendo su merecido. Hasta llevarlo al punto de tragarse el orgullo, y declarar yo no le debo nada al Rey, mi deuda fue perdonada.
La batalla más grande para el profeta, no es perdonar a los demás; sino perdonarse a sí mismo cuando ha pecado en gran manera. Hay una tendencia en él de querer pagar a Dios por haber pecado, no le es suficiente aceptar el perdón de Dios. Siente que le debe a Dios por el daño causado al Reino de Dios. Si aprende la lección, entonces habrá aprendido que también él es deudor, y crecerá en misericordia y en amor. Tantos profetas han tenido que acudir a Jehová- Shiré, entendiendo que lo que ellos hagan, no es necesario para cubrir el lío en el que se han metido. Dios necesita enseñarle la humillación, para luego ellos poder extender la gracia a otros.
La Primogenitura
Apocalipsis 2, el final de la carta a Efeso. “Al que venciere, le daré de comer del árbol de la vida.”. Si recordamos, luego del pecado de Adán y Eva, Dios pone querubines en la entrada del Jardín del edén, con el fin de que no coman del árbol de la vida, si no, vivirían para siempre.
Y yo creo que en el Edén había dos árboles generacionales. El árbol de la ciencia del bien y del mal, traía una maldición generacional, y el de la vida, traía bendición generacional. Y que el deseo de Dios era que Adán y Eva comieran del árbol de la vida, para extender bendición sobre sus generaciones, y extender el dominio del Jardín a los ángulos de la Tierra; con hijos benditos, caminando en santidad.
El deseo del profeta, su pasión, su ADN; es tener la oportunidad de, no solamente experimentar él solo, sino de llevar a otros a ese punto de excelencia, de experimentar él sin límites de cosas que Dios puede hacer; si seguimos sus principios.
Es el llevar a las personas de +20 a +100. El pasar de un punto de conformismo a la excelencia de caminar en los caminos de Dios en la plenitud del varón perfecto.
Él inspira a los demás a aceptar, a desear; a querer pagar el precio de renunciar al conformismo, a quizás aceptar dolor, humillación, prisión, peligro; con el fin de servir al Señor hasta lo último. Se necesita de mucha visión, y de saber transmitirla, para llevar a otros a la excelencia de que quieran pagar el precio para cumplir con la voluntad de Dios para sus vidas. De decirles, vengan vale la pena pagarlo. Y es por eso que Dios a veces lo lleva a pagar precios muy altos, para que pueda marcar un ejemplo, y pueda decir, vale la pena.
Es por esto que el culto al conformismo, es el enemigo número 1 del profeta. Y no se contenta con llegar a la excelencia él solo. Quiere llevar a otros, no hay vida, ni llenura en llegar, si no trajo a otros con él.
Caleb caminaba en fe, llegó a la tierra prometida, y dijo: “¿gigantes, qué gigantes? y quiso llevar a toda la nación con él, y no pudo, se volvieron en su contra. Y su quebrantamiento fue en que no pudo lograr que la nación se levantara y tomara posesión de la Tierra Prometida, de su Primogenitura. No pudo sacarlos del conformismo, a pagar el precio en forma voluntaria. Entonces tuvo que esperar 38 años; su árbol dio fruto en los últimos años de su vida, cuando llegó su hora, fue él quien tuvo el privilegio de escoger primero su lugar en la Tierra, los primeros frutos fueron para él. Y aún en el final de sus días demostró querer pagar precio. Ya lo había pagado, había demostrado fe, y coraje. Hubiera podido escoger algo fácil; pero escogió el monte difícil, con los gigantes.
Hebrón, él tomó su monte, y experimentó la llenura de tomar, de arrebatar su primogenitura, marcando el camino para los profetas. Que cuando se pasa por el desierto, cuando se persevera, cuando se paga el precio; las raíces llegan a la mayor profundidad; y las hojas nunca se secan.